El diablo tiene nombre [Tom Kaulitz]

Va a acabar contigo

La mejilla me escocía, las lagrimas ya me manchaban las mejillas y el maquillaje de los ojos no era más que la bruma oscura que me llenaba la cara.

—¿Por que hiciste eso?

—Hablaste de más

—Yo solo dije que sería divertido pasar tiempo juntos como antes

—Si, y eso me molesta

—¿Por qué? Estamos yendo a una fiesta y antes de salir me abofeteas

—No es como si yo quisiera estar rodeado de tus estúpidos amigos

Se cruzó de brazos, con expresión molesta

—No tienes que ir si no quieres. Estaré solo un rato, luego volveré a casa

—¿Y dejar que esos imbéciles te manoseen como a una puta?— Levantó una ceja y sonrío —Se que te encantaría pero el único que te toca como a una puta soy yo.

Fruncí los labios, cada día era más irrespetuoso y su sarcasmo no me gustaba para nada.

Me tenía hastiada la pose de chulo con la que cargaba. Mirándome a cada segundo y gruñendole a cualquiera que no le agradara.

Miré mi reflejo en el espejo que tenía delante, había hecho una buena labor con las bases y polvos para cubrir los moratones y arañasos. No, no iba a dejar que me arruinara otra noche, saldría y me divertiría tanto como hasta ahora no había hecho. Tenía 19 años y aprovecharía cada segundo de vida al máximo. Ya tendría edad después para sentar cabeza.

—¿Nos vamos?

—Si no tengo otra opción

—No, no la tienes— Le sonreí cerrando mi estuche de maquillaje y guardándolo en el bolso —Vamos

Bufó y por un momento temí que fuera a protestar, pero no lo hiso. Subimos al auto y yo estaba igual a un niño rumbo a la jugueteria, pero esa felicidad se acabaría apenas llegáramos a la fiesta.

[...]

—¡No la vuelvas a tocar o yo mismo te arrancaré las manos!

—Tranquilízate hermano, yo solo la invite a bailar

—Y una mierda. Ella esta conmigo así que largo

—Tom...— Dije avergonzada —Lo conozco desde el kinder, no trataría nada conmigo

—Quiero irme— Me cortó sin más —Toma tu bolso y despídete de tus amiguitas

—Ni siquiera hemos cenado

—Encontraremos algo en el camino, muévete

Me tomo un poco —Muy— fuerte del brazo y nos encamino a la salida, tuve que pedirle a una de las chicas a la entrada que me despidiera de las demás, excusándome con que me sentí mal y tuvimos que irnos, otra vez, mintiendo por la reacción de Tom.

—Una estúpida fiesta te tiene así, por Dios, que infantil

Dijo rodando los ojos, relajado en su asiento mientras conducía

Estaba enfurruñada en el asiento delantero. Con los brazos cruzados y la mirada fija en el camino

—Eran mis amigos

—No necesitas amigos

Giré la cabeza ¿Enserio?

—¿Supongo que tampoco familia verdad?

—Yo soy tu familia. De ahora en adelante soy todo lo que necesitas.

—Tom, tu no quieres una novia, buscas un saco de boxeo.

Puso los ojos en blanco, ignorando mi comentario y entrando a un autoservicio.

Estaba harta de la situación, ¿ahora tampoco podía disfrutar una fiesta?

Vislumbré una parada de autobuses, un coche de policía y unas cuantas personas al rededor. Escuche a Tom ordenar, luego avanzar hacia la ventanilla, lo observe durante unos minutos hasta que estábamos por salir del lugar.

—Deten el auto— Le dije con calma, aun mirándolo —Me siento mareada

Sorprendentemente no replicó, se orillo y me miró con fastidio.

—De verdad, si este es el momento en el que dices "Voy a vomitar, estoy embarazada, vamos a ser padres" déjame decirte que te voy a botar sobre la carretera.

Negué con la cabeza, sonriendo.

—No es nada de eso, tranquilo— Lo fulminé —Eso demuestra cuanto me amas ¿No?

—Todo lo que te amo

Asintió con sarcasmo

—Pues bien— Me arme de valor —Esta extraña convivencia, hace mucho que no se siente bien. Tu dices no quererme, yo ya no me siento segura contigo así que... ¿Qué demonios estamos haciendo?

El levantó los hombros, restandole interés, lo que solo me hizo enfadar.

—Nosotros ya no funcionamos como al principio. Creo que lo mejor sería que yo volviera a casa y te dejara seguir con tu vida.

Golpeo el volante y se echó a reír.

—¿Enserio? ¿Ese es tu patético intento para terminar conmigo?— Encendió el motor del auto —Cierra la boca

Entró de nuevo en la carretera

—¿A que estamos jugando? ¿Quieres acaso casarte conmigo y tener hijos? ¿Quieres que te de el "felices para siempre" de los cuentos?

—Quiero el "follando por ahora", así que cállate

Suspiré, dejándome caer en el asiento

—No entiendo, si no me quieres en tu vida ¿Por que sigo aquí?— No me respondió, solo negó con la cabeza— Quieres que te lo explique con manzanas, bien.

Condujo otro tramo y entro por un montón de calles desoladas. Ni un alma en casi 1km a la redonda.

—Te explico— Se desabrochó el cinturón —Yo te tengo mientras yo quiera tenerte

—Pero si no quieres que te de hijos o casarte conmigo ¿Porque estas perdiendo tiempo?

—No quiero que me des hijos, pero tal vez algún día si querré.

No entendía nada, entre ponerle atención y verlo desvestirse se me estaba complicando todo.

—¿Para que estas haciendo esto?

—Tú querías que te explicara

Se estaba acariciando en mi cara, trataba de evitar el contacto manteniendo la vista clavada en sus ojos pero la lasividad de su mirada solo lo complicaba más.

—Voy a explicarte "mi amor"— Me tomó la nuca y me besó, metiendo su lengua en mi boca y tirándome del labio hacía abajo. —Algún día, vas a ser la dueña y señora de todo lo que poseo— Se pasó la lengua por los labios —La señora Kaulitz— Un escalofrío me recorrió la columna —Algún día.

Su boca bajo a mi cuello y me dejé hacer, seducida por las palabras.

Me tocó por encima de la tela del vestido, recorriendolo por mis piernas y deteniéndose en el encaje de mis bragas.

—¿Quieres eso? ¿Puedes soportar unos cuantos arañones para ser la mujer de Tom?— Me arqué, temblando cuando frotó mis puntos sensibles sobre la tela. —Responderme

—Si...

Y lo dejé guiarme, bajando la cabeza en cuanto el hizo presión hacia su entrepierna, haciéndolo correrse entre mis labios en medio de aquel oscuro sitio.

PATÉTICO.

Lo que había hecho era patético.