“Cayendo en sus brazos”-Derek despierta.- le digo moviendo su brazo. Sigue sin moverse, muevo más fuerte su brazo aún.- Vamos Derek, despierta...-le digo y de pronto con su mano me golpea en el brazo tratando de hacer que lo suelte.- Demonios Derek.-le digo agarrando mi brazo por el dolor del golpe.
-Dios, Liz lo siento, no me he dado cuenta que eras tú...-me dice agarrando mis manos y sentándome a su lado en la cama.-Lo sé, ¿pesadillas otra vez?-le digo mirándolo como examina el lugar golpeado en mí brazo y el solo asiente en respuesta.- Algún día tendrás que contarme que es lo que sueñas para ponerte así...- le digo mirándolo aun.
-Algún día Liz, algún día...-me dice aun mirando mi brazo.
-Espero que ese algún día sea pronto.-le digo y el solo asiente otra vez.-Porque si no tendrás que cocinar y comer solo.-le digo sonriendo tratando de aligerar el ambiente.
-Que chistosa.-me dice ahora sonriendo.- Si cocino nadie comería o moriría en el intento.-dice y me rio por eso.
-Por eso comerás solo.-le digo mientras me rio y él me pellizca la nariz suavemente sonriendo mientras dice.- Es mala usted señorita…
No sé porque pero ese gesto hace que deje de reírme al instante y que mi estómago se contraiga y contenga el aire. Y él solo agarra mi mejilla con su mano y traza leve círculos en el cómo hace con mi mano.
-Liz, debemos hablar de lo de anoche.-me dice aun trazando círculos en mi mejilla. Y con eso se acerca lentamente y va a besarme lo sé, pero no puedo mover mi cuerpo o no quiero moverlo no lo sé. Y me besa pero es sumamente lento, no hay esa pasión, es más como amor. ¡Demonios!
-Derek ya basta, tengo que irme… nos veremos después.-digo levantándome de su cama y alejándome de él dándole la espalda.-Liz, vendrás conmigo a la casa de mi padre, ¿verdad?-dice, pero no me doy la vuelta.
-No lo sé.-digo y solo salgo de la habitación dirigiendo al trabajo.
¿Por qué pensé en amor y Derek en la misma oración?. En qué demonios estaba pensando, que es lo que me hizo pensar así, si yo quiero a Derek pero como un hermano, ¿verdad? Si obvio que así es, yo nunca amaré a alguien más que no sea August, no puedo sentir amor, no puedo.
-No Liz, Piensa no puedes volver a amar, no puedes.-me digo a mi misma en voz alta dentro de mi auto mientras estoy en el estacionamiento, sin poder bajarme y dejar de pensar en Derek y en mi falta con August, porque asi se siente, como si lo estuviera traicionando.
Trabajo hasta el mediodía y no aguanto más, debo salir de aquí y pensar bien lo que hice y lo que haré. Y ya sé dónde voy a ir a pensar.
Estoy aquí, recostada a su lado mirando su lapida, donde sobre sale su nombre en letras plateadas y negras.-August, te extraño lo sabes, ¿verdad? -le digo mirando y esperando una respuesta. Resignada me doy vuelta mirando el cielo.
-El me beso, sabes…-le digo pensando en Derek. –Sé que no quieres escuchar pero necesito decirle a alguien y en ti es en quien más confió…-le digo y termino la oración con un suspiro.
-Él no es nada parecido a ti -le digo.- Me pelea todo el tiempo, no me deja trabajar cuando estoy en casa, y si lo hago me molesta hasta que lo deje. Usa la mayoría de mis cosas, hasta mi cepillo de dientes, ya que parece que su cepillo no puede durar una semana en el baño sin que lo pierda, ¿puedes creerlo? -le digo riéndome con eso.- No le gustan los merengues, ¿a quién en el universo no le gustan?, no se aún como vive en mi casa.-le digo sonriendo.-Su cocina es nefasta, ni el perro del vecino se quiere comer su comida, y lo sé, porque lo he intentado.-digo otra vez riéndome.- Es totalmente desorganizado, su habitación no dura un día ordenada y eso que vive conmigo, imagínatelo viviendo solo, se pierde la casa en su desorden.-digo imaginándome mientras sonrió y pasan unos minutos en silencio.
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~Volviendo a la Realidad~
RomanceQué pasa si de un día para otro tu vida se destruye? Cambia de tal forma que pierdes el equilibrio en la vida, el sentido a la vida.. Pero todo cambia con el regreso de mis padres, debí saber que con ellos , venían malas noticias. Quieren que me...