-Capítulo 21-
Me encuentro más bien nos encontramos aquí en el polo, no pensé que regresaría tan pronto pero no tenía opción. Los hombres se acercaban mas y mas y lo único que pensaba era en huir y proteger a Rapunzel. De pronto sentí un dolor en mi pierna aunque ahora me convenzo que estos tipos nos pudieron a ver matado, saque mi esfera de cristal y nos dirigimos al polo, donde estoy ahora, donde pensaba que no tocaría este suelo en unos cuantos meses y aun así me encuentro aquí.
Rapunzel me curo con su cabello mágico, difícil de creer pero es cierto. Antes de que me curara, Hada me beso con pasión pero yo me sentí...asqueado. Enfrente de ella nos estábamos besando, ¿acaso Hada tiene demasiado retorcida la cabeza? Porque yo soy como un hijo y ella como una madre, pero me ve con otros ojos, nunca podré verla como ella me ve, simplemente no.
Con lo que acaba de pasar no me siento seguro para dejar a Rapunzel al otro lado de donde yo dormiría esta noche, mejor mañana. Y así fue, mi padre acepto dejar que la rubia durmiera una noche aquí, pero obviamente en la habitación de Hada.
-señor Nicolás, o Norte, quiero preguntar porque jamás recibí un regalo- pregunto ella un tanto molesta
-ah..son muchos niños, seguro se me olvidan unos cuantos
-nunca recibí ninguno, todos los años mi casa amanecía sin obsequios
Mi padre dio mil excusas pero a la rubia nunca la convencieron. Finalmente cenamos y era un silencio incomodo, yo me sentía bien pero Hada no dejaba de quitarle la mirada de encima de Rapunzel, debe de sentirse extraña.
-y dinos, ¿con quien vives?- dice mi padre rompiendo la tensión
-oh, vivo con mi prima Merida. Con mi dinero compro leche, pan y otras cosas...ella caza la carne- dice ella
-vaya, entonces sabe cazar- dice mi padre
-arquería- responde ella- es muy buena con el arco
-claro que lo es, la otra vez cazo un conejo y la flecha le dio en el ojo, fue increíble- dije y la rubia sonrío.
-exacto, me gustaría disparar como ella, enserio tiene una gran habilidad- contesta
Mi padre siguió hablando de la arquería, y para variar tenía que estropear la conversación. Empezó diciendo que la arquería era para personas pobres y que después se convierten en asesinos, pero la rubia solamente sonrió...falsamente.
Narra Rapunzel:
Me encontraba en una cena familiar algo incomoda para mi. La mirada de Hada no se separaba de mi aunque intente ignorarla no podía hacerlo. Cuando terminamos de hablar de la arquería nos quedamos otra vez en silencio.-disculpa, ¿me puedes pasar el jugo de naranja?- pregunte hacia Conejo, ya que mi lengua estaba algo seca.
-¡no! Yo te la paso, estoy más cerca- dijo Hada, asentí y ella se levanto un poco. El jugo de naranja estaba en una pequeña jarra y con algunos hielos agregados, que refrescante debe ser. Ella la tomo y no se si fue a propósito o accidente toda la bebida cayó sobre mi.
Fría. El jugo estaba muy frío. Me había mojado toda y ahora era el hazme reír, el señor trataba de estar serio aunque se le escapaba una sonrisa, Conejo por su parte aguantaba la risa pero ponía su mejor cara y eso me daba un poco de tranquilidad y Jack parecía estar desconcertado y la chica de plumas se estaba riendo de mi.
-esta frío- respondo tratando de ocultar el nudo de garganta que se estaba formando. Llorar. Eso quería hacer. Soy la burla de aquí y me siento muy mal, pero trato de sonar divertida...con resultados inútiles.
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No hay espacio para los dos
Teen FictionNorte mejor conocido como Santa Claus, el encargado de llevar felicidad y obsequios a los niños en la noche de Navidad, conocerá a una señora humilde, amable y noble, se enamorarán con el paso de la días convirtiéndola en la señora Claus. Ambos anhe...