─No tiene nada de malo mamá solo les informo a los habitantes el cómo es esto de ser conde Snowdon ya que ningún otro conde tiene que hacer esto─
─Si pero ellos no deben de saberlo, si tú tampoco deberías de saberlo─
─Como dije madre se rompieron reglas─
─Dylan ¿Por qué haces esto?─
─No tiene nada de malo madre, ahora si me disculpan tengo que cortar el listón─
─Hermano, ¿Por qué siempre arruinas todo?─
─No eh arruinado nada Sybill, solo dije lo que tenía que decir─
─Pero casi todo el tiempo lo que tienes que decir no lo debes de decir─
─Supongo que no tengo nada que decir ante eso─
─Sí creo que será mejor que vayas a cortar el listón, para así podernos ir antes de que lo arruines más─Y así fue, Dylan se dirigió a la entrada de la mina donde estaba puesto el listón, el simplemente no sabía que hacia pues pensaba en las palabras que le dijo Sybill, solo corto el listón y dio por terminado el evento. Todos subieron al auto, Dylan tuvo que irse en la parte de adelante, eso le sirvió para pensar bien todo lo que había dicho en la presentación, se dio cuenta que nada tenía que ver con la mina o su nueva apertura, simplemente se arrepentía. Desde la parte trasera su hermano Alfred observaba como él estaba todo pensativo y arrepentido.
─Bueno llegamos─
─Buenas tardes mi lord ¿Cómo les fue en la presentación?─
─Bien supongo, igual mañana te enteras en los periódicos si algo salió mal─
─Espero que no mi lord─
─Yo también lo espero─
─Por cierto mi lord, Lady Alaska y Lady Erika las esperan en la biblioteca─
─Ya están aquí, pero Alaska me dijo que llegarían por la tarde─
─Al parecer Lady Erika y Lady Alaska se pusieron de acuerdo para llegar temprano y a la vez─
─Gracias Barba, dígales que subimos a cambiarnos y que la condesa viuda y sir William les harán compañía mientras bajamos─
─Claro mi lady, enseguida les avisare, otra cosa que desee mi lady─
─No Barba, gracias─
─Mi lord cree conveniente que deba de avisarles a todos que se cambien para la cena─
─Si me parece que debes avisarles a todos, aun así estaremos tomando el té, ya es un poco tarde para que preparen el comedor para la comida─
─Entendido mi lord─Todos entraron, Barba se dirigió hacia la biblioteca donde les dijo a Lady Alaska y Erika que estarían con la presencia de la condesa viuda y sir William mientras los demás subían a cambiarse, ambas fingieron una sonrisa al enterarse que estarían con la condesa viuda, a ambas les agradaba la condesa, pues tenía muchas aventuras que contar pero no podían estar con la presencia de sir William, se les hacia un poco aburrido y muy engreído.
─Hola Lady Alaska, ¿Cómo están tus padres?─
─Bien fueron a Nueva York, con un familiar de mi madre─
─Y tú no fuiste, ¿Por qué no fuiste a conocer por allá?─
─Cosas por las cuales creo que la aburriría y haría perder su valioso tiempo─
─Hola Lady Isobel, ¿Se acuerda de mí? Soy Erika Herbert─
─Si, si niña, deja que Alaska cuente por qué no fue con sus padres─
─Creo que mejor voy por una taza de té─
─Lady Isobel, no quiero ofenderla pero no contare porque no fui con mis padres─
─Bueno tienes razón, creo que soné un poco espía al preguntártelo─
─No tiene de que preocuparse, en ningún momento me sentí ofendida─
─Y dime Erika ¿Cómo le va a tu familia?─
─Supongo que bien lady Isobel, mi padre últimamente ha estado menos ocupado de lo que estaba─
─Que buena noticia, supe que estuvieron a punto de perder el título─
─Pues creo que debe de decirle a quien se lo dijo, porque a lo que nosotros sabemos nunca estuvimos a punto de perder el título─
─Oh ya veo, Barba tardaran en bajar los demás─
─Ya no tardaran condesa viuda─
─Hola chicas, ¿Cómo han estado?─
─Hola Lady Snowdon, estamos bien –contestaron ambas─
─Dylan y Alfred no tardan en bajar, Sybill ya venía bajando las escaleras─
─Bueno al menos alguien con quien hablar de mientras─
─Oh ya veo Lady Alaska─
─Hola─
─Hola Sybill─
─Sybill, sabes algo de tus hermanos─
─Alfred apenas salió de su cuarto y Dylan creo que tardara un poco más─
─Bueno al menos Alfred les hará compañía─
─Sybill ¿Podrías venir un momento?─
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Secretos de Woburn Abbey
Ficción históricaConoce los secretos de esta familia aristócrata del siglo XIX, al igual que los secretos de los sirvientes del castillo. Ve como la vida le pone obstáculos a Dylan Monroe los cuales puede que afrente junto a todos o lo dejen solo en la vida. Por...