A tres metros bajo el cielo

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Me levanté totalmente enredada con un delgado cuerpo, intenté volver a dormir, pero era imposible, primero por el ahora tibio cuerpo que tenía enrollado al mío y segundo, porque no podía dejar de pensar en Francisco... ¿cómo pude haber llegado a esto?... Solamente Dylan había tratado de decirme la verdad desde el principio, yo sabía que todos estaban esperando a que Francisco me lo dijera, así que la culpa no es ni de mis padres, ni de Dy y mucho menos de Becca, Francisco era el único culpable de esto.

Suavemente empecé a quitar cada extremidad que Becca había enredado con mi cuerpo y salí de cama, tenía que hablar con Dylan, y lo iba a hacer ahora, tome la llave que aun guardaba de su casa y salí despacio por las escaleras, al bajar, la voz de mi madre me sorprendió

- Luna

Mi mamá tenía la hermosa costumbre de levantarse a las tres de la mañana a orar, ella dice que es porque es el único tiempo en el que puede estar sola

-Hola mami

- ¿No puedes dormir?

- La verdad es que no

- ¿Y qué ibas a hacer entonces?

- Quería ir a ver a Dylan

- ¿A Dylan?

- Me quiero disculpar... fui muy injusta con él cuándo quiso hablarme

- Pero eso puedes hacerlo mañana. a una mejor hora

Me quede allí, mamá tenía razón, pero... a la vez quería ir realmente con él

- Ve... Yo veré que me le invento a tu padre, pero recuerda que Tu Padre también te esta viendo

-Mami... eres maravillosa

- Luna, no defraudes mi confianza, mira lo que le paso a Francisco por ponerse a jugar con su santidad

-Si mami

Salí de casa despacio, al abrir la puerta de la casa de al lado, pensé con más seriedad sobre lo que había dicho mi mamá... quizás podía esperar hasta mañana, subí lentamente los peldaños, pero vi que la habitación de Dy estaba a oscuras... mientras que su maravillosa terraza no, Deslumbre una luz tenue saliendo de allí mientras unos acordes suaves de guitarra rompían el silencio de la casa 

Me quedé allí, pensando que Dy, quizás podía tener una invitada, pero no, solo escuchaba su voz y su guitarra, subí lentemente hasta llegar a la terraza, y allí estaba él, viéndose condenadamente guapo

Tenía puesto unos jeans oscuros con una camisa blanca casi totalmente desabotonada, su pecho estaba tapado por la guitarra y sus labios sostenían un lápiz entre ellos

-Buenas noches

Dylan saltó un poco y me miro confundido

-Luna... casi me matas de un susto... ¿qué hora es?

- No lo sé... pero creo que deben ser poco más de las 3 de la mañana

- ¿y qué haces aquí?

- ¿Te estoy molestando?

- No, no es eso, es solo que... tus visitas en la noche desaparecieron, se me hace muy raro verte

Me acerque despacio hacia un sillón que había cerca de él, inmediatamente al verme ir allí Dylan se sentó en un borde, mientras yo me senté junto a él

- Bueno Señorita Luna, soy su psicólogo de cabecera, así que cuénteme ahora mismo todos los problemas que no le dejan dormir

Me reí un poco del intento que estaba haciendo Dy de fingir ser un psicólogo, pero quizás así podría desahogarme un poco

Hasta el CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora