~Capitulo 13~
Estaba tan feliz de ver a Jack entrar por la florería y cuando me dijo que se iba mi corazón se hundió, me sentí triste aunque trate de ocultarlo y creo que funcionó. Una semana llevo de conocerlo y me agrada su forma de ser, es tan amable y es muy simpático, su sonrisa es encantadora aunque ese tipo de pensamientos tengo que alejarlos de mi mente, pero me es inútil.
Al día siguiente me levante y llegue a mi trabajo, no ver a Jack me baja el animo, siempre lo veo arreglar las flores, ponerlas en agua y cortarle los tallos pero ya no será así. El día que Jack se lastimo el tobillo no se porque corrí a fijarme como estaba, fue un impulso y esa conexión de miradas que hicimos ¿porque sucedió? Oh cuando Merida intento matarlo asfixiándolo y yo lo abrace con todas mis fuerzas, ¿porque lo hice? Además acaricie su cabello, ¿que me esta pasando? Simplemente sus ojos hacen que me pierda y me aleje del mundo real.
Estaba tan perdida en mis pensamientos cuando alce la mirada y...¡era el! Era el, pero ¿como? Según se había mudado.
-pero Jack..¿que haces aquí?- pregunte muy pero muy desconcertada
El dijo que me visitaría pero no pensé que sería al día siguiente, por algún motivo me siento alegre y a la vez nerviosa, no se porque.
-vine a visitarte princesa- respondió el con una linda sonrisa
¿Me dijo princesa? ¡Me dijo princesa! Aunque me hace dudar de que lo estoy viendo, seguramente estoy alucinando. El se me acerco y cuando estuvo enfrente de mi, las manos empezaron a sudarme, un nudo de garganta se formo y me temblaban las piernas.
-hola, tenía ganas de verte- dijo el sonriendo
-¿enserio? Es decir, no pensé que lo harías tan pronto- dije algo ruborizada, contrólate Rapunzel, <<Muestra una sonrisa y todo ira bien>> obedecí la orden que envió mi subconsciente y sonreí sin pensarlo.
Al principio frunció el ceño, sonrió y salió de la florería. Me dijo que se quedaría a esperarme cuando tuviera mi hora libre, en la que puedo pasearme por el pueblo y comer antes de volver a trabajar. Sentía sus ojos clavados en mi aunque trate de ignorarlo, no se porque me siento así, tan vulnerable si nunca me siento como lo estoy ahora.
Llego mi hora de comer y solamente me fije que traía cincuenta pesos pero sin embargo ese dinero tengo que llevarlo a casa ya que no nomas soy yo la que tiene que tragar sino que también mi prima Merida, y no me puedo dar ese lujo de gastarlo en comida para mi.
-te invito un helado- dijo Jack
Solamente sonreí y un poco incómoda a su lado, me siento como si estuviera con otra persona, es raro lo se pero así me siento. Llegamos a un pequeño negocio donde vendían nieve, al instante se me hizo agua a la boca. Había distintos sabores; vainilla, fresa, limón, de nuez y mi favorito el de chocolate.
-disculpa te estoy hablando- dijo Jack llamando la atención del hombre aunque se me hizo un poco grosero
-modales, es lo que la gente de ahora no tiene- respondió el hombre algo frustrado
-cállate y atiéndeme- contestó Jack bajando la mirada para ver si tenía suficiente dinero. Jack...¿El chico amable donde esta? Porque estoy segura que este no es- me das 2 de vainilla
¿Vainilla? ¡No! Como detesto ese sabor, la verdad nunca me ha agradado, iba a decirle a Jack pero ya había pagado. Le moví el brazo constantemente hasta que voltio a verme algo enojado.
-¿que quieres?- dijo algo enfadado
-Jack, no me gusta el helado de vainilla...de hecho lo detesto- dije algo asqueada al recordar una mala experiencia que tuve y no quisiera revivirla
ESTÁS LEYENDO
No hay espacio para los dos
Teen FictionNorte mejor conocido como Santa Claus, el encargado de llevar felicidad y obsequios a los niños en la noche de Navidad, conocerá a una señora humilde, amable y noble, se enamorarán con el paso de la días convirtiéndola en la señora Claus. Ambos anhe...