Un abogado

849 91 14
                                    

Caminó en el estrecho pasillo que separaba una oficina de la otra, iba a tiempo; siempre a tiempo.

Se sentó en su lugar y sacó los papeles del portafolio.
No necesitaba revisarlos, sabía lo que contenía, él mismo los redacto.

Su secretaria y su discípulo entraron unos momentos después. Ella venía con cara amargada que desapareció cuando lo vio, le sonrió y le deseo los buenos días, saludo que fue contestado con un simple asentimiento de cabeza.
Su "discípulo", como le llamaban en el bufete a los recién egresados de la carrera, le dio un saludo mas formal que incluía un fuerte apretón de manos.

Bruck sabía que todos los discípulos trataban de dar buena presentación y parecer más profesionales de lo que realmente eran aún, él mismo paso por ese tiempo, donde, si te dejabas, los socios y los abogados que ya tenían un nombre se aprovechaban de cualquier error que te vieran y las burlas y el menosprecio llegaba mas rápido que una sentencia de culpable.

Así que su discípulo Greg Luhier, era un chico de 24 años con grandes ojos castaños que siempre parecían ávidos de nueva información y un cerebro dispuesto a procesarla a la velocidad de la luz.

Aiden o mejor dicho Bruck ya que en el despacho todos lo llamaban por su apellido, a única excepción de el Señor Miller, encontraba agradable a este chico. Era el séptimo discípulo que tenía, solo llevaba 3 años como abogado oficial de este bufete y ya le bastaba con lo que había visto en los anteriores chicos para saber que Greg sería diferente y, probablemente terminaría con una oferta del gran Dennis para que formara parte de la elitista lista de abogados de este despacho.

Se sentó a su lado, de inmediato empezó a hablar del asunto que los tenía a las 8 de la mañana ya tan activos y con solo 3 horas de sueño a lo mucho.

-Abogado, le dije a Petrie que no cejará, la posibilidad de obtener la contraparte de ese supuesto testigo...

-También hable con Petrie-- fue toda la seca respuesta que Greg obtuvo de él.

Bruck era un abogado de pocas
palabras y no le gustaba andarse por las ramas. Nunca contestaba algo que no quería contestar y jamás daba explicaciones. Era audaz e inteligente, y mas reservado que cualquier persona que el hubiese conocido antes.

Llevaba siendo su "discípulo" 4 meses y no le había logrado conocer absolutamente nada de su vida personal.

Tuvo que preguntarle a su secretaria, Julia, si Aiden Bruck era casado, ya que lo ponía a trabajar hasta en días feriados y no tenía noción de que el día disponía de 24 horas, de las cuales, se duermen como mínimo 8.

En estos 4 meses Greg no recordaba haber dormido mas de 4 horas diarias. Entendía el porqué Aiden Bruck poseía el renombre que tenía en tan poco tiempo.

Julia le informó que el abogado era divorciado, rematando sus palabras con: "Dedícate a trabajar y deja de meter la nariz en lo que no te interesa".

A Greg no le quedo duda del porqué, Bruck, era divorciado. Nunca había visto a un sujeto mas serio y mas reacio a conversar de trivialidades que ese hombre.

Incluso le sorprendía que alguna vez hubiese estado casado, estaba seguro que ninguna mujer encontraría divertido una cita con Bruck a menos que fuese igual de amargada que él.

Greg era un nerd, así se lo decían en la facultad, pero a pesar de eso, tenía (o tuvo mejor dicho), vida social y sexual, cosa que el abogado parecía desconocer.

Los clientes que esperaban esa mañana, llegaron, y la junta de revisión inició.
Bruck hablo con su característico tono que no admitía "peros" y que te dejaba con la absoluta certeza que él podría con todo y que tú, le pagarías sin objetar sus honorarios con los ojos vendados.

Salieron de la pequeña sala despidiéndose y Bruck de inmediato tomó su celular para seguir trabajando, dando ordenes a Julia que no escribía nada porque no lo necesitaba, tenía una memoria absorbente, eso, su discreción y seriedad; fueron por lo que gano el empleo junto al abogado promesa.

Greg fue apabullado con más trabajo del que creía posible realizar en 6 horas, que era lo que le restaba del día laboral, y se vio a sí mismo cancelando la salida que tenía anotada en su agenda desde hacía 2 meses. Ahora comería de nuevo pizza y trabajaría hasta las 2 de la mañana si bien le iba.

Bruck entró a su despacho y cerró la puerta sin decir nada más. Greg suspiró resignado y Julia se sentó en su escritorio en un silencio sepulcral, de inmediato poniéndose manos a la obra en las peticiones del abogado.

-¿De verdad estuvo casado?- cuestionó Greg sin creerlo posible.

-Te había dicho que eso no es de tu incumbencia- alegó Julia con su voz amarga y el leve toque de reprensión, sin levantar la vista hacia él.

-Es que él debe haber olvidado que no todo es trabajo. Tengo casi 4 meses sin salir a la luz del sol o de la luna.

-¿Te estas quejando?- interrogó la mujer que ahora tecleaba con una gran velocidad en la computadora.

-Yo solo digo que...

-Que tienes suerte de haber sido asignado al Sr. Bruck, eso deberías decir y pensar; hay muchos que mandan sus currículum para que él los cobije y tú estas quejándote a solo 4 meses, ¡Qué perdida de tiempo!

-No es queja. Bueno sí, pero no me quejaría si no tuviera esta cita con una de las mujeres más hermosas del planeta.- Sonrió sin notarlo- No la pospondre; me costo cerca de 3 años que ella aceptará salir a cenar conmigo.

-Los hombres- resopló Julia despectiva- No importa que tanto se crean profesionales, siempre dejan todo a un lado cuando se trata de la posibilidad de tener sexo con una mujer.

-Eso no verdad, no todos los hombres. Aiden debe tener sexo mientras trabaja o quizá sea eso, no tiene sexo y por eso trabaja.

-Para ti y cualquiera, sigo siendo señor Bruck o abogado- dijo el interludido a sus espaldas, sacándole a Greg un susto de muerte -Y el sexo es tan indispensable, como que tú me presentes lo que te he pedido dentro de 5 horas, a menos que desees la carta donde prescindimos de tus servicios por insatisfactorios.

Greg se quedo ahí parado sin saber que otra cosa hacer.

Bruck paso de largo dirigiéndose hacía el ascensor mientras escucho el mascullar de una palabrota con la voz de Greg, quien después de un momento farfulló claramente:

-Debo hablar con Vic.

Bruck se detuvo una milésima de segundo al escuchar ese nombre, y se vio a sí mismo pronunciando esas mismas palabras hacía tantos años.

Se vio corriendo a los ascensores con el celular al oído pidiéndole disculpas a su chica porque no llegaría temprano debido al trabajo, ella siempre le contestaba con un: "tranquilo, entiendo; solo tendrás que pagarme con creces tu ausencia". Eso significaba cientos de besos y caricias, junto a noches llenas de risas y promesas en su cama.

Sintió un poco de remordimiento por este chico, que tal vez no tuviera la fortuna de tener una Vic como la que fue suya.

El remordimiento no duro mucho, al final dejo pasar ese sentimiento.

De igual manera, sin importar lo extraordinaria que ella fue, y lo extraordinario que ambos fueron juntos, su relación terminó ordinariamente; como la mayoría de los matrimonios que él había ayudado a disolver.

Era mejor que el chico de una vez terminará sus aspiraciones de encontrar alguna mujer que le acompañará más de una noche. Y si la encontraba, que supiera que el amor tiene cosas que superar, que a veces simplemente no se superan, ni con todo el amor del mundo.

Bruck siguió su camino sin decir una sola palabra, sin voltear atrás, si no miro cuando la dejo a ella: ahora no lo hacía por nada, ni por nadie.

======================
Así es como se me presentó él en mi cabezita...

Déjenme saber su opinión por esta historia por fa...

Besos
Gracias
Lyla

DÉJAME IRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora