"Es hora de irnos"-indicó.
Ella lo miró seriamente durante unos instantes; había algo que ya no estaba en su mirada y sabía que era culpa suya pero aquello era necesario, pedir disculpas no iba a servir de nada para esas alturas y tampoco iba a cambiarlo, lo único útil que ella podía hacer era permanecer a su lado en todo momento.
"Lux, ¿tú ya lo sabías?"-la llamó con un suavemente luego de verla echarse en el suelo para facilitarle el subir.
"No. Lo único que yo sabía era que era tu guardián y que debía venir a ti cuando tus alas aparecieran, completas o no"-respondió.
"Ya veo, es sólo que... de alguna forma ahora mismo me siento totalmente engañado"-lágrimas volvían a empañarle los ojos pero aún así intentaba sonreír.
"Lo lamento."
"Pedir perdón no va a cambiarlo, así que no lo hagas por favor"-pidió.
"Bien, volvamos entonces"-indicó.
Lu asintió y subió sobre el lomo de ella, sus pequeñas manos se cerraron con fuerza sobre el pelaje de Lux que no emitió ni una sola queja por eso y tan sólo lo dejo hacer lo que quisiera. Desde que comenzaron a avanzar él no prestó atención al camino que en ese momento no era más que un montón de manchas oscuras a su alrededor mientras Lux corría a través del bosque, él tenía demasiado en la cabeza en esos momentos y lo que más quería era ver a Sehun.
"Sehun."
Una sonrisa temblorosa se dibujó en sus labios y le fue imposible seguir conteniendo las lágrimas que le nublaban la vista, todo era tan injusto, parecía como si nadie hubiera pensado nunca en lo que él sentiría una vez llegado ese momento.
"Llegamos"-anunció la hermosa loba luego de unos instantes.
Él asintió despacio y bajó de su lomo, se giró para mirarla cuando sus pies estuvieron de vuelta en el suelo y luego de pensárselo seriamente, se atrevió a hacer la pregunta que había querido hacer desde que había visto a Han al llegar a la Fortaleza.
"¿Qué sucedió aquí?"-preguntó finalmente.
"Hice que todos durmieran y puse una berrera en cada puerta para que él no pudiera lastimar a nadie más."-explicó.
"¿Qué hizo?"-soltó sin rodeos.
"Pude mantenerla con vida y mañana no recordara nada"-aseguró.
"¿Qué hizo?"-repitió severamente.
"Trato de alimentarse de 'esa' otra forma"-respondió al fin.
Lu asintió lentamente y le dio una última mirada a Lux antes de dejar ir un largo suspiro, su diestra se elevó hasta el hocico de la bella criatura de nievo pelaje y ella se restregó contra su mano buscando ese calorcito que él ya no parecía emanar.
"Estaré siempre a tu alrededor por si me necesitas, tan sólo debes llamarme y yo apareceré de inmediato"-le recordó al pequeño rubio.
"Muy bien."
Eso fue lo último que dijo antes de dar la media vuelta y marcharse, la urgencia que sentía por verlo estaba asfixiándolo porque lo único que deseaba era arrogarse a sus brazos y no saber nada más del mundo.
Fue fácil saber su ubicación y prácticamente corrió hacia ella, se detuvo en seco al estar frente a la puerta y se tomó unos instantes para recuperar su máscara de calma y felicidad para así no alterarlo. Exhaló e inhaló un par de veces cuando su mano finalmente estuvo sobre el picaporte y entreabrió levemente la puerta para asegurarse que era seguro entrar justo en ese momento.
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Demonically angelic
FanfictionEl fin del mundo, así es como se conocía y comenzó cuando los humanos descubrieron que su existencia no era la única. El descubrimiento de las dos nuevas dimensiones los llevó por el camino de la destrucción y su deseo de tener acceso a ellas los ll...