Capítulo 2.

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La máquina expendedora de comida era una desgraciada. Después de haber gastado cinco dólares en un paquete de seis galletas prefiero esperar hasta la cena, pero sí no me las como habré desperdiciado mi dinero. Comencé a sacar una por una las pequellas galletas para poder degustarlas en dirección hacia el salón de música. Se supone que hoy debemos trabajar en la obra de teatro del viernes para él baile de otoño.

Seguí de largo por el pasillo mientras comencé a escuchar la melodía de un piano, era suave y delicada, como sí fuera alguien con demasiado conocimiento.

Paré en frente de la puerta de dónde provenía el sonido y me subí en mis puntas para lograr ver por la rendijilla de la pared.

¡No lo podía creer!

Pensé despues de leer el nombre que estaba limpiamente grabado en la chaqueta del equipo de natación varonil. Bieber.

Justin Bieber es un gran nadador, con una actitud humilde. No es de los típicos chicos que son arrogantes y creídos llenos de chicas rubias por doquier. Pero, por el contrario, es alguien muy misterioso, no suele ser de los que puedes llegar y hacerle plática, él tiene que comenzarla.

De pronto sentí mis pies adormecidos, por lo que perdí por completo el equilibrio; caí golpeando los casilleros de al lado generando un ruidoso sonido que ocasionó el término de la melodía que él tocaba.

Cuando me levante y tome todas mis cosas entré para pedir disculpas, pero el salón estaba vacío, como si nunca nadie hubiese estado allí. Desde ese momento comencé a preguntarme si lo vi realmente o imaginé todo.

-Ivy, que bueno que has llegado.-la maestra Montgomery llegó cargada de bolsas, bolsas y mas bolsas.

-Déjame ayudarte.- corrí hacia ella para poder rescatar lo que estuviera a punto de caer.

-Gracias, linda. Hay un tráfico tremendo en toda la ciudad por la gente que viene para el desfile de mañana.-decía mientras abría las ventanas y juntaba hojas tiradas por doquier.

"El desfile" es una celebración que se hace cada año por nuestra escuela, para celebrar el comienzo de las competencias deportivas en nuestro sector, al cuál, tengo que asistir por estar en el equipo de natación.


-Antes de comenzar con la primera canción, quisiera saber sí no conoces a alguien que te pueda ayudar en algunas piezas con el otro piano. ¿Sabes de alguien?.-me miró con nerviosismo.

-Eh, no conozco a...

-¿Podrías buscar a alguien? Por favor, Ivy. ¿Sería demasiado pedir?

-Creo... creo que lo podría intentar. Pero no te prometo nada.

-Maravilloso, querida. Maravilloso.

-Así que, ¿con cuál canción iniciaremos?-miré por la ventana hacia el campo de fútbol.

-¡Es el fantasma de la ópera, linda!-lo cantó haciendo que su voz desafinara lo que causo una risa profunda en mí.-Te ríes ahora Ivy, pero ya verás cuando me presente en los grandes escenarios.

-Y yo estaré ahí en la primera fila de pie cuando termines.-le sonreí.

Más que una maestra para mi, Abby ó la señorita Montgomery para la la mayoría, es una gran amiga. Ella fue la "culpable" de que comenzara a tocar después del accidente.

-¿Ivy?

-¿Eh?

-¿Estás lista?

-Lista.- contesté mientras me sentaba en el piano repitiendo la melodía que había escuchado unos minutos atrás.


CROWL | Justin BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora