Infracciones de amor {Larry Stylinson} [Terminada]

Capitulo 40

Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,

Mi alma no se contenta con haberla perdido.  ~Pablo Neruda

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Era el día después de mi graduación y estaba listo para todo, literalmente todo.

Había tomado mi mochila, mi pasaporte y todo el dinero que había ahorrado para ir detrás de mi sueño.

Frank me lo dijo durante todo el último año, después de que le conté toda la historia, desde un comienzo, hasta el último día que lo vi.

-Debes ir por él.

-¿Eso crees?

-Es...es increíble. Soportaron tanto tiempo con ese secreto que...no lo sé, Harry. Debes ir por él.

Tenía todo planeado, pero debía comenzar por lo primero. Saber dónde estaba.

Conduje hasta la estación de policía y entré sin pedir permiso, había estado demasiado familiarizado con hacerlo, pero solo al cruzar la puerta, noté que habían cambiado algunas cosas del lugar.

Entré a la que era su oficina y vi al muy incompetente de Jordan sentado en el que era su puesto.

-¿Qué haces aquí? Pensé que la última conversación que tuvimos había quedado todo claro.

-Sabes, solo...-me senté frente a él-solo me quedé pensando un par de cosas.

-No te diré dónde está.

Miré el suelo sonriendo. Sin caretas volvamos a hablar.

-Fue muy conveniente para ti que después de que lo despidieran te ascendieran a jefe de policía ¿no?

-Yo era el que seguía en la línea, Harry.

-No me vengas con esa mierda, Jordan. Eras un incompetente. Yo lo vi.

El sonido de mi voz estaba llenando la habitación y él comenzó a ponerse nervioso. Yo estaba controlando la situación, no como las veces pasadas que hablamos.

-No sabias ni los códigos, así que no vengas a decir que eras la persona más competente para remplazarlo.

-Insúltame, has lo que quieras. Pero...no te diré dónde está.

Di un largo y profundo suspiro antes de comenzar a jugar mis sucias cartas.

-Sabes, estuve mucho tiempo aquí. Pase mucho tiempo mirando cámaras, ver personas entrar y salir de esta estación, pero lo que más me llamo la atención fueron algunas chicas.

Vi cómo se comenzó a poner más nervioso y se tensó un poco en la silla.

-Una de ellas era amiga de Gemma. Un día estaba en mi casa y le dijo que ustedes se habían acostado. Sé que no era la única. Las chicas se suelen contar todo y en mi casa las paredes tienen oido.

-Eso da igual-sonrió nervioso-Susana, Ella y Jessica ya son mayores de edad. Puedes saber muchas cosas, Harry-levantó los hombros-pero aun así no diré nada.

-Disfruta tu oficina.

Me levanté de la silla.

-Solo quería decir que tuve más de treinta veces sexo en este escritorio-Jordan saco sus manos de inmediato-y en esa silla. ¡Dios! Nos gustaba hacerlo una y otra y otra vez.