Lágrimas De Un Ángel [EDITANDO]

Peter

Pov. Keren

Después de ese día comenzaron a hacer ese tipo de experimentos junto con los otros, para controlar cuanto poder tenía. Había levantado ojas, apagado más incendios, provocar un vendeval, mover un molino de viento, hasta modelar con la ayuda del viento una nube. Todo esto era insoportable.
Estaba estirada en la cama de la habitación, le habían dicho que pronto comenzarían la siguiente prueba. De repente, un adolescente de su misma edad entró en la sala, de un salto se puso en pie mientras miraba ese adolescente con desconfianza, el solo sonrió.

-Bonito día ¿No creés? -Dijo el con hironia en la voz.

-No tanto si no puedes llegar a verlo. -Dije yo rodando los ojos -¿Quien eres tu?

-Peter, encantado de conocerte -Dijo el, estiro la mano en modo de saludo, al ver que yo no hacia lo mismo retiro la mano. -Me esperaba algo más hospitalario, sabiendo que he venido a rescatarte.- Lo miré confundida -¿Pasa algo?-Baje la mirada, los ojos se me llenaron de lágrimas.

-¿No ves que no puedo escapar? si no le harán daño -Lo miré, esta vez era el quien me miraba confundido.

-¿A quien?

-¡A Cristina! -Grite yo. Las lágrimas corrían por mis mejillas. Peter se hacerco a mi y me abrazo con fuerza, yo respondí al abrazo.

-Tranquila-Dijo aún abrazandome -No estas sola en este mundo, hay otras personas como tú, ¿me oyes? -Encontrare a Cristina y te liberaré- Me apreté fuerte contra sus músculos, se notaba que estaba en forma. Levante la mirada, Peter tenía unos preciosos ojos verde, el cabello de un marrón claro un poco rojizo resaltaba su pálida piel con pecas. Era un poco más alto que yo y tenía una sonrisa hermosa y contagiosa.
La verdad, es que era bastante guapo.

-¿Tengo poderes? -pregunte yo.

-Todos tenemos - contestó el con una sonrisa en la cara -Somos capazes de poder mover el viento según queramos. Eso nos ayuda a la hora de volar.

-¿Volar? -Ahora si que estaba confundida. El solo le sonrió.

-Ten - Le pasó una barrita y una pieza de fruta. Yo solo asentí sonriendo y me repetí: no estaba sola.