ROTTEN

XVIII

Se te olvida que me quieres a pasar de lo que dices
pues llevamos en el alma cicatrices
imposibles de buena borrar.
Y al soñar otros amor se te olvida
que hay un pacto entre los dos.

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-¿Por qué tienes esa cara tan triste? -preguntó Luhan y KyungSoo se sobresaltó ante aquello porque estaba tan entretenido mirando hacia la nada. -No deberías estar triste, pronto verás a tu hermano y por fin podrás ser feliz.

El niño sonrío amargamente llevándose una mano a su vientre acariciando en el acto. Estaba feliz, eso no lo iba a negar, pero sentía que algo le faltaba, un gran vacío se apoderaba de él haciéndolo desesperarse; cerraba los ojos y sentía necesitarlo, odiaba sentir aquello, odiaba necesitar a JongIn...

Si, a JongIn... Pero no lo necesitaba de una manera amorosa, al ser su pareja pres destinada era como si su conciencia pedía estar a gritos de él y KyungSoo lo odiaba porque sentía que si aquel estuviese cerca sentiría un poco de más calma.

No iba a negar que en el pasado había sentido adoración por JongIn, pero eso se había acabado porque realmente se había enamorado de Dean y aún lo estaba, pero ya se había resignado a que él no estaría más cerca; y ahora estaba SeHun a quien le tenía un gran cariño desde que se eran niños. ¿Tal vez algún día podría amarlo como amo a Dean y adorarlo como adoraba a JongIn?

-No estoy triste pero esto es tan extraño para mí. ¿Te puedo confesar algo?

Luhan se acercó más a él mientras se cercioraba que SeHun no regresará aún.

-Anda suéltalo, aún que se de que me vas a hablar.

-¿De qué estás hablando?

-Sabes que nunca estuve de acuerdo con la relación que llevabas con Dean, pero tú así lo quisiste y yo no pude hacer más que sentarme a ver cómo .arruinabas tu futuro y te lo dije más de una vez... -el demonio dejó de hablar mientras dirigía su vista al castillo que se miraba colina arriba. -Aún me sorprende que tú y él hayan podido... que él haya podido embarazarte, eso no lo venia venir.

KyungSoo sonrió melancólicamente recordando al pequeño bebe que concibió y tuvo entre sus brazos tan solo 6 meses; para él aun era doloroso recordar como se le había arrebatado en un solo momento lo que mas quería con todas sus fuerzas. Su vida había sido tan dichosa en ese tiempo, incluso podía decir que era feliz y su pequeño le había dado luz a ese tiempo de oscuridad donde se creyó inmiscuido. Pero todo eso había sido tan falso y había muerto su pequeño arrastrándolo a la vida que hasta hace poco llevaba, el bebe que cargaba era la luz que necesitaba nuevamente.

-Yo-yo...- el niño de ojos grandes callo por un momento ya que salia de su garganta lo que quería expresar.- No quería que ninguno de los dos se fueran de mi lado, sabia que estar con un demonio iba a traer consecuencias pero jamas pensé que seria mi pequeño.

El menor comenzó a sollozar y LuHan lo abrazo para consolarlo, lo acuno en su pecho mientras lo mecía para que se calmara. Era por eso que el demonio también había decidido irse en cuanto dejara al príncipe en buenas manos; sabia que había sido un error enamorarse de aquel pelirrojo, no quería verlo sufrir por su culpa de la manera en que la estaba pasando KyungSoo.

-¿También quieres dejarlo?- susurro el menor.

-Es lo correcto, sabes que lo mejor es que me vaya.

-Pero MinSeok hyung aun no encuentra su pareja, no puede tener la misma mala suerte que yo.

-¿Y como sabes eso?.

KyungSoo se reincorporo limpiándome las lagrimas.

-No seas tonto, se que te quieres ir para que hyung no pase lo mismo que yo, pero... Puede y su destino sea diferente al mio.

Luhan miraba a KyungSoo captando cada una de sus palabras, era tan increíble como el niño había madurado. Solo le acaricio la cabeza, aun no sabia si tomar su consejo, porque no sabia si dejarlo con SeHun seria estar en buenas manos ya que aun desconfiaba del tipo.

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-SungYeol, ¿crees que mi hermano se encuentre bien donde quiera que este?- Pregunto el joven Rey a su conyugue, este se acerco tomando una de sus manos entre las suyas.

-Así es como lo creo aun que tu a veces pienses que estas muerto.

-Es que me siento tan mal, han pasado casi diez años y aun no se donde esta... Siento como si les hubiera fallado a mis padres.

-No creas eso, ¡¡te lo prohíbo!!- lo regaño su joven esposo..- Haz estado buscándolo desde antes que te conociera.

De pronto se escucharon unos gritos en el corredor.

-¡Su majestad! -un vasallo entro corriendo al salón donde se encontraban.

-¿Qué es lo que sucede? -preguntó myungSoo poniéndose de pie.

-Su hermano... Esto- se le cortartaron las palabras al criado.

-Habla de una vez. ¿Lo han encontrado? -MyungSoo se acercó al hombre.

-No su majestad... Él está abajo.

-¿Qué has dicho?

-Su hermano y esta en el salón de abajo.

MyungSoo no dijo más y bajo corriendo lo más rápido que puedo.

Llego jadeando hasta el recibidor y lo reconoció con solo verlo de espaldas... Era pequeño y delgado, así como se lo había imaginado. Pero eso no era todo, él que estaba parado a su lado se le hacía conocido... Aquel era quien había matado a su Padre.

-¡KyungSoo! -Gritó a todo pulmón y corrió hacia su pequeño hermano, este lo miro con tal adoración que no pudo siquiera disfrutar porque lo alejó de aquel que no podía olvidar y odiaba.