1° Harry Styles

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Harry   Styles:

El sábado pasado les hice una broma pesada a mis compañeros de banda. Les puse miel en los zapatos y cuando los llame para que corrieran porque mi casa se quemaba ellos se pusieron sus zapatos y se mancharon. No creí que funcionara, la verdad, pero me reí mucho cuando funciono; es por eso que cuando aparece una pequeña tocando mi puerta, me reí hasta casi caer al suelo. Los chicos me hicieran una broma pesada entrometiendo a una niña ¿pueden creerlo? Claro no lo creí, pero sí que lo hicieron bien. La pequeña se parece un poco a mí, pero no lo suficiente. Quería llamar a los chicos y decirles en cara que en esa broma no caería. Tomé mi celular eh invite a la niña a sentarse, después de todo no podía dejarla afuera.

Después de 3 timbrazos Niall me contesto.

-hola, Harry ¿Qué pasa? – no note burla en su voz, pero reí de igual manera.

-estuvo buena, pero no fue como los zapatos. No me la eh creído – dije sentándome en el brasero de mi sillón de cuero blanco. Mire a la niña de nuevo, algo me parecía similar en ella. Algo ya que eh visto antes.

-¿de qué hablas, “bro”? – dijo Niall. Podía imaginar que estaba sonriendo con victoria.

-que no me la creo. Vengan para acá y llévate a la niña. Hablo enserio – dije serio. No podía tener a la chica aquí por tanto tiempo, si los reporteros se enteraran se haría todo un revuelo.

-¿de qué niña estás hablando?

-de la niña que han mandado para hacerme la broma. No me la creí, vengan a buscarla antes de que tenga a miles de personas aquí.

La niña me miro confundida. Pobre seguro no sabía nada de lo que pasaba, seguro que esos tontos le dijeron lo que tenía que decir y ella no sabía ni siquiera el “porque”.

-¿broma? – Dijo la pequeña.- no soy una broma.

Hice una señal de que callara. Y hable de nuevo con Niall.

-Harry, hermano, te juro que no hemos mandado a ninguna niña a tu casa.

Al principio reí pero luego calle viendo que esta vez iba enserio. ¡No! eso era una broma, tenía que serlo. Corte la llamada sin despedirme y me pare para ver la mejor.

-¿Quién eres tú? – pregunté. Aunque no estaba seguro de si saber la respuesta.

-te lo dije: tu hija.

-yo no tengo hijas – respondí burlón. Más por los nervios que por broma.

-ahora tienes una. No me conoces pero yo a ti, sí.

Se levantó y fue así a una de sus maletas – en la que no me había fijado – y saco una especie de álbum y me lo entrego.

-ese eres tú, tengo pruebas.

Abrí el álbum desconfiado. Eran imágenes mías cuando era un adolecente de 15 años, cualquiera las puede sacar de internet. Pero luego me fije en una que no había visto en 7 años.

¡Oh no!

-mi mamá se llama: ________ Wagner.

¡Oh no!

-¿Cómo? – dije sorprendido. Levante la vista y vi claramente a la niña delante de mí. Se parece a ________ de pequeña. Por eso el parecido. La había visto solo en fotografías por supuesto, pero madre eh hija eran idénticas.- no, yo no…

Pero no tenía nada que negar, porque no sabía nada. Ese día cuando _______ Wagner se fue juré jamás volver a enamorarme de una mujer. Pero eso no quería decir que no disfrutara de la estadía femenina, pero soy cuidadoso. Experto a los 17 años.

¡Papá Sorpresa! [Edición Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora