❖ 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬: 𝐄𝐥 𝐅𝐫𝐚𝐭𝐞𝐫𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 ❖

CAPITULO VI "ALONSO PALACIOS"

VICTORIA

Desperté con el brazo posesivo de Isaac abrazándome...

me moví para zafarme de su agarre... tenía que ir al baño urgentemente... 

logré mover su brazo sin que siquiera se diera cuenta...

corrí al baño...

cuando salí me quedé recargada en la puerta y le miré...

era tan hermoso... relajado... inexpresivo... tan transparente...

me senté en la silla que estaba a un lado de la pared donde me había azotado con love-violence anoche y sonreí... 

prohibido lavar esa pared... 

me dije...

tomé la guitarra y comencé a cantar... 

mi miré mientras cantaba y era bello notar que no despertaba...

para siempre estar alerta tiene el sueño muy pesado... 

iba a 3/4 de la canción cuando comenzó a moverse... 

"Cómo decir que me parte en mil
Las esquinitas de mis huesos,
Que han caído los esquemas de mi vida
Ahora que todo era perfecto.
Y algo más que eso,
Me sorbiste el seso y me desciende el peso...
De este cuerpecito mío
Que se ha convertido en río.
De este cuerpecito mío
Que se ha convertido en río."

Isaac me miró atento mientras cantaba, sonrió como pocas veces lo había visto hacerlo...

- no sabía que tocabas la guitarra, y mucho menos que cantabas...

- también tengo mis secretos...

dejé la guitarra a un lado una vez que terminé y me arrodillé en la cama para besarle la mejilla..

- buenos días... ¿llevas mucho rato despierta?

niego con la cabeza... mientras froto su nariz con la mía...

- lo de anoche, fue lo mejor que me ha pasado en años... 

- a mi también... fue... nuevo... fantástico... 

- dormiste bien por lo que noto...

- si, no me había pasado en años... normalmente tengo que recurrir a otros recursos para poder dormir... 

sonríe sin muchas ganas... 

frunce los labios...

miro su costado izquierdo...

- vaya Isaac, tus costillas no han sanado...

- pues, no es por nada, pero una señorita me golpeó ayer reiteradas veces aquí...

frunzo los labios...

- siento que soy la mujer más mala del mundo... 

- no lo eres... solo eres necia... 

nos besamos... 

- ¿que tan seguido crees que podamos hacer esto?

me preguntó sin una pizca de duda o miedo.. le miré...

- cada que se pueda...

nos besamos de nuevo... 

alguien llama a la puerta...