Miro hacia el horizonte y como salía el sol anunciando un nuevo día. "Un nuevo infierno" pensó Harry acomodando su chaqueta de cuero sobre sus hombros. Se alejó de la ventana buscando con sus dedos la cadena que llevaba colgada en el cuello, sus dedos jugaron con el dije sintiendo el metal. Era oro, oro puro que en su época había sido uno de los mas difíciles de encontrar.
Su dueña había sido Gemma, una chica atenta y sofisticada, que a pesar de la época jamás dejo que ningún hombre la menospreciara por ser mujer, siempre se caracterizo por dejar muy en claro lo que quería, amaba dar ordenes e incluso amaba tener el poder, cosa que le llevo a su muerte.
"-Gemma, ven aquí – la chica tomo su esponjado vestido yendo hacia su padre. – Te tengo un regalo – sonrió mostrando una pequeña cajita. Harry miraba desde lejos con una sonrisa, su padre había estado esperando que Gemma cumpliera la mayoría de edad para obsequiarle dicho dije, ella como cualquier otra chica sonreía al recibir un obsequio, y mas tratándose de la perla de Huenia, bañada en oro.
-¿Qué es padre? – fingió no tener conocimiento del regalo.
-Harry, hijo... acércate – sonrió el señor Styles invitando a su hijo, Harry camino sonriente hacia su padre y hermana. – Quiero que ambos tengan este dije, en donde sea que estén y que su madre y yo estemos, esto nos conectara, podremos sentirnos en familia mientras lo lleven en su cuello – Harry y Gemma fruncieron el ceño sin entender lo que había dicho su padre.
George Styles saco el primer dije colocándoselo a Gemma, después tomo el segundo colocándolo en el cuello de Harry. La chica estaba mas que contenta, abrazo a su padre dándole un beso en la mejilla."
Harry sabia que no podía olvidar el pasado, y que jamás lo haría, seria su tormento el seguir recordando cada detalle de aquellos días en los que todo era felicidad para él. Aunque muy a menudo, recuerdos dañinos le hacían perderse.
Se recargo en la ventana, sintiendo la frescura del vidrio en su frente.
-¿Estas listo? - escucho a Niall después de que la puerta se abriera.
Dina se despertó temprano a pesar de no haber podido conciliar el sueño, tomo algo para desayunar, después de terminar su almuerzo grito un "Nos vemos" para su madre y salió de la casa.
De camino al instituto sentía que alguien le seguía, pero al girarse no encontraba a nadie, trato de tranquilizarse pero sus nervios estaban ya por volverle loca. De nuevo sintió como alguien le seguía, incluso escuchaba las pisadas pero volvió a girarse deteniendo su paso, ni un alma estaba en la calle en ese momento. Suspiro diciéndose "Tranquilízate, recuerda a tu abuelo" dicho esto volvió la mirada al frente pero ahora unos ojos marrones le miraban, se hizo hacia atrás espantada, no le esperaba ahí parado.
-¿te espante de nuevo? – sonrió el chico invitándole a retomar el paso, Dina comenzó a caminar a su lado.
-¿Vives cerca de aquí? – pregunto Dina, su extraña presencia le hacia sentirse incomoda, pero no lo haría notar.
-No mucho, unas cuantas cuadras a la derecha, continuas de frente y giras en donde comienza la calle empedrada – Zayn sonrió mirando la expresión la Dina.
-Eres muy bueno para dar indicaciones – murmuro sarcástica, mas para ella misma, pero Zayn rio escuchándole.
-Si quieres saber donde vivo, solo debes pedir que te lleve y yo encantado lo hare – ella frunció el ceño y negó rápidamente.
-No, gracias – dijo después de notar el tono engreído de Zayn.
Aquel día, el instituto se pasó de lo más lento. Dina entro a su ultima clase del día, latín. Sonrió mirando el puesto en el que se había sentado el día anterior vacío, su mirada se fue directo a donde aquel chico de cabello rizado se había sentado, pero no estaba. La clase comenzó y ni rastro de Harry en el aula.
Al terminar la clase, se apresuró a salir, hoy si saldría y tomaría unas cuantas fotos del lugar, apretó su mochila sintiendo el peso de su cámara. Al llegar a la puerta para salir del aula, dos chicas se quedaron paradas sin siquiera mirarle, impidiendo que pudiera salir.
-Con permiso – Dina intento pasar pero ninguna de las dos chicas se movió y miraban distraídamente hacia otro lugar ignorando su presencia.
-¿Has escuchado algo, Mel? – reconoció la voz de la rubia, Tamara. La otra chica miraba le miraba sonriente.
-No – sonrió más. La paciencia de Dina se estaba agotando.
-Con permiso - remarco las palabras a la hora de decirlas, pero ni una de las dos chicas se movió. La respiración se estaba volviendo acelerada, y aquellas chicas no ayudaban mucho a controlar su carácter. – ¿podrías moverte rubia oxigenada? – y listo, la paciencia había explotado, era como si estuviera en un pequeño recipiente, muy pequeño, y estas chicas llenaban de mas el recipiente con un liquido espeso, haciendo que se tirara por completo.
-Oh, tu no dijiste eso – Tamara la miro molesta, pero Dina se puso a la defensiva.
-Si lo dije – sonrió retándole, la rubia le dio una bofetada. La mejilla de Dina comenzó a tornarse rojiza, podía notarse como la mano de aquella chica se quedaba plasmada en ella. – Te arrepentirás – dijo molesta dejando su mochila en el suelo.
Segundos después Dina ya estaba sobre Tamara en el suelo, la amiga de la rubia hacia escandalo para que alguien las separara, pero nadie ayudaba, solo las miraban y alentaban mas la pelea con palabras ofensivas.
Zayn y Harry estaban por salir del edificio, él había optado por cambiar de profesor en su clase de latín, por alguna extraña razón no quería estar con el señor Guinner, su forma de hablar le aburría, cosa que le hacia recordar su tiempo viviendo bajo las cavernas.
-Una pelea de chicas – les paso Niall por un lado a toda velocidad, Zayn hizo una mueca de desagrado, mientras que Harry continuo caminando sin tomarle importancia a la escena que estaban a punto de presenciar.
-Dina – dijo Zayn en el mismo instante que Harry sintió el aura de la chica, ambos se miraron, pero el único que corrió hacia ellas fue Zayn.
A como pudo, Zayn aparto a Dina de Tamara, la chica estaba tirada en el suelo con lagrimas en los ojos, su labio estaba inchado, su rostro en verdad estaba lleno de sangre, mientras que Dina solo mostraba uno pequeño rasguño en su mejilla, donde había sido abofeteada.
-Tranquila linda – le susurro Zayn, pero ella seguía dando patadas en el aire mirando con desprecio a la chica en el suelo.
-No me digas linda – se soltó de su agarre y tomo su mochila del suelo, se aseguro que todo estuviera en su lugar y comenzó a caminar.
Dina se topo con la mirada de Harry, estaba recargado en los casilleros y llevaba las mismas gafas del día anterior, iba a sonreír, pero recordó lo grosero que se porto con ella, así que mejor continuo con su paso apresurándolo hacia la salida. Si Tamara decía algo en ese momento, seguramente la llevarían a detención.
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Los Ojos Del Demonio
FanficEsta historia la publicaba anteriormente en Tumblr, pero ahora tendrá su seguimiento por aquí.