Capitulo 12. Hijos de satán

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Harry estaba en la ducha, sentía el agua recorrer su cuerpo. Después de haber terminado las clases, esto era lo único que le hacia relajarse. El agua caía por su cuerpo desnudo, pego su frente el la pared dejando caer las gotas de agua en su cuerpo, se sentía relajado y en paz haciendo esto, podía escuchar el sonido de estas al caer. Suspiro notando como el agua se deslizaba por su marca en el pecho, acaricio con sus dedos el signo negro, sabia lo que significaba y como lo había obtenido.

"-Esto no puede estar pasando – decía Louis mientras veía los muertos a su alrededor. La mansión Styles estaba en llamas, ambos habían salido con dificultad, Harry intentaba localizar a su hermana, suponía que estaba muerta.

-¿Qué haremos ahora? – pregunto Harry colocándose en el empedrado.

-Esa no es la pregunta – susurro Louis a su lado – la pregunta correcta es ¿Por qué paso esto? – Harry desvió la mirada al notar como su amigo no apartaba la vista de sus ojos.

-Deja de hacer eso – la voz del rizado sonó dura y con melancolía.

-Lo siento, solo que es raro, tus ojos son tan... - Harry le cayo con una mirada.

-tenemos que salir de aquí, sea quien sea ese que acaba de hacer esto, volverá – se levanto comenzando a caminar.

-No sabes lo que dices, él nos encontrara – se giro mirándole sin comprender – creo saber quien es, pero debemos ir a algún lugar donde no nos escuche – Harry asintió caminando al lado de Louis.

Caminaron en silencio, apreciando la raquítica vista de Londres, el paisaje era sin vida y las calles estaban sin algún alma en ellas. La catedral estaba cerca, podían ver la torre a lo lejos. Las enormes puertas estaban cerradas, Louis empujo poniendo fuerza para que se abrieran, pero fallo.

-Maldita sea – murmuro mientras Harry se ponía a su lado para empujar también. De pronto una de las puertas de abrió, ambos se miraron con dudas pero Harry entro apresurado. En cuanto puso un pie dentro y su cuerpo ingreso en la sagrada casa de Dios, un estruendo se escucho, Harry comenzó a estremecerse y quejarse en el suelo. Louis le miro asustado, sin entrar aun.

-Hijos de satán – un hombre canoso salía detrás de las bancas con agua bendita, Harry seguía retorciéndose en el suelo.

-Señor obispo, ayúdele – Louis estuvo por entrar pero una fuerza le impidió hacerlo. - ¿Qué sucede? Demonios.

-Hijo de satán, ríndete ante la casa del Señor... - el obispo comenzó a hablar tirando agua bendita alrededor de Harry. El chico estaba delirando del dolor, se retorcía como un animal y comenzaba a jadear fuertemente. – el señor es mi pastor, mientras este junto a mi el mal no aparecerá aquí, llévate a este hijo del mal y has que reciba su castigo... - decía el hombre.

-Maldición, déjelo – Louis apretó sus manos, iba a entrar para sacar a su amigo. Se armó de valor y aspiro por la nariz, dio un paso al frente para jalar a Harry por la camisa, él sentía dolor pero lo soportaría.

-No les será fácil – murmuro el obispo lanzándole unas gotas de agua bendita a Louis. Donde dicha agua cayo, sobre la piel de Louis, comenzó a quemar, él grito fuertemente mientras salía de ahí.

Harry se retoca en el suelo fuera de la catedral, Louis le miraba las quemaduras, donde el agua bendecida había caído. Styles había quedado inconsciente después de aquella dura batalla con la casa del Señor. Louis le tomo dejándolo caer sobre su hombro, camino con él hasta alejarse de allí.

Lo dejo bajo un árbol a las afueras de Londres. El buscaría algo de agua para refrescarle y curar de a poco sus heridas. Un pequeño rio que cruzaba por ahí le hizo detenerse. Metió sus manos tocando el agua despacio, el agua comenzó a moverse mientras que él agitaba sus manos dentro. Junto sus manos simulando un casito, levanto las manos tomando el agua, se quedo quieto al ver que el agua no caía de sus manos.

Separo las manos logrando que el agua siguiera a la altura de sus hombros, abrió mas lo ojos cuando se dio cuenta que aquel liquido comenzaba a hacerse una esfera. Pensó que estaba soñando.

-¿Louis? – la voz débil de Harry le sobresalto, la esfera de agua cayo de nuevo al rio y él se volvió hacia su amigo. - ¿Cómo hiciste eso? – pregunto acercándose lentamente, el cuerpo aun le dolía.

-No lo se – susurro haciendo una mueca. Se encogió de hombros mirándole cerca - ¿aun te duele? – Harry asintió. – Déjame ver que tan mal están ahora – Harry comenzó a desabotonar su camisa que ahora había perdido el color blanco, era de un color perjudido.

-Solo no toques – le pidió despojándose de su ropa, dejando desnuda su parte superior. Se giro para que él pudiera ver su espalda. Louis buscaba las heridas pero no había ningún rastro de esto. - ¿Cómo se ven? – pregunto mirando la expresión perpleja de su amigo.

Él no dijo nada, solo se quedo mirando el pecho de Harry.

-¿Cuando te hiciste eso? -pregunto mirando el signo negro en su pecho. El rizado de inmediato agacho la mirada hacia donde veía su amigo.

-No lo hice yo, sabes que no me gusta marcar mi cuerpo con esas cosas - paso sus dedos por la marca sin dejar de mirarla."

Los dedos de Harry aun seguían sobre la marca del demonio, le acariciaba como si fuera algo preciado para él, pero no era así. Este signo le tenia marcado, hacia que su pasado le persiguiera, la vida eterna le había sido otorgada desde aquella noche, pero de nada le servia, la eternidad no era nada buena cuando te sientes perseguido, no le agradaba el simple hecho de tener que vivir escondido del demonio, Nerky debía pagar aunque Harry sabia que dicho demonio ya estaba en el infierno, pero debía haber una forma para que le hiciera pagar su desgracia. Suspiro pasando su mano por su cabello revuelto por el agua. Enjabono cada parte de su cuerpo, incluso los lugares donde el sol no podía tocar, su ducha vespertina estaba por terminar.

La puerta comenzó a sonar fuera, hizo un rápido movimiento cerrando la llave del agua. Enredo una toalla en su cadera saliendo del baño, los ojos marrones de la señora Wind le miraban sonrientes.

-Todo suyo – trato de sonar gentil, pero su voz salió áspera y con desprecio.

La señora Wind era la que se encargaba de cuidar de ellos, no es que lo necesitaran, pero cuando lo habían necesitado ella había estado ahí para ellos.

Dina veía la misma página sin entender el idioma, había dado la medianoche y ella seguía metida en el libro. El nombre Ellery Nerky apareció, haciéndole sentir una revolución de nervios en el estomago.

Coloco el libro sobre la cama, ella estaba boca abajo leyendo. Tiro su cabeza hacia adelante, suspiro. Un ruido fuera de su habitación le hizo sobresaltarse. Se levanto de la cama yendo a la ventana, estaba todo tranquilo, solo una silueta estaba en medio de la calle mirando hacia su ventana. Sintió un escalofrió recorrer su cuerpo. Frunció el ceño sintiéndose intimidada por aquella mujer.

Los Ojos Del DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora