Adiós huida, cuando sentí sus labios sobre los míos fue inesperado, sentir la suavidad de su beso que buscaba y ansiaba más me hizo olvidar por unos segundos de que se trataba de un desconocido. Lo empuje lo suficiente para alejar su boca de la mía, me miro con una sonrisa provocativa que estaba comenzando a afectar mi cerebro, le mostré una mirada molesta.
-¿Cómo te atreves a besarme?- pregunte incrédula intentando zafarme de sus fuertes brazos, ver mi lucha por mi liberación parecía divertirle porque seguía sonriendo.
-No le veo problema, ya nos habíamos besado antes y si no nos hubieran interrumpido habríamos...-
-¡No lo digas!- exclame acalorada porque podía que tuviera razón.... Qué vergüenza.
-Iba a decir que nos habríamos conocido mejor ¿En que estabas pensando? - pregunto burlón acercándose a mi rostro para volver a besarme, yo aparte el mío completamente ruborizada.
-Déjame en paz, suéltame, debo irme...-
-En la fiesta...-
-¡Estaba borracha! Así que deja de mencionarlo- exigí molesta, vi en su rostro esa diversión que me enojaba más, seguramente lo hacía apropósito.
- ¿Segura? Yo creo que...-
- ¡Pues no creas nada! - exclame interrumpiéndolo.
-Si dejaras de interrumpirme sabrías que esa noche...-
-No quiero saberlo, así que me dejas ir o... llamare a la policía- interrumpí amenazándolo ahora con una sonrisa.
Lo escuche gruñir por lo bajo, cosa que me alegro, si le irritaba mis interrupciones se lo merecía por molestarme sacando el tema de la fiesta a colación, y yo estaba dispuesta a irritarlo mucho más, me aparte el cabello del rostro y sonreí otra vez.
-Bueno, si ya no tienes más que decir me voy antes de que de marque por ayuda y diga que me quieres secuestrar- dije, pero era claro que al tal Nick le importaba muy poco lo que yo quisiera porque nuevamente me tenía atrapada entre sus brazos, pensé en liberarme pero no lo hice, era inútil cuando sabía que no iba a soltarme por mucho que quisiera, y menos al ver en su rostro seriedad que fue remplazada por burla cuando vio mi expresión ¿era su payaso, o qué?
-No soy estúpido nena, no creas que te voy a dejar ir así de fácil, si quieres márcale a la policía... si es que puedes liberarte- murmuro contra mis labios, llevo una de sus manos para profundizar el beso y no pudiera apartarme de él; sin darme cuenta de lo que estaba haciendo me encontré acercándolo más y respondiendo a su beso. Me estaba volviendo loca al besar a un maldito extraño que podía ser peligroso, además ¿por qué dejaba que lo hiciera?
Mi cerebro volvió a funcionar cuando sentí algo extraño en mi pierna, estaba casi fundida en su abrazo que lo sentía con claridad, con la poca cordura que me quedaba me aparté de él bruscamente para que viera mi rostro lleno de asco.
-¿Qué ocurre?
-Qué asco me das, suéltame- exigí cuando me tomo del brazo, Nick estaba desconcertado, note como llevaba una de sus manos a su pierna, estaba horrorizada ¿ahora que iba a hacer el pervertido, y en zona pública?
Saco su celular.
-¿Si?- respondió él teléfono al tiempo que me sentía humillada, rezaba para que no se diera cuenta en qué diablos me estaba refiriendo unos momentos antes.
Con la cara roja de vergüenza decidí aprovechar la oportunidad de que Nick estaba distraído para largarme y no volverlo a ver; mi reacción fue demasiado lenta, no sabía si era como un libro abierto o él podía leer la mente (una tontería, pero ya no pensaba con claridad) porque me había aferrado a él tomándome por la cintura, tenía nuevamente esa gran sonrisa, solo esperaba que no fuera porque supiera lo había estado pensando.
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FORBIDDEN KISSES ©
Teen FictionSi no hubiera asistido a esa fiesta y besado a un desconocido las humillaciones no habrían bendecido mi vida. Lo peor era que cuando creí que me había librado del inicio de una vida de llena de desastres, el demonio con sonrisa de ángel había vuelto...