Capítulo 60

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«Te quedan veinte días.»

Se despertó de golpe tan pronto escuchó esa voz dentro de su cabeza y la maldijo para sus adentro tan pronto como pudo recuperar la compostura.

Sabía perfectamente que el tiempo estaba agotándosele y esa voz recordándoselo cada día simplemente lo atormentaba. Una gran prueba de ello era el incontrolable temblor en sus manos, ella sólo sabía torturarlo y él comenzaba a temer volverse loco en cualquier instante, miró a todos lados buscando a la única persona que podía hacerlo sentir que todo estaría bien y cuando lo vio sintió ganas de llorar.

Él abrazaba tan cariñosamente a Han que lo hacía sentir envidioso, no sabía en que momento ellos habían terminado de esa forma porque se suponía que Han había pasado la noche a su lado y no con Sehun, ambos habían ido ahí porque estaban preocupados por él luego de que no hiciera otra cosa más que quedarse ahí sosteniendo la mano de esa mujer.

Había sido así desde aquel día que lo habían dejado solo con ese diario, ninguno sabía que era lo que Sehun había descubierto aunque Lu se daba ya una idea, tan sólo esperaba que no fuese un problema, todo iba a ser más fácil de ese modo para Sehun.

Se levantó teniendo cuidado de no hacer ruido y salió al exterior para recibir a Suho, sentía su presencia cada vez más cerca y también eso iba a ser mejor para así no seguir viendo a Han y Sehun de aquella forma. Su mirada fue hasta el cielo y sonrió al ver los colores que el amanecer comenzaba a traer consigo, aunque todavía podía ver la Luna y eso le recordó que faltaba poco.

La Luna de Tenebris aparecería esa noche y eso le preocupaba, la Luna roja aparecía cada dos meses en la dimensión humana y afectaba demasiado a Han, anteriormente él siempre lo había ayudado a sobrellevarlo pero no estaba muy seguro de que pasaría esa noche, Han tenía dieciséis ahora y además Chanyeol también estaba ahí y él no estaba seguro de cómo era que iba a afectar al joven general.

-Lu-escuchó la voz de Suho e inmediatamente lo miró-¿Qué haces aquí?

-Sabía que venían de vuelta y quise recibirlos-respondió mostrándole una sonrisa a Suho y a Max.

-Muchas gracias por hacer eso-dijo el siempre alegre pelirrojo-¿Dónde está Han?

-Durmiendo-respondió con simpleza, ellos no necesitaban saber más-¿Van a ayudarnos?-preguntó.

Suho hizo una mueca haciéndole saber que no tenía buenas noticias, el mayor lo miró atentamente antes de suspirar y atreverse a hablar.

-Ese desgraciado únicamente nos dejara estar ahí por tres días, después de eso tendremos que buscar otro lugar-explicó.

-Ya veo-murmuró-¿Qué haremos? ¿Aceptarás lo que te ofrece?

-Me gustaría tirarle en la cara su ofrecimiento de porquería pero no puedo darme ese lujo, Kyungsoo está pisándonos los talones y seguro pronto averiguara cómo hacer para pasar la barrera de Minseok, así que no tengo otra opción por el momento-suspiró pesadamente, signo de que algo no estaba del todo bien-Sin embargo, él pidió algo a cambio-murmuró mientras se masajeaba la nuca de un modo que delataba su nerviosismo.

-¿Qué pidió?-preguntó tranquilamente.

-De alguna forma él se enteró de que el nuevo monarca de Incendium se encuentra con nosotros y desea conocerte, quiere una audiencia privada contigo, esa fue su condición-respondió algo avergonzado porque había aceptado eso sin siquiera preguntarle.

Un pesado silencio se extendió entre ellos y Lu vio claramente como la culpa comenzaba a atormentar al mayor, en realidad aquello no le molestaba y él estaba más que dispuesto a ayudar si era necesario pero obviamente Suho no se daba cuenta de ello, además, también se lo debía luego de lo que le habían hecho para conseguir la información sobre el proyecto Zeús.

Demonically angelicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora