Antes del amanecer(Harry & Hermione)

26. Navidad en la Madriguera Pt.2

-Harry cariño, ¿Puedes pasarme el caldero que está en el armario de abajo?- dijo la señora Weasley mientras agitaba su varita para revolver una sopa y picar verduras al mismo tiempo. Harry asintió y se acercó dudoso a uno de los estantes del armario.

-¿Este? -Preguntó Harry antes de abrirlo.

-Ah.. Sí, sí -Dijo Molly sin mirar a Harry, mientras centraba su atención en los cuchillos que se movían de un lado a otro rebanando  zanahorias y un par de cebollas al mismo tiempo.

El pelinegro abrió el armario y se sorprendió al no encontrar nada más que latas de comida, comenzó a buscar entre medio de la montaña de comida sin éxito cuando sintió un ligero toque en el hombro. Volteó su cabeza y ahí estaba Ginny.

-No creo que tengas mucha suerte buscando ahí- Dijo mirando el armario- ya que lo que buscas está por allá -dijo señalando un estante en la otra esquina de la cocina.

-Oh, gracias Ginny-Dijo con una titubeante sonrisa y sacudiéndose el cabello. Ginny asintió con el esbozo de una sonrisa. 

Harry se dirigió al estante que había señalado la pelirroja con más confianza pero al abrir se llevó la desagradable sorpresa de ver el estante lleno de calderos, de todo tipo de tamaños, colores y condiciones, unos sobre otros formando una montaña negra con tonos cobrizos por doquier.

-Eh... Esto.. ¿Ginny? ¿Puedes ayudarme aquí un segundo?

-Ah... Se me había olvidado ese pequeño detalle.

-¿Pequeño?- Dijo Harry con una risa que Ginny acompañó-¿Por qué tenéis tantos calderos? Hay como unos 200 aquí.

-Qué quieres que te diga.. -Dijo encogiendo los hombros- Somos muchos Weasley por aquí -Dijo volviendo a reír, Harry también rió.

-Chicos.. No quisiera interrumpiros pero necesito el caldero-Dijo la señora Weasley guiñándoles un ojo, gesto que hizo sentir a Harry ligeramente incómodo.

-Oh, sí, ¿qué número? -Preguntó Ginny.

-26.

-Está bien-dijo Ginny comenzándo a buscar entre los calderos- aquí tienes- Dijo levantándose y dejando el caldero al lado de la montaña de verduras que los cuchillos habían acabado de picar. A un lado del caldero lucía un número 26 de unos 7 cm que lucía de un color dorado llamativo. Ingeniosa idea para localizar entre tantos calderos, pensó Harry.

-Gracias Ginny... cielos chicos, me encanta veros así - Dijo Molly mirándolos con ternura. De repente apareció Hermione bajando las escaleras. Harry tragó saliva.

-¿Necesita ayuda en algo, Molly? - Preguntó con una pequeña sonrisa mientras se acercaba a la cocina- Oh, no los había visto; Hola Ginny, hola Harry- Dijo agitando su mano. Ginny le devolvió el saludo.

-No gracias Hermione, solo le estaba diciendo a los chicos lo bien que se ven juntos ¿No te parece?

-Ah... sí, por supuesto. -Dijo tratando de sonreír.

-Mamá, ya basta -Dijo Ginny con las mejillas encendidas

-Lo siento Ginny, es que me es imposible verlos y no imaginarlos en un altar -Dijo Molly juntando sus manos con emoción- Además no se por qué te molesta, antes no solíais ser tan tímidos -Harry se volvió a sacudir el pelo al recordar la enorme cantidad de veces en que él y Ginny eran sorprendidos besándose. No solían tener mucho pudor para demostrar  un poco de su cariño en frente de la familia Weasley, aunque generalmente el más tímido era él y no Ginny.

-¿Por qué no me dejan sacarles  una foto mientras se dan un abrazo? -Dijo Molly entusiasmada- ¡Iré a buscar la cámara!- Dijo antes de desaparecer.