Decisiones

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Caminaba ansiosamente de un lado a otro de mi habitación, definitivamente lo iba a hacer, era obvio que lo iba a hacer, es decir, yo sabía todo lo que me inculcaban en la iglesia de esperar hasta el matrimonio, pero siendo honesta, nadie esperaba hasta el matrimonio, absolutamente nadie... Si, yo sé que era un regalo, una bendición para mi futuro esposo que llegara virgen, pero vamos, seguramente mi futuro esposo ni siquiera lo sería, por que tendría yo que serlo.

Mi biblia me hacía ojitos desde mi mesa de noche y yo hacia todo por ignorarla, estaba incumpliendo a todo lo que defendía en la iglesia, jugaba con mi anillo del pacto de santidad una y otra vez pensando en mis promesas a Dios, pero, bueno, Dylan era un buen chico... la mayoría del tiempo... y me quería... también la mayoría del tiempo.

Me senté frustrada en la cama, realmente no sabía qué hacer, si obedecer a lo que quería o a lo que debía, sin embargo, quería estar preparada, fuera cual fuera mi decisión, escribí en una pequeña agenda todas mis dudas e inquietudes para buscarlas una por una en Internet.

○ ¿Cómo no quedar embarazada tu primera vez?

○ ¿De uno a diez cuánto duele?

○ ¿Cómo hacerlo sin parecer una novata?

○ ¿Qué pasa si el espíritu santo me hace caer en cuenta de mi pecado en medio de todo?

○ ¿Qué pasa si mi novio es un idiota pero al fin y al cabo me gusta?

○ ¿cómo no parecer virgen aunque tu novio sepa que ni siquiera habías dado un beso antes?

○ ¿si tengo más de 20 años mejor espero al matrimonio para acostarme con alguien por primera vez?

○ ¿Si ya espere lo mucho porque no puedo esperar lo poco?

Okei, definitivamente estaba empezando a desvariar un poco, arranqué la hoja de mi agenda y la tire a la basura de mi cuarto, prendí mi computadora y empecé a leer artículos, que maravillosamente, habían un montón sobre todo, poco a poco me surgían más preguntas, métodos anticonceptivos, seguridad, amor propio y comunicación era lo más fundamental, tome nuevamente la agenda y empecé a escribir ideas principales, estaba escuchando muy concentrada a una chica que contaba cómo la primera vez con su novio fue realmente especial, sus dudas y como las resolvió, cuando de repente la mano de mi madre casi me hace saltar de mi silla.

-Luna ¿qué estás haciendo?

Sentí como toda la comida que había comido en toda mi vida se subía hasta la garganta y volvía a bajar a velocidades vertiginosas, mire rápidamente cada pestaña abierta, habían frutas con condones en algunas, explicación de cómo poner y quitar un preservativo, foros en donde chicas explicaban y contaban sus primeras veces, se me ocurrió decir lo primero que se me vino a la mente

-EE... mami... es que pensaba... hablar de esto en alguna predica

-No considero que sea apropiado que des consejos de las primeras veces hija, eso es más para el ministerio de familias

-Si pero...

Mi madre estiro un poco su mano y alcanzo la hoja que había arrancado hace solo unos momentos y me lamente no habérmela comido, poco a poco veía como sus ojos se deslizaban por las letras hasta que me miro muy seria, se levantó, y cuándo pensé que me iba a gritar, cerró la puerta y se sentó junto a mi

-¿En serio estas considerando acostarte con este muchacho?

-Mami yo te prometo que...

-Luna, no te voy a regañar, tu eres una señorita, obviamente esto afectaría mucho tu vida espiritual hija, pero... ¿estas segura que Dylan te quiere para algo tan serio como esto?

Hasta el CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora