Capítulo 18

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- Os dejo solos -Anny me guiña un ojo, haciendo caso omiso a mis señas contradictorias.
-Alex... - vuelve a repetir mi nombre.
Me acerco a él.
- Estoy aquí.
Abre los ojos y me mira.
- No estabas allí.
Mi corazón se encoge.
- ¿Dónde?
- En el parque... cuando me dispararon.
- Lo... lo siento mucho, ojala hubiera estado allí para poder evitarlo... yo... estaba en mi casa después del Instituto y...
Iker coge mi mano. Me sonríe levemente y niega con la cabeza.
- Tranquilo. En realidad, estaba yendo a tu casa. Anny insistió en acompañarme.
- ¿Qué ibais a hacer?
- Pues... - hace una mueca de dolor. Lo inspecciono detalladamente. Mierda, mierda, mierda. La almohada empieza a teñirse de un tono rojizo. Iker aprieta más mi mano cuando estaba a punto de avisar a un médico.
- No me dejes solo... me duele mucho...
- Es un momento... vas a perder mucha sangre.
Llamo a un médico desesperadamente. Viene uno y corre hacia Iker, que está con los ojos cerrados y retorciéndose en la cama.
Se lo llevan a una sala, y cierran la puerta en mis narices, dejándome llorando allí mismo, en medio del pasillo.
Esto no puede ser verdad, no puede estar pasando. Las lágrimas empiezan a salir como si no hubiera un mañana. Caigo de rodillas al suelo, sintiendo cómo se rompe todo en mi interior. Anny, que estaba fuera esperando, viene hacia mí. No dice nada porque sabe que estoy realmente mal. Sólo me ayuda a levantarme y me lleva a una silla de la sala de espera. Me abraza hasta quedarme dormido, consumido por la presión.

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