La profecía decia que el Rey tendría un segundo hijo, el cual sería corrompido por un demonio. Y si el Príncipe llega a dar a luz al primogénito de aquel demonio... Será el principio del final de todo como hasta ahora lo conocemos.
Pero cuando aquel...
Si pueden leer lo siguiente escuchando la canción de arriba, me harían muy feliz.
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¿A donde vas? -pregunto SeHun mientras miraba a KyungSoo levantarse de la cama.
-Iré por un poco de agua, tengo mucha sed.
-¿Quieres que te acompañe? -se ofreció el adolescente, el cual ya tenía intenciones de levantarse de la cama.
-No, quédate -el niño lo detuvo mientras caminaba hacia la puerta. -No me voy a tardar.
Después de que JongIn se fuera enojado, SeHun le ofreció al niño dormir con él. Así es como habían terminado durmiendo juntos. A KyungSoo le dolía la cabeza por tanto llorar y aparte tenía la garganta seca.
Llegó a la cocina y se sirvió un enorme vaso de agua. En la puerta de la entrada percibió los zapatos de sus hyungs, todos habían regresado. Al parecer seguían llevando a ChanYeol a aquellas terapias de ira que no lo dejaban tener un control de su poder. El mayor era tan raro, siempre tan distante, callado y con esa sonrisa tan retorcida que a KyungSoo le hacía sentir escalofríos.
Cuando iba subiendo las escaleras, KyungSoo escucho un gemido y se asustó. Apresuro el paso para dirigirse a la habitación de SeHun, cuando percibió a ChanYeol al final del pasillo. El mayor tenía una mirada de dolor y rabia en el rostro, después lo giro a ver y camino en su dirección. Una vez estando a su lado, ChanYeol detuvo su paso por un instante y después bajo las escaleras, KyungSoo sólo escucho la puerta principal cerrarse.
Curioso, camino hacia la habitación de el fondo, donde segundos atrás había visto parado a ChanYeol. Escucho otro gemido y al niño se le en chino la piel. Se paró justo en frente de la puerta y la abrió poco a poco, ya que estaba entreabierta.
El vaso que llevaba en la mano cayó haciendo que resonara en todo el pasillo. A KyungSoo se le mojaron los pies por el agua que le salpico, también se le comenzaron a humedecer los ojos por las lágrimas que comenzaban a salir.
-KyungSoo... -fue todo lo que dijo BaekHyun, mientras JongIn se paraba de la cama. Ambos estaban desnudos y sudados.
KyungSoo entendió todos y salió de ahí, así como lo había hecho ChanYeol.
Tenía el corazón hecho pedazos y una rabia que lo hacía sentir impotente y frustrado. Sentía la adrenalina correr por sus venas y la tierra se comenzó a abrirse y a retumbar, KyungSoo sentía como si él lo estuviera provocando. La casa comenzó a caerse en pedazos y salió huyendo lo más rápido posible.
Corrió y corrió, tenía los pies descalzos y sentía como si le estuvieran clavando agujas en ellos. Escuchaba como sus hyungs gritaban su nombre, incluso podía distinguir la voz de JongIn en aquellos llamados.
