Capítulo 33

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-Niños, es hora de dormir-anunció la bella mujer parada bajo el umbral de la puerta.

-No quiero dormir y Hunnie tampoco lo hará-respondió la pequeña persona poseedora de esa voz que Sehun tanto adoraba.

-No vamos a tener la misma discusión de todos los días, es hora de dormir-sentenció ella con voz autoritaria.

-¿Quién se cree esa insignificante humana?-gruñó mirándola amenazante y Sehun no tenía que utilizar su inteligencia superior para saber que la doctora podría estar en peligro.

-Hagamos lo que dice-dijo poniéndose de pie.

Dos hermosos orbes grises siguieron cada una de sus acciones, un puchero adornaba sus labios como siempre que quería hacer que las cosas se hicieran a su manera, decidió ignorar su pequeño berrinche en esa ocasión y comenzó a caminar hasta que se detuvo unos metros adelante y le dio una mirada por encima del hombro.

-Vamos-indicó-Mañana vendremos a jugar un poco más-prometió.

-Pero... ¿por qué tenemos que hacerle caso a ella?-inquirió inconforme.

-Porque sí, además... no deberías seguir llamándola humano insignificante.

-Es lo que es-afirmó firmemente.

-¿Entonces yo también lo soy?-la expresión que adornaba el rostro ajeno, tras escuchar sus palabras, fue una de total arrepentimiento y Sehun decidió hablar antes de que otra palabra saliera de la boca impropia-Te recuerdo que soy más humano de lo que imaginas.

-Sehunnie, yo no...

-Da igual-resto importancia y siguió su camino.

-¡Sehun, espera!-pidió con voz afligida y se puso de pie finalmente para correr tras el pequeño pelinegro.

-Hasta que finalmente decidieron salir-dijo dramáticamente la doctora-Jean, llévate a 241 a su habitación, yo me encargo de 01-le indicó al joven chico que se encontraba a su lado.

-¡No! ¡Sehunnie!-se quejó con un chillido la pequeña figura junto a la científica.

-Hablamos mañana-murmuró antes de irse con Jean dejando que la doctora se encargara de todo lo demás.

Jean lo dejó en su habitación luego de un rato, escuchó al joven advertirle que iba a ser castigado si volvía a fugarse para ir a la habitación de No.01 y no pudo evitar fruncir el ceño al escuchar como le llamaban, tenía un nombre, Sehun se lo había dado.

La habitación comenzó a sentirse fría cuando la puerta estuvo completamente cerrada, llevó su mano hasta la puerta y trató de abrirla, comprobando así, que sus sospechas eran correctas, lo habían encerrado para que no fuera a su lado.

No trató de intentar abrirla en esa ocasión y simplemente fue a su cama dejándose caer sobre ella, estaba siendo muy infantil y lo sabía, pero no había podido evitarlo aunque sabía que nunca lo insultaba a él sino a todos los demás, sin embargo, él también era humano al fin y al cabo, era por eso que no podía evitar sentir como si lo despreciara a él también.

Demonically angelicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora