Capítulo 7

7 2 0
                                    

-¿y qué haremos?- dije dando vueltas por la habitación de una casa, la nueva casa en la que ahora residiríamos

Se había acabado nuestro tiempo en el hotel para empezar en una casa increíblemente grande, cortesía de Nate. Tenía hasta cuatro dormitorios, era de tres plantas, con tres baños, una inmensa sala de estar, un cuarto pequeño que Nate ocuparía de cuando en cuando para pensar, una cocina, un garaje con espacio para dos coches y una sala que ocuparíamos para futuras reuniones. Al parecer su padre era alguien con bastante dinero y solicitó construir esta casa hace ya un tiempo, al parecer a su padre le gustaba retirarse de vez en cuando e ir a pequeños lugares en los que dejarle un descanso a su mente.

-obvio, trazar un plan- contestó Nate

-lo sé, pero el como lo haremos es a lo que me refiero, hay que preparar todo con sumo cuidado-

-cierto- dijo Nate lanzándose a un sillón que había en la habitación, la cual era la de reuniones, estirando sus piernas y entrelazando sus dedos, como hacía siempre que pensaba

-podríamos poner a tres policías de incógnito por fuera y dos por dentro de la iglesia-

-parece un buen plan- dijo Emily

-que estupidez, a este asesino le encanta retarnos y llamar la atención, pero no quiere que el juego acabe, obviamente no va a asesinar a nadie mientras hayan personas alrededor de su víctima, probablemente matará a su objetivo cuando esté solo, o mejor dicho, sola, es decir, que la víctima será alguien que luego de acabar se quede por dentro de la iglesia, también cabe la probabilidad de que mate a su objetivo sin estar físicamente presente, lo más probable sería el envenenamiento, pero no hay mujeres en esa iglesia que puedan ser envenenadas mediante alguna bebida, algo no tan directo así que quizás no debamos preocuparnos por eso, aunque sigo dudando de sí descartarlo o no, aún así lo que aun no se me ocurre es como colocar a alguien que se quede después del cese y que a la vez no levante sospechas-

-podríamos hacer que haya otro cura pero que en realidad sea un policía de incógnito, y mientras por fuera habrán otros policías de incógnito- dije

-no es mala idea, bien hecho Shawn, por ahora es lo mejor que tenemos-

-primera vez que aciertas con el nombre- dije

-vamos mejorando- rió Emily

-es tarde, hora de que cada uno se vaya a dormir- dijo Nate

Subí a mi habitación, en la tercera planta en donde estaba también la de Emily mientras que la de Shawn estaba en la tercera, me preparé para darme una ducha. Mi habitación conectaba con el baño lo que hacía el desplazamiento más cómodo y corto.

Mientras, en la ducha comencé a pensar. Los baños de agua caliente siempre me ayudaban a despejarme y a pensar mejor.

Pensaba en que clase de depravado podía obtener placer asesinando y que además creyera que eso era justicia. Una paz arraigada del miedo no puede considerarse paz.

Nate River.

Me metí en lo que yo llamo "el cuarto oscuro", el lugar en donde entro y empiezo a pensar cada vez que lo necesito, no tiene ventanas, solo es pared y puerta, el cuarto está insonorizado y lo único que tiene es una pequeña h débil luz, una pelota de baloncesto y otra de tennis, he de admitir que me encanta el tennis, soy bastante bueno, cuatro pizarras enormes las cuales colgaban de las paredes, tres cajas de tiza y seis rotuladores, tres rojos y tres azules, además de una silla en el centro de la habitación, quien lo viera pensaría probablemente que soy un psicópata sin remedio alguno.

Me senté en la silla, cogí la pelota de baloncesto y comencé a botar la pelota en el mismo sitio mientras pensaba en que se cocía dentro de la mente de aquel asesino.

(...)

Había empezado botando una pelota de baloncesto y había acabado con dos pizarras llenas de garabatos, números e ideas. Mientras escribía hablaba conmigo mismo.

-temo que me esté dejando algo y que resulte que su objetivo sea asesinado a la vista de todos, le vendría bien para infundir temor, y en caso de estar entre los presentes podría escapar entre toda la confusión generada- dije rabioso dibujando una inmensa cruz de tiza blanca

Miré el reloj y me eché en el suelo.

Las cinco de la madrugada, otra noche de desvelo.

(...)

Shawn Prescott.

Las nueve de la mañana, esto de no madrugar era todo un lujo.

Me duché y cambié de ropa, me eche colonia, me peine y bajé a prepararme el desayuno.

Al bajar encontré a Emily en la cocina, tenia el cabello liso, lo que indicaba que se lo había planchado, tenia una camiseta de manga larga de color negro y un pantalón vaquero de color marrón.

-¿despierta?- pregunté entrando en la cocina

-desde las ocho- respondió Emily dejando unos platos limpios en la estantería y yéndose en dirección a la sala de estar

(...)

-¿sabes dónde está Nate? al parecer no está durmiendo- dijo Emily

-estará pensando en esa sala que tiene- dije sentándome en el sofá

-algo así- respondió Nate bajando por las escaleras

-¿no has pegado ojo otra vez?- preguntó Emily

-no- dijo Nate entrando en la cocina

-algo le preocupa, nunca duerme y se pasa toda la noche pensando cuando le tiene cierto temor a algo- dijo Emily

-será quizás lo de la posibilidad de que el asesino se cargue a su objetivo a la vista de todos, o alguna cosa por el estilo- dije

-seguramente. Me preocupa que se esfuerza tanto en algunas ocasiones-

-tienes un gran corazón-

-a veces-

-en fin, me ducho, me cambio y nos vamos pitando a Sedonia- dijo Nate subiendo las escaleras

-¿y eso a que viene?- dijo Emily

-tenemos que tener una pequeña charla con Isabel, la dueña de aquel burdel con pésima decoración. ¡Ah! y no le digáis eso antes de que la interrogue, creo que le caigo bien- dijo Nate señalándonos

Emily y yo asentimos con la cabeza.

-en fin, voy a mi cuarto- dijo Emily subiendo las escaleras

-y yo a por mi placa- dije subiendo las escaleras en dirección a la segunda planta, más específicamente a mi cuarto

El Caso RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora