Algelia

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Pov. Keren

En cuanto se tragó la golosina, se vio a si misma caer en la oscuridad. Fue como caer en un lago helado. De repente, cayó a un suelo diferente. Esforzándose por coger algo de aire.
A su lado estaba Peter, también en el suelo tosiendo torpemente. Necesitamos unos minutos para poder centrarnos en el nuevo lugar donde estaban. Unas montañas se veían al fondo. El viento era calido, no se veía ni una sola nube se encontraban encima de un turón, estirados en la hierba humida. Una ciudad se extendía a lo lejos. Nunca había visto una ciudad tan grande. Los edificios estaban hechos de una piedra blanca transparente con tonos azulados.
Había gente volando con unas alas parecidas entre ellas pero a la vez diferentes. Todas eran de tonos claros: azules, dorados, grisaceas, amarillas...
Habían de grandes i pequeñas, gruesas y estrechas, pobladas de plumas o con pocas. Otra gente simplemente paseaba por la calle. Lo que más me llamaba la atención era que algunos edificios flotaban en el aire como si nada. Peter no parecía sorprendido, más bien estaba divertido con mi cara de sorpresa.

Sus alas estaban extendidas. Sin decir nada, me cogió por la cintura y arrancó el vuelo camino a la ciudad de cristal.

Al llegar, una hermosa chica de labios rojos y cabello negro nos recibió. Unas grandes alas color marfil salían de su espalda.

-Tardaste mucho -Dijo ella.

-Las mejores cosas tardan en llegar -Le contestó Peter con una sonrisa en la cara. La abrazo.

-Deben de ser novios- pensé yo, con tristeza.

-Te he echado de menos

-Yo también Jess. -Despues me miró y fue como si no se hubiera dado cuenta de que estaba a su lado. -Debo llevarla junto el Consejo. -Jess solo asintio.

Rependimos la marcha hacia uno de esos edificios que flotaban en el aire parecido a un Coliseo romano.

La acompañaron hasta la puerta, pero allí tuvieron que dejarla con una mujer llamada Maryse que le acompañó hacia su habitación.

-Bienvenida a Algelia. Te alojarás aquí mientras te estés entrenando. Puedes darte una ducha y descansar un poco, a las 5 te pasaré a buscar para ir a avaluarte. Tienes algo de comida preparada en el comedor. Dicho esto, marchó.
Fuí hacia el comedor, un plato de sopa de pescado estaba encima de la mesa. Tenía buena pinta pero Keren no tenía hambre. Suiguio explorando el apartamento. Entró en el baño y se hizo una buena ducha, y se vistió con algo de ropa que había en un armario.
Se sentó en la cama dándose cuenta del sueño que tenía y se quedó allí siendo arrastrada por el mundo de los sueños.

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Pov. Peter

Iba explicándole a Jess todo mientras daba vueltas por la habitación nervioso y preocupado por Keren.

-Peter -dijo ella medio sonriendo. Era hermosa, eso no se podía negociar. Hasta llegaron a salir juntos un par de meses, pero lo habían acabado dejando ya que no estaban cómodos siendo pareja, ahora solo eran amigos y eso le gustaba a Peter. Ella lo miro -¿Te gusta verdad? -Peter se quedó quieto y miro fijamemte a Jess

-No le digas a nadie por favor.

-¡Lo sabia! ¡Te gusta Keren!

-Jess no grites tanto -dijo avergonzado.

-Deberias de ir a verla entrenar. Necesitará apoyo, todo esto es tan nuevo para ella...

-Tienes razón Jess. ¿Podrías ir a avisar al Consejo por mi?

-Dejalo en mis manos- Dijo con una sonrisa.

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Pov. Keren

Keren se despero, eran las 4:45, tenía un cuarto de hora para poder arreglarse antes de que Jia viniera a buscarla.
En el armario había encontrado un elástico traje blanco con una nota encima:
Traje de entrenamiento

Al emprobarlo sonrio, le quedaba perfecto. Junto a él también había un cinturón para poder colgar bainas de espadas o otros objetos útiles para la pelea.
Unos golpes en la puerta la sacaron de sus pensamientos. Fue a abrir. Al otro lado se encontraba Peter con su sonrisa Pícara, como siempre. Suspiro, realmente le gustaba ese chico.

- ¿Llegó tarde? -dijo el -Por cierto, bonito apartamento.

-¿Vas entrar o te vas a quedar aquí fuera mirando como un idiota? -Le provoque yo. Entramos los 2, y nos sentamos en el sofá.

-¿Estas bien? Me refiero a que esto ha de ser muy nuevo para ti, y pense que necesitarías alguien con quien poder hablar.

-Me estoy acostumbrando rápido, la verdad, no tengo más opción. Pero estoy preocupada por Cris -Una lágrima comenzó a bajarme por la mejilla. ¡Mierda! ¡Odiaba llorar delante de otras personas! Con un gesto rápido seque la lágrima que ahora ya llegaba a la barbilla. E intente alejar las otras que se me habían acumulado en los ojos. -Me asusta solo pensar que ahora mismo está sola, ¡A saber que estarán haciendo con ella! Espero que no lo mismo que hicieron conmigo...

-Ven aquí -Dijo el acercándome a su cuerpo y abrazandome. Las lágrimas volvieron a comenzar a bajar por la mejilla, pero esta vez no quería apartarlas.

Agarrada al cuello de Peter me comenze a desahogar por todo lo que había pasado estos días. El incendio, los experimentos, la huida,... ¿Como podía ser que en menos de un mes su vida hubiera cambiado tanto.
Lo único que quería en esos momentos era solamente abrazar a Peter.
Me dejé ir del abrazo con las lágrimas aún en sus ojos.

-Gracias -dije yo con un filo de voz.

-No hay de que. Ahora ve a limpiarte las lágrimas, dentro de unos minutos tenemos que ir a entrenar.

Asentí y me dirigí al baño. Cuando salí, Maryse ya estaba esperando en el comedor.

-¿Lista? -Pregunto

-Vamos -Dije yo sonriendo.


Lágrimas De Un Ángel  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora