Capítulo 4

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Ahora...

Mi despertador suena a las siete y cinco con la canción de Who Needs You, de The Orwells. Perezosamente, me levanto de la cama y me pongo una camiseta blanca, unos tejanos y unas adidas. Arrastro mi pies hasta la cocina y desayuno un vaso de leche y cereales Crunch. Después de lavarme los dientes, la cara, peinarme y echarme un poco de perfume con olor a frutas tropicales me dirigo al instituto. Cuando llego a la casa de al lado me detengo. Se me olvida algo... ¡La mochila!
Corro de nuevo a mi casa y me cuelgo la mochila en la espalda.
Entro a clase. Saludo al profesor y me siento.
-Llegas un minuto tarde.
¿En serio? ¿Un minuto? ¡No me fastidies!
-Lo siento, no volverá a ocurrir.
Comienza la clase.

Al salir a las dos y media, los tres nos dirijimos a un pequeño parque para perros que hay cerca de allí.
-Toma. Te hemos traído un regalo.
-Pero si mi cumpleaños es dentro de tres días.
-Lo sabemos, pero queremos ser los primeros - me guiña un ojo.
Nos reímos. Me dan una cajita rosa con un lazo azul. Sonrío y la abro. Dos muñequeras con la bandera del orgullo gay.
-Dales la vuelta.
Increíble. Están personalizadas. En una estan escritos nuestros nombres y en otra pone:

Por el 17 cumpleaños de nuestro querido Alex. Te hemos regalado esto para que sepas que siempre estaremos a tu lado, dándote el 100% de nuestro apoyo. Pase lo que pase siempre estaremos unidos. Te queremos, Iker y Anny.
Les doy un fuerte abrazo.
-Es el segundo mejor regalo que me han echo en mi vida.
-¿El segundo? ¿Y cuál es el primero?
-Conoceros.
Y nos pusimos a llorar de alegría, como cuando una mujer le cuenta a su marido que está embarazada.

Cuando llego a casa veo en el suelo un rastro de oreos. Lo sigo hasta el salón. Parece que mis padres también se han adelantado. Me trago la galleta.
-Toma, una tarjeta regalo para que te compres lo que quieras. Excepto pircings, tatuajes, coches o una mansión.
Nos reímos por las excepciones de mi madre. Le da un codazo a mi padre.
-Oh, si claro, se me olvidaba. Ten. La tarjeta regalo que te ha dicho. Felicidades.
-Felicidades.
-Gracias. Me encanta. Os quiero.
Le doy un abrazo.
-Y nosotros a ti, cielo. Pero... ¿y esas muñequeras?
-Ah, me las han regalado Iker y Anny al salir de clase. Mira lo que pone por detrás.
-Que bonito, se ve que te quieren mucho. Son grandes amigos.
-Sí, lo son... Bueno, ya se donde voy a gastar esto.

Entro en la peluquería. Pido lo que he querido hacerme desde hace dos años, y en dos horas ya está listo.
-Gracias. Hasta la próxima.

-¿Pero que te has echo en el pelo? Está chulo y te queda bien pero, no sé, la próxima vez avisa.
-Si, que yo también quiero hacérmelo.
-Que envidiosaa...
Me pongo a pensar unos segundos.
-Veniros, os voy a enseñar donde me lo han echo.

-Rosa, por favor. Me hace mucha ilusión, siempre lo he querido así.
-Pues yo verde.
-Marchando - dice la señora que nos ha atendido. Siempre es así de graciosa.

-Wow, se nos ha quedado chulisimo. ¡Foto para Instaa!

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