Carta 38

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Hola antiguo mejor amigo.

¿Recuerdas aquella vez que fuimos a montar caballos?

Teníamos 11 años, mamá creyó que sería divertido, por el otro lado yo tenía miedo de hacerlo, creía que sí me caía me lastimaría y entonces nunca querría volver a intentarlo.

Éramos sólo unos niños, pero te acercaste y me dijiste algo.

"Sí, es cierto. Te caerás y te lastimarás, te dejará una cicatriz recordándote eso. Pero, en algún momento​ volverás a tener que afrontarlo, y entonces tendrás dos opciones, recordar el daño y huir de él o mirar tu cicatriz y saber que el daño que te hizo sólo dejara marcada tu piel, no tu vida, que el daño te hará más fuerte y creo que sólo puedes elegir una opción"

Quién diría que tu consejo también se podía aplicar a nuestra futura ruptura.

Me heriste Evan.

Yo te herí.

Y no sé cuál de​ los dos salió más lastimado, pero creo que eso fue bueno.

Si no te hubiera herido, no la hubieras conocido a ella y si no me hubieras herido, yo no lo hubiera conocido a él.

Y también ninguno de los dos habría aprendido de eso.

Soy más fuerte ahora y espero que tú también lo seas.

Tu antigua mejor amiga

Para Mi Antiguo Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora