Capítulo 24

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~Capítulo 24~

Comida es lo que estaba buscando. Con mi arco en la mano y con pasos sigilosos buscando algún animal. Estaba cazando, yo sola en el bosque como suelo hacerlo pero no me siento muy segura.

Miro a un conejo pasar y voy tras el, lo derribó al instante y sonrio victoriosamente. Tomo mis flechas y mis cosas, y me dirijo al lago.

Ahora me doy cuenta que no hay sol y esta muy nublado, ojalá no llueva. Paso un rato ahí sentada y las gotas empiezan a bajar de poco a poco. El pánico me envuelve, como odio el agua.

Tomo mis cosas y salgo corriendo con intención de esconderme, pero la lluvia cae a chorros.

-Hamish- es todo lo que logro decir

Mi pequeño hermano murió en una lluvia como esta, no pude salvarlo, como me odio por eso. Lo único que miro son árboles, y no reconozco el camino hacia el pueblo, simplemente estoy asustada.

-vamos Merida, reacciona- digo en voz baja

Miro hacia todos lados pero no se por donde ir, sigo corriendo sin rumbo, sin saber a donde voy a parar, puede que me caiga por un acantilado.

-Merida- dice un chico de cabello castaño tapándose la cabeza con un pequeño saco.

¡Es Hiccup! Lo bueno es que no estoy sola, más aún así estoy muy asustada. Me toma del brazo y me obliga a seguir corriendo, aunque no se a donde. Conforme voy corriendo estoy empezando a identificar el camino, estamos cerca de llegar al pueblo.

Cuando finalmente lo hacemos, nos encerramos en mi casa esperando a que termine la lluvia. Tengo frío, y mucho. Hiccup solamente me mira mientras yo tengo la mirada fija.

-tranquila- dice el y me pone el saco que traía sobre el en mis hombros.

-gracias- digo sonriendo

Asiente y nos quedamos en silencio. ¿Donde estará Rapunzel? ¿Estará con Jack o Jackson? Ojalá este con el peliblanco, porque no me agrada para nada su hermano.

-odio la lluvia

El me mira confundido y con el ceño fruncido.

-yo amo la lluvia- dice con una sonrisa

-entonces somos opuestos- digo y lo volteo a ver, el me mira con algo de seriedad- odio la lluvia porque un hermanito mío murió en un río cuando estaba lloviendo muy fuerte. Y sabes me odio porque no pude salvarlo.

-pero nadie tiene la culpa- dice el como si nada

-claro que hay culpables. Tenía hermanos trillizos y no sabes cuanto los quería, uno murió ahogado en el agua, otro murió asfixiado y el otro...los malditos vikingos lo mataron.

-¿Que? Eso no es verdad, ¿de que hablas?- dice el algo desconcertado. Pero apuesto que si sabe exactamente que paso, es un mentiroso, ay...como odio a su especie.

-lo dejaron solo con un dragón, ni siquiera necesito luchar, esa bestia lo descuartizo al instante- digo, me estoy dando cuenta que mi voz se quiebra y empiezo a soltar lagrimas.

Se queda pensando tratando de recordar, después parece que entiende todo y se me acerca algo avergonzado.

-quiero decir que yo nunca estuve de acuerdo, me parecía incorrecto que pusieran a un niño con ese animal

-tus disculpas valen mierda, no importan. El esta muerto, al igual que mi estupida familia- digo soltándome a llorar. Es cierto, mis hermanos están muertos y mis padres...me da lo mismo si están muertos o vivos.

El se me acerca y me abraza pero al primer contacto lo empujó con fuerza, lo suficiente para alejarlo de mi.

-no te me acerques, a partir de mañana no quiero volver a verte

No hay espacio para los dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora