Epílogo

3.3K 205 17
                                    

By Tom

La había matado. Estaba muerta. ¿Cómo había pasado?

Todavía no podía alejar las imágenes que se repetían una y otra vez en mi cabeza como un vídeo sin pausa.

Su hermosa cara había quedado desfigurada por esos malditos vidrios. No debí verla así, todo era mi culpa, ¡Mi maldita culpa!

La mujer que amaba me había abandonado... Ésta vez para siempre.

Me arranqué las lagrimas con el brazo, dándole un golpe al volante y saliendo de la carretera hacía una brecha de descanso. A este paso iba a estrellarme contra algún camión.

Lo cual tampoco sería tan malo en esta circunstancia.

Estando cerca del paso de descanso en el medio de la nada, una sensación extraña me hiso alzar la mirada hacía el retrovisor, "tal vez la luz de algún auto" pensé, pero nada estaba más alejado a lo que había en el reflejo del retrovisor.

Frené el auto de golpe, dándome contra el volante y destrozandome la nariz contra éste, pero ni el aturdimiento podía con el asombro, me arranqué el cinturón de seguridad y abrí de un tirón la puerta, saliendo y mirando directamente la parte trasera del auto... Pero no había nadie.

Retrocedí, el aire frío volviéndome consiente del dolor en la nariz, me doblé hacía adelante, sujetándome la nariz y acomodándola en su lugar.

Grité, las lagrimas habían terminado de caer por mi cara.

¿Acababa de tener una alucinación? Estaba muy seguro de lo que había visto, aquellos ojos fríos y tenebrosos mirándome desde el asiento de atrás, las astillas del auto en su cara y la sangre seca por toda ella. Vigilandome...

Sentí nauseas, giré mi cuerpo lejos del auto y antes de que pudiera siquiera vomitar y sacarlo todo, una silueta se posicionó a unos metros de mi, la misma cara ensangrentada de hacía un momento.

Me llené de horror al solo verla, le grité, la maldije, escupí en ella, pero aquella voz rota dio una escalofriante risa de burla. Abrió la boca y en menos de dos segundos ya la tenía a dos centímetros de mi rostro, pronunciando unas palabras que se van a quedar grabadas en mi memoria para siempre: "Bienvenido al Infierno, Satanás".

El diablo tiene nombre [Tom Kaulitz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora