Crónicas De Una Amante.||

Desencuentros y otros placeres.

Había tratado de no pensar mucho en lo que habia hecho con Moisés, pero el destino no me lo ponía nada fácil. Trataba de evitarlo, no respondía sus llamadas, menos aún sus mensajes, pero como no el destino siempre tiene la última carta. Y así me encontraba delante de él, en la puerta de supermercado.

-Hey preciosa! - Me dijo enérgicamente, siempre me saludaba así y eso me molestaba. Yo tan sólo sonreí. - Te he estado llamando toda esta semana, ¿Que te pasa? No me digas que no te gusto lo del otro día.- dijo atrayendome hacia él.

-Si me gusto - respondí Separándonos.- pero como te dije sólo fue una vez, no quiero nada serio con nadie, menos contigo.

- Pero dijiste que podríamos repetir...

- Si Moisés, dije que quizás! Algún día... Pero aún no..- tras decir esto le di un beso en la mejilla de despedida y me fui.

No quería nada con ningún tío, les tenia..¿asco? , ¿Fran había echo que le cogiera asco a los tíos? No era exactamente eso, pero la idea de encontrar a mi príncipe azul, se había roto, ahora sólo los quisiera para tener sexo...

NO HELENA NO! NO PUEDES CAER EN EL MISMO JUEGO QUE TE HICIERON A TI!

Deje que pasarán un par de semanas, mientras yo ocupaba toda mi atención en mi trabajo, en mi casa o en ir de compras. Moisés seguía insistiendo con sus llamadas telefónicas pero yo pasaba totalmente de él.

Una tarde decidí ir al centro comercial a comprar algo de ropa. El centro comercial más grande de la ciudad, tenían de todo lo que pudieras desear . Como tenía la tarde libre decidí visitar cada una de las tiendas del centro comercial. Ir de compras para mi, siempre a sido una relación amor odio porque podía ver mil cosas que me encantaban pero o eran muy caras o no me quedaban tan bien como al maniquí aún así  me ayudaba a desestresarme.

Vi un vestido largo color burdeos , con un gran escote hasta el ombligo y con la espalda abierta, apretado en la cintura y suelto mas abajo. Era un vestido hermoso,  sólo quedaba uno y mágicamente era de mi talla - Debe ser un sueño - dije en voz alta haciendo que toda la tienda me mirara como si estuviera loca. Cogí ese precioso traje y me lo llevé hacia los probadores. Entre en uno de los que había desocupados y me lo probé, necesitaba saber la opinión de alguien más,  así que le pedí ayuda a una dependienta que había cerca.

-Oh! Te queda muy bonito, pero espera te voy a traer unos zapatos que combinan genial - Como no, una dependienta que no te enseña algo para venderte más no es una buena dependienta. Mientras yo esperaba frente al espejo de aquel probador, admirando lo bello que era el vestido, y lo perfecto que me quedaba, imaginaba donde lo iba a usar. Cuando una voz interrumpió mis pensamientos.

-Si te queda muy bonito, bueno, siempre te queda todo perfecto.- un momento! ESA VOZ! YO LA CONOCÍA!, gire mi cabeza y lo vi. Delante de aquel probador, dos más allá del mío, recostado en la pared, tan atractivo como siempre, ese pantalón oscuro y apretado que marcaba todo su ser, ese mismo que... NO HELENA NO! ME GRITE! LO ODIABA! Y ESO TENÍA QUE SEGUIR SIENDO ASÍ.- Ese cuerpo tan...- Dijo mientras mordía su labio inferior. - A ese cuerpo nada le queda mal, pero lo prefiero sin ropa- siguió diciendo, mientras me guiñaba un ojo.

-Fran ¿ que tal este? ¿Me queda bien? - dijo a la vez que salia del probador de al lado una chica morena con cuerpo de modelo.. Y cara de tonta.

- Ya veo que sigue en tus andadas Cariño!- le respondí- quizás algún día te des cuenta de todo el daño que llegas hacer.. Y dejame decirte que mi cuerpo no lo vas a volver a ver ni con ropa ni sin ella!. - Tras esto entré en el probador me quite el vestido , lo pague y salí de aquella tienda más cabreada que nunca.