La tragedia.

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Capítulo 10

8 de Abril de 1912

Ha pasado un año desde que escribí en este libro, no pasaron muchas cosas interesantes, solo lo de siempre, las peleas y reconciliaciones de la familia, las recaídas de sir William con el alcohol. La mina se mantiene en pie pero hace unos meses vi como Dylan estaba preocupado por los informes de la mina, la condesa viuda siempre actúa como si no supiera nada y que nada malo va a pasar, al parecer ha habido muchas experiencias fuertes para ella pues decidió en la cena de anoche que se irían a nueva york en el viaje inaugural de un buque de la "White star line". Dylan les pago el pasaje a ambos con la esperanza de hacer las paces con ellos, la condesa viuda los acepto y por una vez en su vida le agradeció al joven conde.

Desde lo ocurrido con Dylan y Alaska, ella no le deja de enviar cartas a las cuales sé que no contesta, solo algunas, la familia no sabe que Alaska quiere casarse con Dylan, pues si se llegan a enterar lady Alice y la condesa viuda lo fosaran a casarse con ella y a lo que he visto él tiene otro amor pues se le ve feliz y parece como si nada le importara cada vez que hablan de ese tema en el comedor o cuando toman el té.

─Buenos días, señora Mason─
─Buenos días señor Barba, le puedo hacer una pregunta aprovechando que todos están arriba─
─Claro─
─ ¿Cómo le ha ido con su hijo y su antigua novia?─
─Va todo bien, le dije a Mary que trajera al niño a conocer el pueblo y de paso conocerlo yo a el─
─Que maravilla y en cuestión al dinero─
─Si se refiere a que un les envió dinero, pues ya no desde que usted me dijo el error que estaba haciendo─
─Me alegro por usted señor Barba, entonces supongo que me podrá pagar lo que me debe─
─Lamento desilusionarla pero aun no tengo lo suficiente para pagarle, eh tenido que hacer unas compras y que quede sin dinero─
─Si ya veo, bueno supongo que tengo que esperar más─
─Le repito, lo lamento y le prometo que le daré su dinero lo más pronto posible─
─Entiendo señor Barba, creo que debo subir para ver si todo está bien─
─Claro, yo seguiré aquí ordenando las cuentas─

Todos estaban arriba limpiando las habitaciones, aprovechando que la familia entera había salido, Dylan junto a su ayuda de cámara se fueron unos días a Manchester, donde Dylan tenía unos asuntos que resolver. Lady Alice y lady Sybill fueron a Francia donde llevan más de una semana, por su parte sir Alfred está en Liverpool, todos regresaran el día de hoy así que el personal se puso a limpiar para dejar todo impecable antes de que lleguen.

La condesa viuda es la primera en llegar pues ella no salió a ningún lugar y se quedó en el condado a descansar antes de su viaje que será en dos días.

─Buenos días condesa viuda─
─Buenos días Barba─
─Que la trae por aquí─
─Bueno quería revisar y saber cuándo llegan todos─
─Hoy por la tarde mi lady─
─A entiendo, bueno sería un poco cansado para mí y el chofer regresar y volver a regresar. Lo ves si nada más decirlo cansa─
─Adelante mi lady, ¿Quiere que le preparen algo?─
─No así estoy bien─
─Entendido─
─ Barba ¿Cuánto tiempo crees que tardarías en conseguirme una nueva doncella personal, que esté dispuesta a irse conmigo a nueva york?─
─No lo sé mi lady supongo que, semanas─
─Ya veo, ¿No crees poderla conseguir antes?─
─Veré que puedo hacer mi lady─
─Y por favor esto no se lo comentes a nadie, me encargare yo de decírselo a Dylan─
─Claro, como dese─
─Y de paso consigue un ayuda de cámara para mi hijo William, digo ya que te vas a tomar las molestias de buscar una doncella─
─Claro mi lady, ahora con su permiso iré a redactar el anuncio para enviarlo lo antes posible─
─Si ve, yo espero aquí a que lleguen─

Barba bajo a su despacho donde se puso a redactar el anuncio, la señorita Mason entro para informarle que la condesa viuda está en la biblioteca pues ella pensaba que él no lo sabía.

Secretos de Woburn AbbeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora