Capítulo 73

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Capítulo decisivo que me permite recordarles que soy inmortal :3

***

-¡Sehun!-llamó con desesperación-¡Sehun despierta!-exigió mientras movía bruscamente su cuerpo.

-¡Aléjate de él!-ordenó alguien al otro lado y eso tan sólo le arrancó un bajo gruñido.

-¡Luhan!-rugió Kyungsoo a lo lejos y esa era su señal para desaparecer.

Sus brazos rodearon rápidamente a Sehun y cerró los ojos con fuerza antes de poder experimentar aquella sensación extraña a su alrededor. Su corazón estaba latiendo a toda marcha cuando pudo volver a sentir la suave caricia del viento en su rostro.

Abrió los ojos con temor pero para su gran alivio ellos ya no estaban al alcance de Kyungsoo. Recorrió aquel sitio con la mirada y al darse cuenta de donde era que se encontraban, no pudo detener al llanto que se desató sin obstáculo alguno.

Sus mojados labios esbozaron una sonrisa temblorosa mientras lágrimas de dolorosa alegría no dejaban de fluir y los latidos de su corazón se habían vuelto irregulares. Temblorosas manos se elevaron dubitativas deteniéndose a milímetros de ese hermoso rostro que tanto adoraba hasta que sus dedos temblorosos trazaron cada parte del rostro del hombre dormido.

Se maravilló con lo suave que era su blanca piel, su nariz también continuaba pareciéndole bonita, sus pestañas le hicieron cosquillas cuando pasó por sus parpados, sus labios eran todavía suaves y del mismo color que recordaba, continuaba tal y como lo recordaba pero también estaba diferente.

Ya no era el pequeño adolescente que había dejado atrás hacía once años, lucía más maduro, más guapo, más hombre. Sehun se había convertido en todo y más de lo que había deseado que fuera y Luhan estaba orgulloso de él, pero también lo había extrañado demasiado aún cuando sabía que volver a verse era un completo error.

Tal vez incluso haberlo conocido era algo que jamás debió suceder.

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La luz de ese lugar desconocido lo golpeó lastimando sus ojos, los cerró rápidamente y se movió tratando de acurrucarse dentro de ese pequeño lugar que entonces se sentía muy frío. Un quejido brotó de sus labios cuando un sin fin de sonidos lo atacaron provocándole un intenso dolor, un sollozo escapó de su boca y entonces todo se detuvo cuando una suave y cálida sensación se instaló en uno de sus desnudos hombros y se extendió a todo su cuerpo.

-¿Estás bien?-preguntó una tranquilizante y familiar voz.

Abrió los ojos dudoso y los dirigió a quien le hablaba, su aliento se atoró en su garganta cuando sus grises orbes chocaron con los más bonitos ojos que nunca había visto; uno de ellos de un azul tan claro como el cielo y el otro dorado como el oro, y todo desapareció entonces mientras él se perdía en esa hermosa mirada.

De pronto había dejado de estar en una fría cápsula de sueño y ahora era cómo si se hallara en el más bello paraje rodeado de flores blancas, con el sol brillando en lo más alto del cielo azul cubierto con grandes y esponjosas nubes blancas.

-Ellos dijeron que cuando despertaras yo tendría como única misión cuidarte-murmuró el pequeño pelinegro.

Él tan sólo asintió, quería hablar pero su voz simplemente no salía, sus manos viajaron hasta su cuello y pensó que tal vez rodearlo y dar un pequeño apretón ayudaría pero el pelinegro no lo permitió y tomó sus manos antes de que se rozara con la yemas de los dedos siquiera.

Demonically angelicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora