~ ...Más rápido imposible... ~
Me despierto con un dolor de cabeza espantoso, me siento y me doy cuenta donde estoy, en el cuarto de juegos, y Derek se encuentra en el sillón de al frente durmiendo aun, hay botellas de vino en el suelo y la caja de pizza arriba de la pequeña mesa ratonera.
Me levanto y voy en busca de café, es lo único que me ayudara en este momento, prendo la cafetera y saco una taza y demás para prepararlo. Me fijo la hora y son las 9:30, llevo una hora y media tarde para el trabajo, genial. Me sirvo el café y tomo un poco, me siento y me masajeo un poco la sien, para sacarme un poco el dolor de cabeza.
-Buenos días Liz- dice Derek y salto por la sorpresa, había olvidado que estaba aquí, asiento hacía en forma de saludo y sonríe.- Dolor de cabeza, no?-dice y asiento otra vez y sigo haciéndome masajes y vuelve a sonreír.
-Déjame, ya lo hago yo-dice sacándome las manos de mi cabeza y como no tengo ni fuerzas para pelear, ni modo, que lo haga el.
-Dios, eres genial haciendo masajes-le digo, cuando ya estoy un poco más relajada.
-Gracias, ahora te toca a ti, me estoy muriendo del dolor de cabeza.-me dice y me rio ni lo aparenta su cara, cambiamos de lugares y le empiezo hacer masajes, después de unos minutos suena su celular, paro para que atienda.
-No pares, si no moriré aquí.-me dice y rio otra vez, le sigo haciendo masajes, mientras el atiende su llamada.
-Hola papá ¿cómo estás?-dice aun con los ojos cerrados.- sí, estoy bien, solo se me hizo tarde-dice y para, para escuchar lo que le contesta el.- claro estaré ahí.-dice y sigue escuchando la respuesta de su padre, pero de repente abre los ojos y me mira con una sonrisa enorme y dice- Estoy en la casa de mi novia Liz.- me rio levemente por eso, menos mal que le dije que no le dijéramos a nuestros padres aun, cabeza dura.-Claro padre te la presentare en algún momento.-dice y paro de reír, eso no me causa risa. Derek ve mi cara y dice.- Claro padre pero estamos ocupados con el trabajo, la semana que viene será.-mi humor vuelve con eso y le agradezco con una leve sonrisa. – Está bien, yo le diré, adiós.-dice pero tiene una sonrisa de alegría y con eso vuelve a cerrar los ojos.
-Mi padre quiere conocerte, estaba muy enojado por lo que no había ido al trabajo, pero al solo nombrarte se fue su enojo, solo así.-dice y se ríe. –Gracias Liz-me dice mirándome fijamente con una leve sonrisa.
-De nada-le digo y sonrío con el.-pero no estoy preparada para conocerlos como tu novia, me da un poco de vergüenza por así decirlo, aunque sea falso.-le digo haciendo una mueca cuando digo falso.
-Lo sé, por eso es mejor esperar un poco, pero mi padre no quiere esperar, así que tenemos que ir nosotros o vendrá el de sorpresa, y lo hará ahí nomás sepa que vivimos juntos Liz.-me dice paro de hacerle masajes y me pongo a servirle un café para él y rellenar la tasa para mí.
-Está bien, la semana que viene será, pero será en la noche, no puedo perder más horas de trabajo Derek.
-Lo sé yo igual, por muy emocionado que este mi padre, aun así me matara.-me dice
- Con el trabajo no se juega.-le digo y sonreímos.
-Así es, tengo el día libre y pienso aprovecharlo mudándome, ¿me ayudas?- me dice haciendo puchero y me rio, me hace acordar a la relación que tenía con Sebastián, que era más como mi hermano, que como cuñado. Sera por eso que me siento muy cómoda con él, porque lo veo como un hermano más que otra cosa.
-Claro, déjame llamar a la oficina.-le digo y agarro mi celular y llamo a John, atiende al instante.
-Hola John, hoy no iré, puedes encargarte de la empresa, por favor, te lo recompensare.
-Claro Liz, ¿algo anda mal? , no me asustes.-dice con un tono preocupado.
-Nada está mal John, no te preocupes, solo me tomare el día libre. –le digo mirando de reojo a Derek que no me quita la mirada de encima.
-Está bien te lo mereces, te quiero niña, cuídate si?- me dice como siempre, a pesar de ser solo unos años menor a él, John siempre me ha tratado como una niña pequeña, y es el único que sabe lo que pase, y paso con la muerte de August, pero no se mete en eso, el solo me cuida como su hermana pequeña, desde lejos, será tanta la amistad que tengo con él y su esposa, que me eligieron como su madrina de matrimonio. Si le tengo que agradecer a alguien seria a él, por no abandonarme a mí, ni a la empresa.
-Gracias John lo hare, cuídate tú también, mándale saludos a María, te quiero, Adiós. –le digo sonriendo, mientras termino la llamada.
-¿Quién es John?-me dice Derek mirándome fijamente, pero sin expresión alguna.
-Mi amigo y gerente general, ya lo conocerás en algún momento.-le digo yéndome por el pasillo para darme un pequeña ducha y cambiarme.-Puedes usar tu habitación para ducharte si quieres, lo que necesites hay ahí, estás en tu casa Derek-le digo antes de entrar a mí habitación.
Pongo en el celular una lista de reproducción que prepare para las duchas, me desvisto rápidamente y entro en la ducha, como cambiaron las cosas solo en unas horas nada más, pero por primera vez desde la muerte de August, me siento bien y no me siento sola.
Canto un poco mientras me ducho como lo hago siempre, odio el silencio, necesito ruido siempre. Pero de repente siento la puerta abrirse y paro de cantar, me asomo por el costado de la cortina y miro hacia la puerta, donde se encuentra Derek mirando con cara de divertido hacia mí.
-¿Qué Haces?-le digo mirándolo con enojo.
-Lo siento, llame a la puerta pero no respondiste, solo quiero un cepillo de dientes.-dice, mientras sube las dos manos como señal de paz.
-Ahí abajo hay-le digo señalando el tocador donde lo guardo todo, cuando veo que ya está agarrándolo, vuelvo a seguir con mi ducha, pasa como un minuto y aún no he sentido la puerta cerrarse, me acerco otra vez por un costado, y lo veo lavándose los dientes, frente al espejo, lo miro con cara acusatoria.
-No había pasta tampoco-dice con la boca llena de pasta y saliéndose por los costados por la sonrisa que puso, lo miro y me rio.
-Dios, que voy hacer contigo.-digo para mis adentro mientras vuelvo a mi ducha, mientras sonrío.
-Escuche eso-dice y me rio, por otra vez hablar en voz alta.
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~Volviendo a la Realidad~
RomanceQué pasa si de un día para otro tu vida se destruye? Cambia de tal forma que pierdes el equilibrio en la vida, el sentido a la vida.. Pero todo cambia con el regreso de mis padres, debí saber que con ellos , venían malas noticias. Quieren que me...