El chico sin nombre.

623 21 0
                                    

Casar, dos meses, comprometido... esas palabras me seguían retumbando en la cabeza y en el corazón. Después que me dijera eso, sentí como mi corazón volvía a romperse en miles de trozos más pequeños de los que ya estaba. Pero estaba tan cansada y quería que todo fuese mentira que solo cerré los ojos acostada en su torso. Pero en mitad de mi siesta esas palabras me despertaron, y me vi allí, como una tonta en los brazos de un hombre que solo me utilizaba para tener sexo. ¿Que estaba haciendo con mi vida?, pensé mientras miraba el techo aún cobijada en sus brazos.

No espere mucho tiempo más, trate de levantarme sin hacer mucho ruido para no despertarlo, no quería hablarle, ni siquiera mirarle, estaba muy dolida. Tomé mi teléfono y llamé a Roxana, ella me entendería y sería capaz de animarme, además era de las pocas amigas que tenía coche en ese momento. Le dije que necesitaba su ayuda que tenía que salir de allí y luego le contaría en persona, le mandé la ubicación por Whatsapp. No tardó mucho en llegar, lo justo para que yo terminara de vestirme y salir de aquella casa, no sin antes dejarle una nota a Fran.

   "Esto fue un gran error, no te quiero volver a ver."

Mi orgullo podía más que cualquier cosa y ese hombre lo había vuelto a pisotear.

 -Es un inútil amiga. No merece nada ni siquiera tu enfado. - trataba Roxana de consolarme

-Ya lo sé, pero pensé que iba a ser diferente, pero cuando me dijo que se iba a casar y de la forma que lo dijo ogg! Lo odio! Lo odio mucho!

 -¿Sabes que puedes hacer con ese odio? - preguntó mi amiga dibujando en su rostro una pícara sonrisa.

-QUE? - dije yo impaciente.

- Desayunemos, vayamos a comprar ropa, luego te vas a casa y preparas, porque esta noche tú y yo nos comemos el mundo y a más de uno! Convierte tu odio en venganza y tú venganza en placer. - Planeo mi amiga con cara de loca.

- ¡Estas mal! Siempre lo arreglas todo con sexo!- recrimine yo.

- Puede ser, es la mejor forma de liberarse... Venga vayamos, tú lo necesitas y yo también!

- Mmmm está bien. Pero no prometo nada.- Acabe dando mi brazo a torcer. Quizás eso era lo que necesitaba conocer más, seguir siendo amante de todos y de ninguno al mismo tiempo.

La mañana pasó rápida. Ir de compras con la loca de Roxana era puro cachondeo, no podía parar de reír, ella era una buena medicina ante la tristeza, sus tonterías me hicieron posible olvidar por un rato a Fran. Me compré un vaquero, un par de camisetas y unas botas de tacón rojas.

Llegó la noche y aunque sin ganas salí, ya le había aceptado no podía decirle que no y menos a ella. Me puse mis nuevos jeans, un body blanco y mis nuevas botas rojas de tacón. Me mira al espejo y me dije a mi misma que disfrutara de la noche. Y salí de casa muy decidida. Pero antes de llegar a la esquina recibí una llamada de Fran.  Obviamente no le conteste, pero él me escribió por WhatsApp.

  "Vamos Helema, somos grandes y todo tiene una explicación déjame contarte. Tu me gustas."

Mi orgullo gano ese pulso y solo le di a ignorar conversación. Espere a que llegara Roxana y nos montamos en su coche para ir a la discoteca. Siempre iba a la misma. Salude a Moisés con afecto pero le dejé claro que esa noche no iba a querer nada con él. Tomamos un par de copas cada una, y se nos acercaron dos muchachos y nos invitaron a unos cuantos de chupitos, cuando el cuerpo me lo pidió cogí de la camisa a uno de ellos y me lo lleve a la pista de baila, allí bailamos durante un buen rato, de diversas formas pero sobretodo muy sensual. Era guapo y tenía buen cuerpo, no era musculoso, y no era perfecto pero tenía algo que te daba interés conocerlo. Llegó un momento en que lo tenía tan cerca que lo bese, me apeteció y así lo hice, él quedó algo sorprendido al principio, pero luego me continuó, entonces nuestros bailes fueron aún más sensuales y pegados, nuestros cuerpos se rozaban al compás de la música, podía sentir su excitación y eso me excitaba a mi aun mas, me roce fuertemente con él haciendo que el gimiera en mi odio y me arañara la espalda. Ambos éramos fuego, y no aguantamos mucho más, quise ir a buscar a Roxana para que me dejara las llaves de su coche pero no estaba ni ella ni su nuevo amigo, así que decidí tomar la segunda opción, el baño. Atravesamos la pista de bailes corriendo y comiendonos literalmente,cuando llegamos a los baños yo lo agarre de la camisa y lo metí en uno de los que había, lo puse contra la pared y lo bese apasionada mente, la ropa me quemaba y a él la suya también, tratamos de quitarnos todo lo que pudimos y rápidamente se abrió paso entre mis piernas con su miembro. Se sentó en el váter y me puso encima y comencé a cabalgar encima suya con si del mismo oeste llegara, yo gemía, está a disfrutando era un auténtico placer y más con sabor a venganza. Estuvimos una hora en el servicio teniendo una buena sesión de sexo, al más estilo carnal. Cuando salimos de allí, el se fue por una lado y yo por otro después de despedirnos con un hasta luego. Yo busqué a Roxana pero no la encontré así que decidí ir a buscar a Moisés.

-¿Entonces te has tirado a un tío en el cuarto de baño? Estas loca! - comento el compañero de Moisés, mientras él me miraba con mala cara. - ¿Y como se llamaba?

-Ni siquiera sé si me lo dijo. - respondo yo. -¿ te pasa algo? - le pregunto directamente a moisés.

-No se que te parece a ti. Te acuestas conmigo varias semanas luego te vas con Fran y luego esto? Te vienes a tirar a otro tío a la discoteca donde trabajo y encima me lo vienes a contar, porque me va a pasar nada malo, si es todo muy normal y muy lógico Helena.  - respondió algo cabreado.

Crónicas De Una Amante.||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora