Demonically angelic

Capítulo 44

Iba a explotarle la cabeza, eso era lo único de lo que estaba completamente seguro para esas alturas, era tan sólo cuestión de tiempo y otra queja más de todos a su alrededor.

-¿Qué haremos ahora?-preguntaba una estúpida chica rubia que era la que había provocado todo eso en primer lugar.

-Tengo cara de saberlo-gruñó en respuesta.

-Eres el segundo al mando de Suho, tú tienes que decirnos algo-exigió.

¿Suho se daría cuenta sí la mataba?, muchos habían muerto y aún ahora, cuando ya habían pasado casi cinco días, restos humanos continuaban apareciendo. Sehun bien podría matarla y ocultar su cuerpo para que alguien más lo descubriera.

-¡Dinos algo!-exigió histérica.

-¡Largo!-explotó finalmente y ladró la orden que hizo a más de uno salir corriendo.

La estúpida chica era la única que continuaba ahí queriendo verse valiente aún cuando toda ella estaba temblando y sus ojos estaban aguados, Sehun incluso fue capaz de oírla gimotear cuando él se puso de pie.

-En lugar de estar aquí jodiendo a los demás deberías sentirte agradecida de haber sido una de las pocas sobrevivientes-masculló entre dientes.

-Y-yo nunca dije que...

-Hay personas allá afuera que perdieron a alguien importante, que están heridas de gravedad y también hay dos niños que se arriesgaron a sí mismos por mantenerte con vida-gruñó.

Entre él más se acercaba ella más retrocedía muerta de miedo.

-Uno de ellos incluso perdió lo único que lo ayudaba a seguir adelante, y en lugar de estar agradecida por eso y tratar de ayudar con la situación, estás aquí creando más problemas por algo tan estúpido como lo es exigir saber a dónde es que nos moveremos.

-Yo... no tengo la culpa de lo que le haya pasado a ese demonio... ¿qué no se suponía que era todo poderoso?-murmuró con desdén.

-¡¿Qué fue lo que dijiste?!-rugió Sehun.

-¡Sehun, detente!-ordenó Max que apenas pudo detener al pelinegro para que no estrangulara a la tonta chica.

-¡Repite eso!

-¡No te quedes ahí parada como una imbécil y sal de aquí ahora!-ordenó Max.

La rubia no lo tuvo que escuchar por segunda ocasión y salió corriendo antes de que Sehun lograra zafarse del agarre del pelirrojo.

-¡¿Por qué rayos me detuviste?!-exigió saber Sehun.

-Herir a esa niña idiota no ayudara en nada a mejorar las cosas y tan sólo le agregará un problema más a todos con los que Suho ya tiene que resolver-dijo con seriedad.

Sehun farfulló un par de maldiciones más hacia la estúpida niña y nuevamente regresó tras lo que antes había sido un escritorio para continuar con la tarea que Suho le había encomendado antes de irse y que consistía en revisar todo lo que habían sacado del laboratorio que habían atacado.

-¿Has encontrado algo ya?-preguntó el pelirrojo.

-Toda esta información es inútil-respondió con frustración.

Max no dijo nada más y se mantuvo mirándolo fijamente únicamente, y si Sehun era honesto, debía de admitir que Max había ido para decirle algo importante y no simplemente a visitar.

-Ya di lo que tengas que decirme-ordenó molesto.

-Han no está comiendo de ninguna forma y las heridas que se hizo luego de... bueno, luego de eso, tampoco están curándose y Cho Ah teme que puedan insertarse o algo peor-explicó angustiado.