Capítulo 14: Déjate sorprender por aquello que mereces.

56 10 1
                                    


En el último mes todo había sido para bien. Algunas de las cosas que tanto anhelaba se iban convirtiendo en realidad. Todo lo que había sucedido de alguna manera traería cosas buenas. Lo que parecía un abismo del que nunca saldría se convirtió en una salida. Las cosas con mi familia iban cada día mejor.

Primero, mi mamá con el esfuerzo que hacía arreglando la ropa, o haciendola, se había metido a una academia de corte y confección desde hace mucho tiempo, era por eso que quería ser modista. En poco tiempo logró su reconocimiento y con las ganancias que había logrado haciendo ropa para las demás personas que se habían percatado del excelente trabajo que realizaba, rentó un local el cual en un poco tiempo logró fama. Había hecho una casa de modas. Mi mamá había dado el primer paso para lograr sus sueños. Estaba muy orgulloso de ella por haber decidido hacer todo eso.

Mi hermano había sido expulsado del colegio y no le quedaba de otra que ayudar a mi mamá en el negocio. Mi mamá le pagaba por lo que hacía, ya sea cargando las cajas con los pedidos o ayudando en la limpieza del lugar, sí no le interesaba la responsabilidad de un estudio, mi mamá le enseñaría la responsabilidad de un trabajo. Sólo así era la única forma de mantenerlo ocupado. En varias ocasiones que tenía la oportunidad de hablar con él, lo motivé a que siguiera con sus estudios después de todo, aún tenía mucho por hacer. Había sido un fracaso total en sus estudios, simplemente no le gustaba la idea de cumplir con su responsabilidad.

A mi papá le empezó a ir bien en su trabajo pero ahora también tenía otro. Todos ayudabamos para que la casa de modas fuera todo un éxito. Se había contratado personal para que ayudaran a la fabricación de las prendas así que mi mamá se volvió la jefa del lugar.

Mamá decidió ponerle a la casa: "MMF". Era un nombre original, al parecer sólo ella sabía su significado porque a nadie se lo dijo. Tal vez, mi hermana lo sabía pero sería una locura decírselo a un bebé. Mi mamá le había contratado una niñera y así ella podría dedicarse por completo a su trabajo en la casa de modas.

Nuestras vidas comenzaron a mejorar en cuanto al aspecto económico, comenzaba a tener buena vida junto con mi familia. Empezabamos a mejorar nuestra casa. Habíamos ampliado la casa, pintado y remodelado.

Mi vida empezaba a ser perfecta, nos habíamos vuelto una familia con dinero, claro que sin descuidar nuestros valores... Todo era un sueño.

Mi primo junto con su familia nos empezaron a odiar más de lo que ya lo hacían, supongo por todo lo que habíamos logrado... Pero eso estaba bien.

Mi vida había dado un giro drástico, había empezado desde abajo y ahora estaba subiendo. Y seguiría con la idea de subir más y más hasta donde más lo lograra. La vida me recompensaba unas cosas por otras.

En cuanto a mí, nadie me molestaba ya gracias a la amistad que había logrado con "N", claro que seguían esos comentarios ofensivos sobre mí, a veces no les tomaba importancia. Trataba de ser una de esas personas que no les molestan las críticas sobre sí.

Con respecto a "A", cuando nos cruzábamos en los pasillos a penas y nos veíamos. En una sola ocasión trató de arreglar las cosas conmigo pero me rehusaba a hacerlo. Le tenía tanto odio por lo que había hecho pero aún sentía algo mínimo por él.

Ya no era el mismo sentimiento que sentía por él, comparado al de meses atrás. Me había hecho mucho daño, jugó conmigo y eso era algo que no podía sacar de mi cabeza. Él seguía con sus funciones como presidente estudiantil y lo hacía para favorecerse.

"N" se había vuelto confidente y al parecer mejor amiga de "X", pasaban todos los días hablando y ellas dos habían hecho muy fuerte su amistad. "X" se dejó de hablar con "Mf" tal vez por que se sentía mal porque antes ella era con la que pasaba más tiempo y ahora sólo lo hacía con "N".

Creo que "Mf" había entablado una amistad con otra chica pero nunca mencionó su nombre. Aún así seguí hablando con "Mf" pero ya no tanto como en un principio, hablabamos sobre "D", estaría dispuesto a hacer algo por ella en cuestión de ese chico pero sin que ella lo supiera...

Me sentía mal porque cada vez nuestro grupo de amigos se iba desintegrando. "SS" y "SP" de vez en cuando se alejaban de nosotros y se iban por su lado. Fue así como terminé sólo con "N" y "X".

Cuando decidí tomar el taller de "Industria Maderera", para actividades extra "AG" también se había inscrito para tomar esa clase conmigo. Me explicó todo lo que había pasado con respecto a "A", dijo que sabía que haría todo eso pero que no precisamente me lo haría a mí. No podía seguir enojado con ella así que volvimos a ser amigos como antes.

Tenía a mis amigos y eso era lo más impotante, aunque sólo pocos de ellos se quedaron.

Desde que decidí cambiar habían llegado personas super geniales, empecé a ser notado cada vez más, estaba dispuesto aún a lograr mi objetivo principal: ser representante general como presidente estudiantil, el cual ya no sería derrumbado otra vez pero, ¿de qué tanto sería capaz para lograrlo? Me planteé varias veces esa pregunta, ahora sí nadie me derrumbaría. Aún quedaba mucho por hacer, estaba sólo dando pequeños pasos... No quería volver a caer en el hoyo de antes, no estaría dispuesto a volver a amar como lo hice, a volver a entregar mi corazón, ésta vez ya no.

Si Alguna VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora