✿ t r e s.

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«La aqua-marina corría con prisas, buscando con su mirada un lugar para refugiarse. Justo cuando volvía de su instituto, la lluvia había caído sin aviso, causando que todo su uniforme y pelo se mojara drásticamente. El frio que hacía se le calaba por su interior, sintiendo la necesidad de ir a casa, más estaba tan lejos que no soportaría la idea de llegar completamente mojada y aparte, muerta del frio.

Sus ojos encontraron fugazmente la parada del autobús, la cual era refugiada por un árbol, el cual, lograba tapar un poco la lluvia. Se detuvo y se sentó, abrazándose a sí misma.

Los minutos pasaban y la lluvia no disminuía ni un poco, así que cerró sus ojos, queriendo tomar una siesta. Sus oídos oyeron como alguien pisaba el agua con fuerza, corriendo hasta su dirección. Al levantar su mirada, se encontró con un peli-azul, el cual respiraba agitadamente. Y entonces, aquel encuentro sus destinos unió».

Miku despertó agitada, haciendo que sus largos cabellos taparan su visión. Toco su corazón, el cual latía como loco debido al sueño que había tenido. Había recordado como Kaito, su "novio" le había conocido y de paso, le había robado el corazón. En aquellos tiempos, Miku no era para nada risueña ni alegre. Era gracioso como había cambiado tanto por una persona que ya no trataba de mirarla. Suspiro y escucho como las gotas de lluvia golpeaban ligeramente la ventana. El mundo no estaba a su favor.

Se paró de su cama y le dejo desordenada, pues aunque fuera responsable con la pastelería, en su casa no lo era. Su cuarto era un desastre y era un milagro que lo limpiara por las buenas. Sus pies, al momento de tocar el piso, sintieron un frio desagradable. Su piel logro erizarse un poco, más después se calmó y abrió la puerta de su cuarto, para encontrarse con un ambiente cálido.

Oía como una alegre canción de piano sonaba, iluminando la casa. Oía risas y voces, más se extraño. Al final sonrió y agarro su largo cabello en una coleta alta, para después bajar las escaleras —aun con pijama—. Al bajar, la música se hacía más alegre y fuerte, ocasionando que la chica saltara de las escaleras —de una distancia prudente— hasta el suelo. Camino rápidamente hasta llegar a la sala de estar y encontrarse como el rubio tocaba fácilmente el piano, moviendo sus dedos como si de plumas se tratara.

Su madre y padre se encontraban bailando un vals alegre, algo que le sorprendió pero le causo una pequeña risa. Su hermano Mikuo seguía con la vista en el teléfono, más en su cara habitaba una bella sonrisa. Cerró la puerta con extremo cuidado, esperando no molestarlos y sentó en el sillón más cercano, recargando su mejilla en su mano izquierda, con sus ojos cerrados, escuchando como la música iba y venía.

Sintió una mirada en ella y con una sonrisa, busco al perteneciente. Len le miraba preocupado, tratando de buscar su dedo, más aún seguía tocando tranquilamente el piano. Miku le sonrió, mostrándole su dedo y el rubio suspiro, aliviado.

La madre de Miku, Hana, se dio cuenta de aquella pequeña escena, más siguió bailando con su marido, Ren. Mikuo alzo su vista un poco emocionado y rápidamente se acerco a Len, quien le miro, un poco extrañado. La aqua-marina trato de escuchar la conversación, más sus oídos se distrajeron con la música, haciendo imposible el escucharle.

Extremadamente dulce 【Miku x Len】.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang