Capitulo 11

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       “Las cosas van tomando forma”

8 meses pasaron desde que Derek y yo vivimos juntos, hemos estado muy bien juntos, salimos a comer en las noches algunas veces con amigos y otros solos, almorzamos juntos la mayor parte de los días, los domingos nos pasamos en él sillón con una maratón de películas y palomitas de maíz o con la cena sobre nuestros muslos. La verdad que Derek se ha convertido en más que un amigo, se ha convertido en un hermano.
Voy hacia su despacho ahora y entro sin avisar, ya que parece que a su secretaria le caigo mal y me deja esperando por horas afuera y siempre tengo que llamarlo para avisarle que estoy ahí, y ella solo dice: “Lo olvide, lo siento señorita”, ya me di cuenta de su juego, le gusta Derek, tendría que darse cuenta de que yo no soy competencia, pero como todos creen que somos novios, no voy a corregirla, aunque si lo conociera de verdad se daría cuenta cuando Derek está mintiendo sobre nuestra relación , ya que hace una cosa extraña con la nariz mientras miente, gracias a eso le puedo ganar en el truco, es muy fácil conocerlo, Pero no todos lo logran.
Entro y está hablando con un empleado, ya lo había visto varias veces con él antes, está enojado, lo noto en su rostro y ojos, aun no se ha dado cuenta de que estoy aquí, sigo caminando hacia a él y es cuando levanta la mirada y me ve, sonríe al instante y yo lo hago con él.
-Liz, que bueno verte.- dice mientras se levanta de su silla, me da un casto beso, y me abraza, tomando por completo mi cuerpo entre sus brazos, algo está mal, el solo me abraza de esta forma cuando algo lo preocupa o lo entristece.
-¿Que está mal Derek?-le digo en el oído aun abrazándolo.
-Problemas con la empresa, hablaremos en casa mejor.-dice aun sin soltarme, pero mueve la nariz, miente. Pasa un minuto y escucho una garganta aclararse, y es cuando salimos de nuestra pequeña burbuja y nos damos cuenta de que no estábamos solos.
-Oh, lo siento Edgard, puedes irte ahora, terminaremos nuestra reunión en otro momento-dice en tono serio, que he descubierto que es su tono habitual para hablarle a los demás, solo conmigo o con sus padres lo cambia.
Cuando Edgard se va nos sentamos en los sillones que se encuentran frente a su escritorio. Espero un poco a que hable, es irónico ya que habla todo el tiempo tonteras, pero cuando tiene que hablar enserio no dice nada, es como si fuera otra persona cuando se pone así.
-Está bien Derek, ¿Qué pasa?-le digo ya no aguantando más su silencio.
-No es buen momento ahora Liz, hablaremos en otro momento, si?- me dice mirándome a los ojos.
-Está bien, si no quieres hablar, comeremos entonces.-le digo sonriéndole, y cuando digo la palabra “comida” me da una leve pero sincera sonrisa. Si algo he aprendido de este tiempo que he pasado con Derek, es que su debilidad es la comida y obviamente la usaré de mi parte esta vez.
-Como decirte que no.-me dice y nos dirigimos hacia la puerta, salimos y le sonrió cuando lo miro, me sonríe y agarra mi mano y con su pulgar traza leves círculos en mi mano, y me causa un leve escalofrió.
-No hagas eso, me da cosa.-le digo con voz baja.
- ¿Por qué?-me dice levantando una ceja.
-No lo sé, solo lo hace.-le digo haciéndome la misma pregunta a mi misma en mi mente.
-Qué extraña eres.-me dice bromeando mientras se ríe y le doy un leve codazo en su estomago como respuesta, se ríe hasta que le llega el dolor de mi golpe, sonrío con suficiencia ante su silencio.
Llegamos hasta mi auto y decidimos ir a comer a un lugar cerca que tiene comida vegetariana, que hemos ido varias veces ya. Después me pregunta cómo ha ido mi día hasta ahora y le cuento el nuevo proyecto en el que estoy trabajando, me emociono con el tema y sonrió, le digo que si mejor quiere cambiar e ir a casa a comer. No responde así que doy vuelta hacia su dirección para verlo y mi sonrisa se desvanece. Esta apoyado sobre el respaldo de la silla mirando por la ventanilla hacia la nada en sí, con un cara preocupada, pensativa y triste a la vez. Cambio de dirección sin esperar respuesta, tendrá que decirme lo que pasa, quiera o no.
-Por eso, me voy a mudar de la casa, si estás de acuerdo con eso Derek.-le digo un poco más alto, tratando de llamar su atención.
-Claro, entiendo.-me dice aún mirando hacia la nada, pero de pronto su cara se gira hacia mí rápidamente con su cara notablemente preocupado o asustado. Y dice.- ¿Qué…? ¿Te vas?
-Al fin logro que me escuches.-le digo sonriendo por su reacción.
- ¿lo harás?- dice aun con cara de asustado.-Dime Liz, por favor.
-No lo haré.-le digo guiñando un ojo y sonrió, mientras el suelta un largo suspiro de alivio. –Pero si sigues sin escucharme te aseguro que te hare dormir en la casa de tus padres.-le digo sonriendo y él me devuelve la sonrisa con una leve risa.
-No juegues conmigo mujer.-me dice sonriendo aun.
-En que piensas.-le digo interesada por su preocupación.
- Ya te lo dije Liz, hablaremos en casa.-me dice dándose un leve masaje en la frente.
-Genial.-le digo sonriendo cuando estoy dando la vuelta hacia nuestra casa.- Por que ya llegamos.-le digo aún sonriendo. Mira hacia su alrededor y nota donde está, me mira, sonríe y dice.
- Como siempre, me sorprendes, ya me tienes mujer.
Entramos a nuestra casa y voy directo a la habitación a cambiarme, me pongo un cómodo pantalón corto y mi camiseta favorita de August. La que uso solo para dormir o estar en casa. Salgo de la habitación y marco al lugar de comida vegetariana y pido algo para ambos.
-Hace mucho que no usabas eso.-me dice Derek sorprendiéndome y salto con el sonido de su voz.- Lo siento no quería asustarte.-dice riendo.
-Que divertido.-le digo sacándole la lengua pero sonriendo, y él hace lo mismo riendo aún.-Siempre la uso, ya sabes para dormir.-digo respondiéndole y él solo asiente pensativo.
-¿Aún lo extrañas, verdad?-me dice, pero no me mira.
-Siempre lo haré.., mañana iré de nuevo a verlo, ¿me acompañaras, verdad?.-le digo sacando un vino y un par de copas. Derek a estado yendo conmigo cada viernes de la semana a ver a August al cementerio, las primeras veces solo se quedaba a un costado hasta que yo estuviera preparada para irnos, había veces que yo pasaba horas sentada ahí llorando, pero el igual se quedaba a mi lado.
Pero con el tiempo el empezó a sentarse conmigo y a preguntarme sobre cómo nos conocimos, como nos enamoramos y demás cosas de mi relación con August, y de a poco fui dejando de llorar y solo reírme de mis recuerdos con Derek a mi lado, Agradezco tanto eso.
-Lo siento, no creo que pueda, iré a ver a mi padre.-dice y vuelve a poner esa cara perdida y triste, y al instante lo entiendo, su padre, eso es lo que lo tiene así.
-¿Derek, que pasa?-le digo dejando la botella de vino y poniéndome en una silla que está a su lado.
-El está empeorando Liz.-dice y de la nada empiezan sus lágrimas a caer.-El está muriendo.-dice y lo abrazo tan fuerte como puedo y se deja llevar y pequeños sollozos salen de su ahora débil cuerpo.- Muriendo Liz, no quiero perderlo…,no quiero que o, me siento tan impotente por no poder ayudarlo.
-Tranquilo, todo va a estar bien.-le digo abrazándolo mientras llora en mis brazos, agarro su cara y la levanto para que me mire y le saco un par de lagrimas de su rostro y le digo.- Tranquilo, yo estoy contigo Derek, no te dejare solo…. -nos miramos fijamente ambos sin decir nada mas,
-Lo sé…-me dice al cabo de unos segundos, minutos no lo sé. Y lentamente se va acercando hacia mí, yo me quedo ahí atónita, y sin saber que hacer hasta que sus labios están sobre los míos, no sé qué es lo que pasa, no puedo apartarme o no lo quiero, no lo se, mis ojos empiezan a cerrarse lentamente y mis manos se trasladan hacia su cuello y mi estomago se contrae cuando voy dejándome llevar con él, con Derek.
Su mano cae a mi cintura y la otra en mi mejilla, mientras me besa lentamente, pero apasionado a la vez, de pronto me sujeta fuertemente la cintura y se levanta de la silla conmigo en sus brazos y yo enrollo mis piernas en su cintura, y se dirige hacia la habitación, y solo sigo ahí besándolo, dejándome llevar en sus brazos. Pero antes de pasar la puerta de mi habitación el timbre suena, sacándonos de nuestra burbuja, y volviendo a la realidad. Abro mis ojos y el sé encuentra mirándome como si esperara a que yo tome la decisión de seguir hacia mi habitación o abrir la puerta.
-Deberías abrir.-le digo con voz muy baja sacando las manos de su cuello. Y él me baja lentamente y solo asiente. Se da la vuelta y se dirige hacia la puerta, y voy atrás de él y me quedo en la cocina, hasta que el vuelve con nuestra comida, pero ya no tengo hambre.
-Me iré a dormir, puedes comer sin mí, si quieres.-le digo dirigiéndome al pasillo y dándole la espalda.
-No me darás las buenas noches Liz...-dice con voz débil y apagada mirándome directamente a los ojos cuando me doy vuelta. Sé el significado a través de sus palabras. Asique camino lentamente hacia él me pongo al frente suyo agarro sus mejillas con mis manos y hago que baje su cabeza hasta mis labios y planto un casto beso en su frente.
-Buenas noches Derek.., que descanses.-le digo, y me dirijo a mi habitación.
Me acuesto en mi cama y miro directamente al techo y me hago una sola pregunta a la que no encuentro respuesta. ¿Qué demonios hice?

~Volviendo a la Realidad~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora