-Deja de mirarme de esa manera. Me pones más incómoda de lo que ya estoy.-susurré mientras me encogía en mi lugar.
-Lo siento, pero aún sigo sin creer que estés aquí.-dijo mientras señalaba el lugar a su lado en el banco, invitándome a sentarme.
Dude por un instante si debía hacerlo ó no. Correría el riesgo.
-Pues, creélo. No soy un fantasma.-dije dirigiéndome hacia el sin dejar de mirarlo.
-¿Por qué estás aquí, Ivy?
-¿Qué? ¿Acaso ya no puedo visitar a mi mejor amigo de la infancia?
-Después de cuatro años es demasiado extraño.-levantó una ceja.
-Bueno, sí. De hecho aún no entiendo porque nos separamos. Solíamos ser inseparables. ¿Qué nos pasó, Justin?.-desvíe mi atención de él y me gire para quedar frente a las teclas del piano.
Do. Re. Mi. Fa. Sol. La. Si. Do. Toqué varias veces en un silencio incómodo.
-Tengo varias cosas que hacer. ¿Qué necesitas?.-volvió a insistir.
-Vengo a pedirte un favor.
Guardo silencio indicándome que continuara.
-¿Podrías tocar conmigo en la obra del teatro del viernes?.-giré para ver su reacción.
-¿Delante de toda la escuela?.-preguntó.
-Sí...
-No.
-¿Qué?
-Dije: "no".- me miró como si fuera la cosa mas obvia del mundo.
-Pero, yo creí...
-Pues creiste mal.-se paró dirigiéndose a la ventana que daba al lago.
-Por favor, Justin. Eres mi única esperanza.-rogué.
-Ya te dije, tengo muchas cosas que hacer. Sin contar la parte de que no he vuelto a tocar para público desde..-paró bruscamente cuando se dio cuenta de lo que estaba diciendo.
-Oh. Lo entiendo. Pasé por lo mismo.-confesé.
Un silencio demasiado incómodo invadió la habitación por lo que decidí hablar.
-Entonces, supongo que debería irme.-un nudo en mi garganta se formó.
Corrí sin más hacia mi auto, sin importar sus insistentes gritos y todo lo que estuviera delante mío. Me subí al coche y arranqué viendo su imagen en el retrovisor, dejando salir un montón de lágrimas al darme cuenta de lo que había ocasionado.
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-¿Qué hiciste qué?-Kelsey rugió.
Había llegado a mi casa hace una hora y necesitaba platicar con alguien.
-No tenía otra alternativa. Era mi única opción.
-Después de todo lo que me contaste aquella vez, no debiste volver a entrar en su vida de un golpe.-ella tenía razón.
Después de perder contacto con los Bieber, Kelsey se mudó dos años después a Warmhood. Ella me sacó de mis días depresivos por la pérdida de mis mejores amigos y se convirtió en una de mis confidentes. Le conté lo que pasó aquella vez; cuando sólo eramos unos niños.
-No pude pensar en otra cosa, Kels.-suprimí un sollozo.
-Y te entiendo, Ivy. Supongo que esto podría traer algo bueno. Tal vez recuperes tu amistad con él.-me consoló.
-Creéme, amiga. Podrá pasar todo menos eso... Sabes, creo que necesito descansar. ¿Nos vemos mañana?
-Claro. Descansa, y ya verás como todo se arreglará.
Me dejé caer en la cama mientras pensaba en como un día podía cambiar todo.
-Toc, toc.
Levanté mi cabeza para ver a mi mamá de pie junto a la puerta.
-Hola.-sonreí.
-No escuché cuando llegaste.-se sentó a mi lado.
-Supongo que no hice tanto ruido.
-Ya está la cena lista. Tú padre y yo queremos hablar de algo con tú hermana y contigo.-dijo.
-¿Qué es?.-pregunté alarmada.
-No es nada sobre lo que debas preocuparte. Anda.-me dio un beso en la frente mientras salía de mi habitación.
Me puse mis pantuflas y salí al pasillo donde me topé con Iri, mi hermana mayor.
-¿Sobre qué crees que quieran hablar?.-preguntó mientras cruzaba su brazo con el mío.
-La verdad, no tengo ni la menor idea.
Bajamos juntas las escaleras. Al llegar vimos a papá con una su delantal y unos guantes sosteniendo una cacerola. Me acerqué para ayudarle y aproveché para saludarlo.
-Hola, mis amores. ¿Cómo les fue hoy?
Nos sentamos todos en la mesa para comenzar un agradable velada familiar. Estuvimos hablando por largo tiempo cuando llegó la hora de "la noticia".
-Tenemos algo que decirles.-comenzó mamá.
-Es algo que a su madre y a mi nos ha llenado de una inmensa alegría, y estamos seguros de que de sentirán igual.
-¿Qué ocurre?.-decidí preguntar.
-¡Su hermano regresa de Canadá!
Una sonrisa apareció en mi cara cuando procesé la noticia. Ian se fue por un año a Canadá por un intercambio de Hockey. Era su sueño, y aunque a todos nosotros nos dolería no verlo por un tiempo, sin duda alguna debía ir.
-Pero, también les tenemos otra gran noticia. Jazzy se vendrá a vivir con sus tíos.
Mi sonrisa desapareció por completo al igual que la de Iri.
-¿Qué ocurre? No les agradó la noticia.-preguntó mamá preocupada.
-No, no es eso. Es solo que nos tomo de sorpresa.-respondió mi hermana.
-Sí. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que la vimos.-contesté para calmarlos.
-Espero que se lleven igual como cuando eran unas niñas.
-Nosotras también lo esperamos.
Mi hermana y yo nos ofrecimos a limpiar para poder tener tiempo de platicar.
-Sabes lo que significa, ¿cierto?.-dijo Iri.
-Claro que lo sé. Pero no sé sí estoy lista para esto.
-Me siento igual. Para los seis va a ser difícil vernos a diario sabiendo el pasado que tenemos.
Terminamos de acomodar la vajilla y nos dirigimos a nuestras habitaciones.
Entré, aventé mis pantuflas y caminé directamente hacia la foto que aguardaba en mi pared. Fue tomada un día antes de que Jazzy se fuera; podía ver cada uno de nuestros rostros, iluminados por unas gigantes sonrisas que delataban nuestra felicidad.
Recuerdo cuando hicimos la promesa de estar siempre juntos, nos encontramos en el muelle del lago y se nos ocurrió tallar nuestros nombres en un pedazo de madera. Yo juré siempre cumplirlo, pero cuando cada quién tomo su rumbo la promesa me hizo dudar de sí realmente estábamos destinados a ser amigos ó sí solo fue un momento en la vida.
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CROWL | Justin Bieber
FanficCreer conocer a una persona, por un largo periodo de tiempo, no siempre puede significar saber absolutamente todo sobre ella. Obviamente, todos tenemos secretos, secretos que probablemente no tú mismo sabes que tienes. Pero de eso se trata, ¿cierto...