~ ...Nuevas reglas ...~
-Claro.-Dice esperanzado.- ¿Cuáles?
-La primera es que no vamos a dormir en la misma habitación-digo y el asiente.- Segundo, mientras estés conmigo no puedes estar con ninguna otra mujer, no importa lo falsa que sea esta relación, no lo harás, si no, estás fuera.
-Claro, lo entiendo, igual no te faltaría el respeto de esa manera Liz, quiero que seas mi esposa y te respetare como tal.-me dan escalofríos cuando dice la palabra esposa.
-Tercero, viviremos en mi casa-digo y el asiente escuchando atentamente.- Cuarto, nada de fiestas en casa, lo digo enserio.- le digo con una mirada fulminante.
-Claro, pienso retirarme de todo.
-No digo eso, puedes salir a fiestas o juntarte con tus amigos, solo que no fiestas en mi casa, si quieres puedes traer amigos, pero no fiestas. Si puedes vivir con eso acepto, ¿y Derek que decides? –le digo esperando su respuesta.
Lo piensa un momento en silencio y dice después de unos minutos.
-Está bien, pero yo también tengo mis reglas también.- dice y asiento para que siga.- Primero nada de hombres si estás conmigo, así que si estas saliendo con alguien, se acabó-me dice con cara seria remarcando cada palabra.- Segundo nada de visitas de hombres si yo no estoy en la casa, amigos o no amigos.-dice y asiento para que prosiga.- Tercero cuando estemos en público me debes de tomar la mano y besar de vez en cuando, más cuando estemos con mis padres, si no, no lo creerán.
-Primero y segundo fácil, lo acepto.-digo y el asiento para que prosiga.- y de la tercera está bien la mano, pero nada de besos, ya mucho es darte la mano.-digo un poco sorprendida por su normalidad al hablar de besos cuando no, nos conocemos para nada.
-No estamos de acuerdo con la tercera entonces.-me dice y me sorprendo.- Si queremos llegar a un matrimonio en un tiempo, tenemos que tener una verdadera relación de novios que se quieren casar y para eso, para mí.- Dice enfatizando las últimas palabras.-Es necesario los besos.-me dice.
-Está bien…,- digo pensando un poco nerviosa con el tema.- ¿Pero solo enfrente de los demás verdad?-Si enfrente de los demás, pero tienes darme las buenas noches siempre que estemos en la misma casa, este quien este, eso es muy importante para mi.-me dice serio, pero veo que quiere decir algo más, pero no lo hace. -Por favor, eso si no se puede cambiar.-me dice con tristeza en su vos.
-Está bien…-digo porque ya no sé qué decir, no sé cómo pasamos a este estado de ánimo tan triste.
-Bueno entonces cuando me mudo.-me dice volviendo a esa farsa alegría. ¿Verán tan fácil mi mascara, al igual que yo estoy viendo la de él caerse?
- Cuando digas, puedes quedarte en la habitación al lado de la mía, si quieres.-le digo y al segundo recuerdo a nuestros padres.-Pero no les digamos aun sobre el matrimonio, si no, se darán cuenta.
-Está bien, estoy de acuerdo contigo, y sobre mudarnos, ¿te parece muy pronto mañana?- me dice, con un tono medio rogando.
-Si es pronto, pero está bien para mí.-le digo y sonrió, una verdadera sonrisa.
-Está bien, ¿entonces mañana todo empieza verdad? –me dice serio, pero con un tono alegre.
-Así es, ¿te gustaría conocer la casa?-le digo y el asiente.
Le enseño las habitaciones, el baño de las habitaciones, el baño principal del pasillo, el jardín, que como yo, sé enamoro de él. Le enseño la sala de juegos donde tengo un pool y sillones nuevos que nunca ocupe. Lo invito a cenar y pedimos una pizza y sacamos un vino y unas copas y nos dirigimos hacia la sala de juegos.
-¿Sabes jugar?-me pregunta y asiento, y me miro luciendo un poco sorprendido.- Está bien entonces el que pierde, paga la pizza. Si?
-Claro, empecemos entonces.-le digo aceptando el desafío.
Pasamos el primer juego hablando y bromeando y conociéndonos más. Le gane y él tuvo que pagar la pizza, me acuso de haberlo entretenido con la charla y las bromas para perder, me reí sobre eso y el también, ya que el hablo más que yo, todo el tiempo. Paramos para comer un rato, pero seguimos con nuestra charla y bromas.
Ya sé que se llama Derek Sebastián, tiene 29 años, su calor favorito es el azul, y su comida favorita son los canelones. Le gusta correr en las mañanas y ama el aire libre. Me sorprendo lo mucho que tenemos en común. Ha tenido como 15 novias en distintos países, pero ninguna duro más de dos semanas, asique dice que son como salientes, de vez de novias, me reí sobre eso. Yo he tenido un solo novio y duro seis años, y es toda mi vida amorosa, en eso no nos parecemos nada.
Volvemos a jugar y traigo otra botella de vino, terminamos esa con facilidad, y va el a buscar otra y vuelve con dos, jugamos 4 veces más, donde las gano el todas y me doy cuenta con eso, que me dejo ganar la primera vez.-¿Por qué me dejaste ganar la primera vez?-le digo y se sorprende por la pregunta, pero sonríe.
-No es lindo que la mujer pague en la primera cita.-me dice sonriendo y me río. – Y menos cuando ya sabes que vas a vivir con ella y ser tu novia al otro día.-dice, lo mira sorprendida y nos da un ataque de risa a ambos.
Jugamos y tomamos un poco más, hasta que nuestros cuerpos y cabezas no pueden más, y nos recostamos en los sillones, el en uno y yo en otro, y seguimos hablando un poco más y no sé en qué momento me duermo.
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~Volviendo a la Realidad~
RomanceQué pasa si de un día para otro tu vida se destruye? Cambia de tal forma que pierdes el equilibrio en la vida, el sentido a la vida.. Pero todo cambia con el regreso de mis padres, debí saber que con ellos , venían malas noticias. Quieren que me...