Capítulo 13

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De nada sirvió. Estuvimos como imbéciles casi toda la noche. Yo también abandoné luego de tres horas, sin embargo Nate, a quien al parecer tres horas de sueño le bastan para estar otra vez enérgico, se quedó vigilando el resto de la mañana hasta las nueve, que fue cuando volvió a casa.

Al volver lo hice por la ventana, sospechaba que de igual manera Emily estaba al tanto de mi fuga, pero como dice el refrán, más vale prevenir que curar.

Cuando llegué ella estaba esperando en mi cuarto, se la notaba cansada, antes de dar el primer toque en el suelo, el cual me llevaría seguramente a un interrogatorio inminente, logré observar que se había terminado el café y seguía con el ordenador.

-¿ya llegas?- me preguntó sin despegar la mirada de la pantalla, antes si quiera de que pudiera poner un pie en la habitación

-¿me has esperado?- pregunté extrañado

¿Por qué alguien al que apenas conozco va a quedarse levantado, o en este caso, levantada toda una noche esperando sólo a mí regreso?

-obvio-

-¿por qué?- dije tras un minuto aproximado de silencio

-te vas sin avisar por la ventana a vete a saber dónde. Quería decirte cien cosas más cuando volvieras pero estoy demasiado cansada, no pensé que tardarías tanto- dijo Emily casi en susurro mientras se propinaba un lento masaje con sus dedos índice y corazón los ojos, probablemente producto del sueño

-lo siento. Mi intención no era esa, no creí que te preocuparas-

-mira, me has caído bien aunque solo llevemos unos días trabajando juntos, y aún así, eres parte del equipo, si algo te pasara sería un duro golpe, al menos para mí- dijo Emily cerrando el portátil

-es muy amable por tu parte que digas eso. Perdón, no volveré a hacerlo- realmente me sentía culpable

-en fin, como verás ahora mismo lo único que deseo es una cama- dijo levantándose lentamente mientras se tambaleaba suavemente

-te ayudo- dije cogiendo el portátil y dejándolo sobre mi cama

La acompañé luego de eso a su habitación sosteniéndola levemente de su hombro derecho, tenía cierto temor a que se cayera a causa del tambaleo.

Una vez en la puerta dejé que ella misma entrará, mientras subí a por la taza y cafetera que había dejado en mi cuarto para dejarlas en la cocina, el portátil en la sala de estar, y sin siquiera cambiarme ni pensarlo dos veces, me dejé caer sobre la cama, listo para dormir. Y aquí estoy ahora. Preparando mi interrogatorio.

Isabel y Elizabeth llegaron juntas, mientras que, el señor Clayton aún no se presentaba.

Entré en la sala de interrogatorios junto con el sheriff Moore y Nate luego de un vaso de agua.

-bueno, señora Elizabeth ¿sabe porque fue citada aquí?-

Elizabeth asintió con la cabeza.

-bien. Sabemos que tuvo una relación de amistad con la señora Kirsten hasta que ella entró en la universidad, luego de ahí usted y la señora Isabel dejaron de ser sus amigas, aunque ella no pensaba así puesto que el cese de esa relación no le fue directamente comunicado-

-¿y qué, no insinuara que fui yo quien la mató?-

-no insinuamos, sólo sospechamos- dijo Nate

-verá, Kirsten estuvo pasando por un infierno poco antes de morir, y el estrecho lazo que antes unía a Kirsten con usted e Isabel pudo hacer que Kirsten confiará en usted e Isabel, de forma que pudieran sacarla de forma pasiva y luego sedarla y asesinarla, al fin y al cabo el cadáver de Kirsten no mostraba signos de haber opuesto resistencia-

-¿acaso tienen pruebas?-

-bueno... registré la casa de Kirsten nuevamente y encontré esto- dijo Nate sacando una bolsa de plástico con un pintalabios dentro

-es el mismo que usted usa en su trabajo-

-¿y? podría también ser de ella-

-cierto, de no ser porque estaba en la entrada de su casa, tirado en el suelo, la cuestión es ¿por qué? además, cuando el cadáver de Kelly Kirsten fue encontrado presentaba una tonalidad un tanto diferente-

-pudieron dejarlo ahí para despistar, eso no es una prueba concluyente-

-tiene usted razón, pero sabe, también encontré una coleta, y que yo sepa la señorita Kirsten llevaba el pelo suelto-

-¿y? mandelo a revisar, quizás tenga pelo, de ahí se puede sacar una prueba de ADN, así verificaría que no fui yo-

Nate simplemente dejó las bolsas en la mesa.

-si no tienen nada más que alegar ¿puedo irme?-

-sí, y digale a la señorita Isabel que por favor entre dentro de unos diez minutos-

-puede irse, pero permanezca en la comisaría-

Elizabeth miro al sheriff, el cual asintió, tras una fuerte mirada hacía Nate Elizabeth se marchó de la sala.

-bueno... parece que ahora tenemos que volver a recurrir al laboratorio. ¿Por qué nos lo oculto?- pregunto el sheriff mirando a Nate

-porque no los encontré, son de Emily-

-¿qué?-

-el asesino tiene conocimientos sobre criminología y demás, los cuales seguramente ha obtenido mediante libros, la señorita Elizabeth también los posee, quería poner a prueba mis sospechas. ¿Tiene la orden de registro?-

El sheriff asintió.

-perfecto, si no quiero que salga es porque tengo el temor de que tenga pruebas que la incriminen aún más, quizás algo como la carta entregada a la señorita Kirsten antes de morir, y al irse vaya directa a su casa y las limpie por completo-

De repente sonó la puerta de la sala.

-el señor Clayton ha llegado- dijo Emily asomándose

-espléndido, haga pasar a la señora Isabel y digale al señor Clayton que espere- dijo Nate guiñando su ojo derecho

Minutos más tarde la señora Isabel permanecía ya sentada en el mismo lugar en el que antes permanecía Elizabeth. Antes de que entrara Nate había guardado las pruebas materiales falsas.

-señora Isabel- dijo Nate con las manos agarradas tras su espalda y con un tono muy doctoral

-¿este tiene que quedarse?- preguntó Isabel señalando a Nate a la vez que le interrumpía

-sí, así es, confío en que tanto el sheriff como Shawn son personas muy inteligentes, pero, sin ofender y como no, desde mi más sincera opinión, les queda un largo camino por recorrer-

Tenía ganas de darle las gracias por tal tremendo cumplido, obviamente cargada de grandes dosis de sarcasmo. Pero decidí reservársemelo, al fin y al cabo estábamos en un interrogatorio serio.

-donde estaba a la hora que fue hallado el cadáver de Kirsten, o sea, entre las doce de la noche y las siete de la mañana, horas en las que fue asesinada y abandonada para luego ser encontrada-

-en casa, sola-

-¿nadie entonces que lo corrobore?-

-bueno, a las once llamé a Elizabeth y estuvimos charlando hasta la una de la mañana, luego como tenía sueño, decidí parar e irme directa a la cama-

-entonces no importará si registro su teléfono móvil para ver si de verdad se presentan dichas llamadas-

-tome y miré usted mismo- dijo Isabel haciéndole entrega de su teléfono móvil a Nate

Luego de un rato mirando Nate levantó la mirada y nos miró fijamente. ¿Había descubierto algo?

El Caso RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora