Conoce los secretos de esta familia aristócrata del siglo XIX, al igual que los secretos de los sirvientes del castillo. Ve como la vida le pone obstáculos a Dylan Monroe los cuales puede que afrente junto a todos o lo dejen solo en la vida.
Por...
Durante ese rato Dylan se disculpó y subió a su habitación, en donde saco papel y lápiz. En ese papel redacto una especie de plan bastante detallado donde ponía claramente horarios donde se tenían que hacer cierto trabajos, todo parecía como si lo hubiera planeado un malévolo villano de esas novelas que a diario se leían en el castillo.
Por fin llegó la noche y Dylan daría su primer paso del plan, ese plan tan macabro que hasta el día de hoy no puedo dejar de ver. Al entrar Wilton y el hijo de Barba, el cual estaba nervioso por atender a mi lord.
─Tranquilo Tomas ¿Te puedo decir así cierto? ─ ─Como usted desee mi lord –dijo apenado─ ─Tranquilo –dijo con una sonrisa─ ─Bueno ya empecemos que si no luego se hace tarde mi lord –dijo Wilton un poco molesto─
Y así fue empezó Tomas a vestir a su señoría, aunque suene raro Dylan no se llegó a molestar en ningún momento pues estaba vez le tuvo paciencia a un nuevo empleado. Cuando todos nos enteramos abajo pensábamos que por fin había cambia mi lord y se venía una nueva era donde todo sería mejor.
Durante la cena todos hablaban sobre el viaje que harían la abuela y el tío William a New York.
─Dylan me dijo Anna que habías contratado a nuevo personal─ ─ ¿Eso te dijo? –volteo a ver dudoso a Thomas─ A si pero no es para nuestro servicio si no para el de la abuela y tío William─ ─Ah enserio, también me dijo que estabas un poco nervioso al hablar con ellos y que tú mismo te tomaste la molestia de bajar a verlos─ ─Si madre lo hice y no veo por qué se deba de cuestionar ese asunto como si fuera erróneo el haberlo realizado─ ─Tranquilo Dylan solo preguntaba, pues se me hacía raro de tu parte ser tan cortes con nuevos empleados─ ─Pues tal vez nunca te dieras cuenta pero desde que era pequeño eh tratado de ser buena persona con los sirvientes, pero como siempre tu estas más ocupada en ver los chismes─ ─Dylan no te permito que le hables así a mamá─ ─Y tu ¿Quién eres para decirme tal cosa? Tu mejor preocúpate de tu discapacidad─ ─Cuantas veces te tengo que repetir que no es una discapacidad Dylan, lo que tiene tu hermano es una enfermedad la cual no tiene cura─ ─Por esta vez me disculpare, pero quiero que le dejen en claro a Anna que no habrá otra oportunidad para ella─ ─Ella no la tocas Dylan, y si lo haces sabes que te costara muy caro─ ─Lo se madre pero a veces debemos de pagar un precio alto por algo que tenga efectos agradables─ ─Siempre arruinas todo hermano─ ─No eres la primera en decírmelo Sybill─
Después de la cena todos se fueron a sus habitaciones, nadie tenía ganas de seguir platicando. A excepción de Dylan que se quedó en la biblioteca Después de un rato el hijo de Barba entro pues iba a apagar la chimenea como su padre le había pedido.
─Disculpé mi lord no sabía que estaba aquí─ ─Tranquilo Tomás, en efecto yo no debía estar aquí─ ─Bueno creo que volveré después─ ─No mejor me voy yo, mañana será un día muy pesado y debo descansar─ ─ ¿Quiere que mande a Wilton para que lo vista? ─ ─No yo lo hare solo, si aún sigue abajo por favor dile que ya también se vaya a descansar─ ─Sabes, es una lástima que te tengas que apartar de tu padre, ahora a penas que lo conociste─ ─Realmente me doy cuenta que no era lo que mis abuelos me decían, hay veces en que nuestra familia trata de manipularnos a su antojo pero aun así debemos de quererlos pues son nuestra familia─
Dylan subió a su habitación donde se cambió y se fue a dormir.
A la mañana siguiente Dylan estaba preparando los últimos detalles de su plan, cuando de pronto entro Wilton con la ropa limpia y recién planchada. ─Hola mi lord─ ─Hola Wilton ¿Cómo te va? ─ ─Muy bien mi lord─ ─ ¿Qué era ese problema, que me iba a contar hoy? ─
─Mi tío nos escuchó la otra noche─ ─Eso quiere decir ¿Qué? ─ ─Que debemos de hacer lo imposible para que no le diga a mi mamá─ ─Pero ¿Cómo si él se va a ir hoy? ─ ─Tengo un plan el cual estuve ideando todo el día de ayer─ ─Cuéntame suena un poco interesante─ ─Lo primero es que el hijo de Barba acepte, una vez acepte será la segunda fase en la cual el tendrá que actuar solo y por ultimo volver para cobrar su paga─ ─Pero es el hijo de Barba ¿Cómo esperas que acepte? ─ ─Fácil es un joven deseoso de dinero─ ─Pero se lo contara a Barba─ ─De eso también me encargare, espero y pueda mantener el secreto, lo más seguro es que se lo diga cuando estemos en el muelle antes de que suban el barco─ ─Pero... Pero... olvídalo sé que lo conseguirás─ ─Calo, siempre consigo todo lo que me propongo─ ─Y dime ¿Cuándo iremos a América? –dijo dándole un beso─ ─Pronto muy pronto –lo abrazo─ ─Que emoción y más al pensar que estaré contigo─ ─Sera mejor que baje, no quiero atrasar más el viaje de la abuela─
En efecto todos habían bajado a desayunar, la abuela y el tío William habían llegado justo a tiempo para desayunar también, ya traían todo el equipaje que iban a necesitar. El mayordomo encargado del cuidado de la casa había entregado las llaves y recibido el dinero de su despido pues ya no lo ocuparían más por un tiempo. Pero la abuela no quería que aun estuviera ahí trabajando pues ella no sabía si regresarían pronto. Dylan esta vez trato de aprovechar los últimos momentos con su abuela, pues a pesar de que no la quería mucho, aun así ella era quien cuidaba de él cuándo sus padres se iban a Manchester, secretamente Dylan la veía como una mamá a pesar de todo el odio que le demostraba.
Después de desayunar todos apresurados se fueron directo a la estación de tren pues si tardaban un minuto más tanto el tren como el barco los dejaría.
Antes de partir Barba se despidió de su hijo y le dijo que debía de cuidarse y cuidar a su madre, ambos lloraron y se dieron un fuerte abrazo.
Durante el camino Dylan aprovecho para llevar a cabo su plan, antes de subir el arreglo todo para que él y Tomas estuvieran en el mismo vagón, les explico cada detalle del plan y le entrego las hojas con los horarios en los que debía de actuar.
─Señor seguro que no me van a sancionar por estos actos─ ─Tranquilo te doy mi palabra de que no pasara nada─ ─Si todo sale mal─ ─Si todo sale mal, ahí si tendrás tu sanción─ ─Entendido señor, cumpliré todo como usted ordene─ ─Otra cosa, gánate la confianza de mi abuela, haz todo lo que ella te diga, por más absurdo que sea hazlo─ ─Pero eso para que─ ─Porque cuando mi tío se caiga accidentalmente del barco ella sufrirá mucho y tu serás el único en quien podrá confiar durante el viaje─
Tomas quedo pensativo pues él creía que su madre tarde o temprano descubriría que el intentaba matar a sir William. Finalmente llegaron al embarcadero donde vieron el gran barco llamado Titanic ese famoso barco el cual hacia su viaje inaugural, el pasaje lo consiguió Dylan atreves de los amigos de la familia, fue un regalo que le hizo a la abuela pues ella quería ir ya desde hace tiempo a América pero no quería ir pues creía que era un gasto innecesario.
Al llegar empezaron a bajar el equipaje del carro, algo que la madre de Tomas se le hizo raro fue que había una maleta de más a nombre de Tomas, ella lo dejo pasar pues en ese momento pensaba que era un regalo de Barba.
Estando ahí Dylan se despido de la abuela con un fuerte abrazo, fue tan placentero ese abrazo que hizo llorar a la abuela y a su mamá, era como si Dylan supiera que algo fuera a pasar, como si ella no fuera a volver nunca más de América. Todos se despidieron de la abuela y el tío William, Dylan solo le dio un fuerte apretón de manos a su tío. Al final Sybill abrazo a Dylan y le dijo emocionadamente yo te quiero y te apoyare en todo, lo se mi tío me lo dijo pero tranquilo no diré nada.
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