Lo que siento por ti.

D o s

Jessey

Estoy hambriento. Después del duro entrenamiento de béisbol, siempre vengo aquí a tomar las mejores hamburguesas del mundo.

Zac, uno de los camareros que siempre está atendiendo en la barra me sirve el gran plato junto con una coca-cola, patatas y mayonesa. No me gusta el kétchup, es una de mis muchas rarezas.

―¿Qué tal hoy el día Jay? ―me pregunta el camarero recogiendo vasos vacíos de la barra. Vamos al mismo instituto, él está en el último año y yo en el penúltimo, durante el tiempo que estoy aquí nos hemos convertido en grandes amigos.

―Oh, ya sabes, como siempre, ir al instituto, partido de béisbol, venir aquí a por la mejor hamburguesa que haya existido nunca ―él ríe― y bueno no mucho más, mi vida es completamente aburrida.

―¿Me estás tomando el pelo? Eres el galán del instituto, deberías ir a más fiestas, disfrutar de la vida. La noche es joven y desde luego tú también.

Suspiro bebiendo un trago de Coca-Cola, no soy mucho de fiestas. Es cierto que soy el capitán del equipo y siempre las chicas me dan sonrisas coquetas y se muerden el labio mientras me miran cada vez que paso por el pasillo, como si yo tuviera un cartel de "ofrezco sexo" en la frente.

Por mi parte, nunca ofrezco más que una sonrisa, pero no me atrevo a hacerlo de nuevo, ya que el otro día una chica se desmayó y tuvieron que llevarla a enfermería.

―Prefiero quedarme en mi casa con mi amiga la guitarra, Zac.

-¿Y tu novia?

-Taylor está muy ocupada con el equipo de animadoras.

-¿Y qué haces que no estás con ella , idiota?

Doy un buen bocado a la hamburguesa y pongo los ojos en blanco. Por Dios, que buena está. Tomo mi tiempo para degustarla y contesto a mi amigo.

―Creo que mejor no, un día estuve allí y las chicas me miraban como si estuvieran en un desierto y yo fuera el último vaso de agua. Estaban haciendo una pirámide humana y bueno estaban tan concentradas en mí que se cayeron al suelo, la que estaba en lo alto se torció el tobillo al caer.

Mi amigo suelta una gran carcajada.

-Eres increíble, Jessey Stevens.

-Oh, creéme, soy de todo menos eso.

(Jessey en multimedia.)