Capítulo XIII

300 21 1
                                    

Isabelle y yo nos miramos con los ojos muy abiertos llenos de emociones encontradas, pero ahí donde los míos demuestran miedo y aversión, los de ella muestran fuerza y determinación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Isabelle y yo nos miramos con los ojos muy abiertos llenos de emociones encontradas, pero ahí donde los míos demuestran miedo y aversión, los de ella muestran fuerza y determinación.

Krain se retuerce en el suelo y veo una brizna de material alquinatroso surcando por la herida en su abdomen. Nunca antes había notado esa reacción en nuestras heridas, generalmente suelen cerrarse con suficiente tiempo y ya.

— Creo que deberían llevarme con Al — dice Krain y cae rendido. Por su cara inmaculada y labios morados cualquiera podría decir que acababa de morir, pero no es más que un efecto secundario a la pérdida de sangre.

— Hay que llevarlo pronto, esa mancha negra está empezando a subir — murmura Isabelle al tiempo que lo toma por debajo de los hombros e intenta levantarlo. Me quedo perplejo por unos segundos, parte de mí dice que sería mejor dejarlo como está y esperar a que la sustancia haga su trabajo, pero por otro lado, fui yo quien provoqué esas heridas malditas. Sé que si en un caso algo malo le pasara a Krain, no podría cargar con la culpa —. Phil, no te quedes ahí parado, ayúdame.

Sin decir una palabra tomo sus piernas y juntos lo alzamos.

De camino hacia la sala general donde supongo debe estar metido Al, aprovecho para meditar sobre todo lo que Krain me ha dicho.

— Isabelle ¿Crees que está diciendo la verdad?

Ella regresa a mirarme pensativa y suspira — No creo en él en lo absoluto, demasiadas contradicciones y enredos, Al se veía como una persona confiable, y Andrew, bueno... pasé junto a él mucho tiempo, es algo raro pero no creo que para arriesgar el futuro de Leonor.

— Pienso lo mismo, pero no sé qué hacer, la guerra iniciará en poco, debemos elegir si confiar o no.

— La guerra vendrá de todos modos, y en este punto, lo mejor que podemos hacer es mantenernos apegados al plan.

— Podríamos irnos — sugiero sorprendiéndome a mí mismo —. Haz notado que mientras hemos estado aquí, no ha venido nadie, ni siquiera un demonio o carroñero, parece que fuéramos fantasmas, si un día desapareciéramos no creo que nadie se daría cuenta.

— Claro que lo he notado, pero que tiene que ver eso con irnos aún si nadie nos viera ¿Acaso hay algún lugar a donde escapar?

Me quedo pensando en el plan que mencionó Garell, una posible tangente a todo esto.

— Puede que haya una forma— respondo inseguro de mis palabras —, no tengo claro cual, pero trataré de averiguarlo.

— Philip — empieza a decir ella con su voz autoritaria pero calmada que suele usar para temas serios o delicados —, solo tienes suposiciones y en este momento necesitamos hechos, la única salida es luchar y ayudar en lo que sea posible. Solo quiero hacer mi último intento por salir de aquí. Y si es que no funciona, puedo quedarme contigo y probar tu alternativa.

Inferno: RadianceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora