Quorta

Capítulo 13"-Mi cumpleaños"

Emma

Caminaba tranquila, lento y pausado.
No estaba dispuesta a llenar mi cabeza con ideas sobre lo que me pasó, y lo que me estaba pasando, ya estaba cansada de tanta bulla en mi. Cansada de tantas voces que me atormentaban, de situaciones que me ponian nerviosa y de sueños que me dejaban intranquila.

Ya no más, asique simplemente despejé mi mente de todo ese ruido y me calme.
Mis pies se movían al ritmo de la música que salía del auricular hasta mis oídos, mis manos iban en sincronía con la canción.
Observe las calles solitarias y grises, todo tan aburrido.
"Algun dia me iré de aqui, lo juro" pensé.

Llegue hasta el Insituto y desde fuera alcancé a ver a Ryan, entrando al agua si siquiera chapotear.
Empujé la puerta de vidrio y me desplacé hasta el interior, visualizando el lugar casi vacío, excepto por mi mejor amigo. Se habian finalizado los horarios de educación, lo que me parecio extraño ya que siempre se quedan horas extras a practicar debido a la competencia.

Ryan no me habia visto, por lo que fui silenciosamente hasta el punto de partida para asustarlo y me escondí tras uno de los bancos de metal.
Tras unos minutos, observé de nuevo las psicinas y no había nadie. Me paré de inmediato asustada, giré mi cabeza a todos lados y no ví a nadie.

-¡Thompson!- el grito de Ryan detrás de mi me paró el corazón y casi me quedo sin aire. Mis hombros llegaron hasta el cielo y un grito desprevenido y aturdidor salió de mis labios con toda la potencia a causa del susto.
-¡Idiota!- le dije girándome hacia atrás donde él estaba y le pegué en el hombro. El comenzó a reir fuertemente.

-A pesar de rondar por los treinta sigues siendo un niño Ryan- dije con tono sarcástico y enojado.
-Ey, fué una broma, aparte tan solo tengo 27 años, me queda una vida por delante - dijo riendo.
- Eso no te quita lo idiota- respondí riendo.
El fué a sentarse y tomando una toalla azul, comenzó a secarse el cabello. Yo me senté a su lado.
-Esto..- comenzó a tartamudear. Estaba nervioso.
-No tienes que decir nada Ryan, fue solo un accidente, sabes las veces que me ha pasado- dije intentando tranquilizarlo. Sabia que iba a disculparse cuando me viera, asique lo callé. No fue su culpa.
-No te pasó nunca Emma, no me mientas- dijo mirándome preocupado.
-Está bien- dije riendo- pero ya está ¿si?
El respiró hondo, y habló luego de un suspiro.

-Esa competencia era tu vida, la esperas hace años y por un estúpido descuido mio no podrás ir- dijo llevándose una mano a la cabeza y dándose golpecitos en la frente con la palma de la mano.
-Oye, oye- dije tomándole la mano con la que se golpeaba y llevándosela hacia su rodilla. Lo mire fijo- no es tu culpa, a parte ¿crees que con una semana no basta para mejorar a tu mejor alumna?
Él abrió los ojos como platos y me miró confundido.

-¿Eso quiere decir..?
- Eso quiere decir, Ryan Andrew -dije parándome rápido y palmeando mis rodillas- que... ¡ésta chica va a nadar!-exlamé emocionada
-¡No es cierto!- dijo parandose para abrazarme. Me rodeó con sus brazos y me levantó sin ningún esfuerzo. Me tomó tan fuerte que me dejó sin respiración.
-¡Ryan, aire!- logré decir a penas esas palabras.
-¡Oh! Lo siento- dijo soltándome y rascándose con nerviosismo la nuca.
-Estoy bien- solté riendo y recuperando un poco de aire.
-Entonces.. Una semana ¿eh?
-Una semana- afirmé sonriendo
-Más que suficiente- dijo de igual manera- Pero..
-Tranquilo, seguiré con días libres en esa semana- dije interrumpiéndolo
-Perfecto Emma- me miró sonriendo, pero esa sonrisa desapareció al ver que en mi cara habia una expresión de preocupación- ey, ganaremos.
-Mmm.. No es eso- contesté mirando hacia todos lados, nerviosa
-¿Qué te sucede si no?- me interrogó curioso

Estaba a punto de hablar, pero algo, o mejor dicho, alguien me hizo callar:
<<No ahora Emma, no tiene porqué saberlo>> dijo una voz femenina dentro de mi cabeza.
Mire hacia arriba y el mundo se me fue por la borda. De repente ví todo borroso.

Tomé mi cabeza con una mano y con la otra me sostuve de Ryan para no caer.
-¡Emma! ¿Estás bien?- dijo preocupado, sosteniendome con firmeza.
-Si.. Sí -confirmé- fué solo un mareo. Todo fue tan rápido.
-Ven aquí- dijo tomándome por debajo de las rodillas y llevándome alzada como recien casada hasta el camarín de enfermería del Instituto.
Me senté cuidadosamente en una de las camillas y me quedé ahi por un segundo, en silencio.

Respiré profundo y abrí mis ojos, todo estaba normal, fuera de riesgo.
-¿Estás bien?- preguntó al fin mi castaño amigo, que se habia parado en frente mio.
Volví a respirar y luego lo mire con una sonrisa muy falsa.
-Mi cumpleaños- contesté
-¿Qué?- interrogó Ryan confuso
-El viernes, es mi cumpleaños- concluí
-Eso lo sé, pero ¿en que influye?
-Es por eso que estoy asi, rara- mentí, otra vez.
El me miró por un segundo y soltó una gran carcajada. Yo lo mire confundida, sonriendo.

-¿Es eso? ¿Es un chiste?- soltó entre risas- ¿Es que no quieres cumplir años?
-Bueno... -Intenté buscar las palabras para expresarme.
En cierto sentido si era una de las causas por las que tenia ese humor.
-No no no- respondió aun tentado- no tienes excusa, te estas poniendo vieja y no quieres- bromeó

-¡Ay ya callate! - respondi fríamente
-Ya, ya- dijo levantando los brazos inocentemente y limpiandose una lágrima de risa
Yo simplemente lo observaba, cómo le gustaba reir. Éramos polos opuestos, pero con él yo era otra persona, todo me parecía divertido estando con Ryan. Lo amaba tanto como al hermano mayor que nunca tuve, lo adoraba como mi mejor amigo y lo admiraba como entrenador. Nos cuidabamos mutuamente

El timbre de salida sonó anunciando que ya era hora de irse. El se giró para observarlo y yo me paré junto con él.
Salimos juntos de la enfermería y él se desvió para buscar sus cosas.
Yo lo esperé en la puerta del instituto , mirando hacia el agua cristalina de las piscinas, pensando en lo que había escuchado.¿Por qué si él lo sabe le pasará algo?

De todas formas no iba a averiguarlo, no iba a arriesgarme teniando a alguien que podia saber lo que hacia y lo que pensaba. No iba a hacerle daño.
Ryan se acercó a mi prendiéndose el boton de su pantalon de deportes azul. Lo llebaba a todos lados.
Sus ondas castañas se habían descontrolado con el agua de la piscina y se habian alborotado todas en su rostro, cayendo por encima de sus ojos.

Se llevó una mano al cabello y lo acomodó hacia atrás, tenía esa costumbre desde la primera vez que lo vi.
-Tengo que recoger a Sally por la Academia, ¿vienes?- preguntó entusiasta
Sally, su sobrinita de 6, iba a la Academia de Artes y Cultura de más alto nivel de la ciudad, a la misma que asistia Li.
Le tomé mucho cariño, siempre la veia después de nadar.

Asentí repetidas veces con la cabeza y nos encaminamos hacia el lugar. Ryan no paraba de hablar de la competencia, de lo mucho que se enfadó la primera vez que perdimos y de lo mucho que se esforzaria esta vez para obtener el primer puesto.
Sólo pude prestar atención a unas pocas partes de lo que hablaba. Mi mente volaba en los recuerdos, en mi cumpleaños y en mi abuelo.

Me di cuenta de lo mucho que extrañaba despertarme con sus caricias, aunque eso haya durado unos pocos meses antes de que lo volvieran a internar.
No se qué haria si el me dejaba, no podría seguir.. Un dolor punzante me apuñaló en el pecho del saber que no le quedaba tiempo. Los segundos pasaban, y cada uno de ellos contaba.
Es mi fuerza, mi sostén.. Mi compañero.

Unas ganas terribles de llorar vinieron a mi de repente, pero la risa incontenible de Ryan me distrajo.
Lo miré insegura y confusa, y él se dió cuenta.
-Si quieres me callo- insinuó mi entrenador.
-No, sigue, quiero distraerme..
El me miró por unos segundos, preocupado

-Como digas- hizo una pausa- ¿Te conté la primera vez que intenté saltar del trampolín con 11 años, y mis calzoncillos de maya quedaron enganchados en la madera? Fué epicamente vergonzoso-
No pude contener la risa al imaginarme la situación. El empezó a relatarme la historia animado mientras yo escuchaba atenta.

Él era definitivamente bueno para calmarme.

*Buenaaas*
De mas está decirles que me gustaria saber su opinion en esta historia asique.. Comenten! (y voten jeje)
Abrazo, cuidense.
PAZ Y BIEN