Nisalia

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Pov. Thomas

Me agarraba lo más fuerte que podía a las plumas plateadas del dragón, mientras este, volaba por el cielo, haciendo piruletas divertidas.

- ¡Cogeros bien! Ya estamos llegando - Oí decir a Shana.

- De repente el dragón soltó un bufido y se precipitó en picado hacia el suelo. Jess comenzó a chilar.

- Jess callaté -dijo Alex.

- En ese momento el dragón chocó peligrosamente contra el suelo. Fue como caer en un mar de tinta. Solo que, no manchaba. Una vez atravesado el suelo, la tinta volvió a la posición inicial. Un cielo color rosa se alzaba por encima de una densa vegetación.

- Ya hemos llegado -dijo Shana con un suspiro. El dragón gruñó y se alzo imponente en el cielo. De repente divisé una cosa entre la extensa vegetación. Un lago color turquesa resaltaba en la tierra como un farolillo en medio de la oscuridad. A su lado un pequeño poblado echo con cristal del viento.

- Mirar allí -grite a viva voz, señalando el poblado.

- Aldans -dijo Shana - Bienvenidos al sitio donde ningún Aldan normal ha llegado jamás. Bienvenidos a Nisalia.

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Pov. Alex

Al fin llegamos a la pequeña ciudad. Nisalia, la había llamado Shana. Shana. La miró distraído, ella también me miró. Rápidamente aparté la mirada completamente rojo. ¿Que me pasaba? Oí su risa por lo bajo. Esa magnífica melodía que tanto le recordaba al canto de los pájaros. El Dragón gruñó sacándome de mis pensamientos y aterrizó con fuerza. Ví como todos desplegaban sus alas para poder bajar. El Dragón me miró curioso y desplego su ala para que pudiera desplazarme por ella hasta el suelo. Una vez llegado al suelo Shana me miró curiosa.

- Supongo que puedo llamar a otro ser..

- No gracias -La corté yo -Prefiero ir por mis propios medios. -Me quité un botón del bolsillo, lo pulse y lo tiré al suelo. Éste, de enseguida se convirtió en una sencilla silla de ruedas.

- Se ve que la ciencia es lo tuyo -Me dijo ella con una sonrisa picara en el rostro y fingiendo indignación, ayudándome a sentarme en la silla

- Supongo que si.

- Siento intervenir en... lo que sea que sea esto. Pero Keren sigue dormida y no se va a despertar sola. -Dijo Peter sin parar de mirar a Keren.

- Claro -contesté yo enseguida.

- Seguidme -Soltó Shana. La seguimos por la gran aldea. Nadie parecía sorprendido por nuestra presencia. Vi como unas jóvenes se enfrentaban en el cielo con unas espadas de madera. Se me escapó una sonrisa.

- Aquí nos ocupamos de entrenar a los Aldans para convertirlos en los mejores, es un entrenamiento fuerte y duro pero dá buenos resultados -Explicó Shana al ver donde dirigía la mirada.

- Lo sabemos -contestó Thomas secamente - A Keren casi la mandan aquí al principió.

- Hicieron bien en impedirles que le borraran la memoria, nadie mereze unn trato tan cruel.

-¿ Entonces, porque lo haceis? -preguntó Jess curiosa como siempre.

- Veréis, hay gente que elige estas cosas, que necesita olvidar. Nosotros les damos una nueva vida, si es lo que desean.

- Pero Keren no quería eso. -dijo Peter molestó.

- Eso era asunto del consejo, no nuestro. -Contestó Shana con voz firme. Seguimos andando un par de minutos más hasta llegar a un pequeño edificio echo también de cristal. Las Damas de Verde, salían y entraban como hormigas en un hormiguero. Shana hablo con unas Aldans que asintieron y nos miraron. -Me ocuparé de Keren mientras, comer algo y descansar. Ya os avisaré cuando haya despertado. Al principio nos negamos, pero al final aceptamos, dándonos cuenta del cansancio del viaje. Vimos como Shana entraba dando órdenes sobre ir a buscar plantas medicinales seguida de Keren. Después seguimos a las dos Aldans de delante nuestro hacia un sitio donde descansar.

Lágrimas De Un Ángel  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora