En el Tercer cielo

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No sabía que ponerme, realmente no lo sabía, y justo hoy Be no estaba en casa, la función de una hermana era vestir a la otra, que nos compartiéramos ropa y todo lo demás, supongo que si echaba una ojeada rápida no le iba a molestar... mucho.

Abrí su armario, y para pesar mío, definitivamente no encontraba nada apropiado, había una delgada línea entre ser sexi y ser vulgar, y definitivamente Be la había traspasado varios metros atrás, me frustré muchísimo ¿cómo se supone que te vestías para perder la virginidad con tu novio? Tras mucho pensarlo, decidí que lo mejor era ser yo misma, aproveche la soledad en mi casa para darme un baño largo, use también todas las cremas que pude ponerme para que le dieran un aroma dulce a mi piel, use ropa interior de encaje y tomé una camisa que caía en mis hombros y se ajustaba sutilmente a mi cuerpo, lo acompañe con unos jeans ajustados y unos zapatos abiertos, alise mi cabello y me maquille apenas lo suficiente, estaba lista para hacer esto... quería esperar un tiempo aún, tome la llave de la casa de Dylan y lo guardé en mis jeans, mientras tanto tomé el computador y leí todo tipo de consejos sobre qué hacer y que no las primeras veces con un chico.

Dylan

- ¿estás segura de esto?

- Si

- No quiero lastimarte

- No lo vas a hacer

Cerré los ojos, finalmente yo había metido en esto a Rebecca, era justo que la saque también, aunque "sacarla" no era exactamente lo que iba a hacer, comencé a masajear suavemente sus hombros, ella se empezó a relajar de a pocos, acerqué mis labios a su cuello al escuchar su jadeo lento me olvide un poco de mis preocupaciones.

Be había ganado más peso, la supe porque al quitarle la camisa ya sus costillas no estaban tan claras, lo genial de estar con ella era su precioso cuerpo, la empecé a acariciar despacio, pero algo me detenía

- Be... siempre podemos decir que cualquier cosa te paso

- Dylan... sabes hace cuanto no estoy con alguien

- Pero...

- Ven Dy

Becca se sacó lentamente su pantalón y se sentó sobre mí, justo cuando me iba a preocupar por sus heridas comenzó a moverse sobre mí, desconecte mi cabeza cuando ella comenzó a moverse sobre mí, esto iba a suceder... y sobre todo si sentía los labios de Becca bajando por mi cuerpo

Luna

Me revolví nerviosa por mi cuarto, estaba segura que me iba a doler, y que me dolería mucho, según leí, también hablaban de sangre ¿qué rayos Dios? Cómo querías que esto pasara después de una boda, estaba segura que todo iba a ser mucho más fácil, o por lo menos que no dolería... ¿Dónde estaba mi experimentada hermana cuando la necesitaba?

Decidí cambiar entonces mi ropa interior por algo más oscuro, porque si iba a sangrar, no quería tener muchos problemas después lavando... creo que era la primera persona en el universo que se preocupaba por cómo iba a quedar su ropa interior al perder su virginidad... aunque... pensándolo bien... finalmente no la iba a tener puesta... me quite la ropa despacio... Bueno ahora tenía un problema más grande, y era que seguramente mi novio al tocarme no iba a estar seguro de sí estaba siendo novio de una mujer, o de un oso, fui nuevamente a la ducha y comencé a depilarme.

Dylan

Extrañaba esa sensación Becca sabía definitivamente lo que hacía, nos conocíamos tan bien que no había necesidad muchas veces de hablarnos, ella iba rotando, yo rotaba con ella, y conforme al calor aumentaba mi mente se despreocupaba menos

Hasta el CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora