¡Papá Sorpresa! [Edición Harry Styles]

12° Harry Styles

Darcy estaba escribiendo en una pequeña agenda de nosotros, me reía al verla pero enseguida me entro la curiosidad de que hacía, Darcy ya me daba miedo cuando ponía esas expresiones como si descubriera algo importarte, o cuando se queda pensando y luego lo anota todo en su libreta. Debo reconocer que aunque físicamente no se me parezca en nada por lo menos, hasta ahora, en personalidad si.

 Hoy teníamos 7 horas libres de nuevo y como las novias de los chicos habían llegado ellos se fueron a pasear con ellas. Todas aceptaron muy bien a Darcy y me alegre, pero debo decía que aunque me hubiera suplicado que la lleve de nuevo con _________ no las hubiera escucha en cuando hubiera dicho una sola palabra. Las estimaba pero jamás me separarían de Darcy, no de nuevo, no si está en mis manos.

-¿Por qué escribes tanto? – pregunte ya harto de ver como miraba la pantalla y copiaba. Me hacer que a ella y no me detuvo o me reclamo, esto debí hacerlo hacho hace 20 minutos, me reclame a mí mismo. Se senté detrás de ella y vi la pantalla, era la información de varios lugares exóticos, museos, bibliotecas, primarias, etc. Mire extrañado a Darcy.- ¿Por qué buscas esto?

-porque quiero ir – dijo. Se dio vuelta y me miro con esos ojos de nuevo. El mismo que pone cada vez que quiere algo. No funcionarias esta vez… espero.- ¿Qué consigues de viajar a todas partes sin conocer los lugares?

-hay una razón por la que no salimos en las ciudades – me pare y señale mi rostro - ¿ves esto? – ella asintió – esto es reconocido mundialmente, y significa no salir a ninguna parte sin guardaespaldas.

-por favor – suplico. Se paro arriba del sillón (recientemente encontrado) y se colgó de mi cuello.- di que si, por favor, Harry.

Trate de resistirme, pero definitivamente no es mi fuerte negarle cosas a Darcy cuando pone esa carita. Era tan tierna que me daban ganas de agarrarla de los cachetes. La abrase y luego la deje en el piso.

-bien- dije mirando el reloj- pero tenemos 5 horas. Y no podemos llamar mucho la atención, ¿de acuerdo?

-si, es todo lo que necesito.

No presentía que las palabras fueran buenas, pero ya que con tal de hacerla feliz.

-¡corre, Harry, cerraran! – grito Darcy mientras me tiraba de la mano, como podía, hacía una librería. Esto no era precisamente lo que llamé de no atraer atención. El transporte había tardado demasiado y los horarios calculados de Darcy se vieron atrasados, ahora corríamos. Llegamos justo antes de que cerrara una señora mayor y con cara de nunca haber salido de este lugar, era una librería especial. Según Darcy en esa habían estado los más grandes de literatura, por lo que era muy exclusiva y por exclusiva quiero decir cara y lujosa.

-llegamos – suspiro Darcy cansada, se sentó un momento en los finos sillones de cuero negro. Una chica de unos 25 años se nos acerco con una gran sonrisa, tenía lentes y daba la impresión de ser muy lista: cabello castaño, ojos cafés oscuros y un cuerpo encogido, si una NERD. Me había reconocido, pero parecía querer callar y al mirar a mi izquierda entendí porque. Una señora mayor que cerró la puerta detrás de nosotros la miraba atenta.

-buenos días, mi nombre es Carola ¿en qué le puedo servir? – presé un momento que habíamos entrado en un restaurante en vez de la dichosa librería de Darcy, pero ella misma parecía ser más mas inteligente y respondió sabiendo a que se refería.

-queríamos ver libros para niños de 10 años – dijo sonriendo. Ella miraba todo a su alrededor sin poder creerlo, me alegro verla tan feliz. – pero solo 3, y tenemos exactamente… - saco su agenda nuestra y chequeo su horario- 5 minutos. Por favor.

-claro dulzura, ¿de fantasía?

-si – dijo alegre Darcy y la acompaño. Una vez que desaparecieron reaccione en que tenía que acompañarla, me pare de in mediato y camine detrás de ellas por los estantes. Darcy iba casi saltando, pero se controló. 5 minutos después salíamos con 3 libros: El Diario de Greg, Oliver twist y Hadas. Toda una lectora fanática.

-¿Qué viene ahora?- pregunte avanzando hasta la parada de buses. Nos sentamos en el banquito y reviso su agenda.

-un museo: Phoenix Cinema and Art Centre – dijo excitada. Suspire, los museos no eran lo mío. Recuerdo que en las excursiones con mi escuela siempre iba a molestar, tocaba cosas que no debía tocar y me metía en lugares en donde no debía entrar… bueno tiempos.

-vamos entonces – la tome de la mano y subimos al bus que acababa de llegar. En 5 minutos llegamos al museo. No creía posible que una niña de 7 años entendiera este arte. Había piezas de cine antiguo, cuadros famosos (que nunca entendí, ni lo haré) lo que más me impresiono fue el cine antiguo. Era un cine completamente plano sin color. Entramos a la cabina y vimos los rollos antiguos apilados en la esquina y por supuesto el reproductor en donde la película de daba a mano. Impresionante. Después de estar 20 minutos allí el horario de Darcy seguía.

-¡¿otro museo?! – exclamé. Estaba rendido, aunque este museo fue interesante nada me aseguraba que no moriría de aburrimiento en el otro.

-este es de la antigua Leicester, Inglaterra – dijo tratando de persuadirme – Harry por favor, dijiste que podíamos ir a donde yo quisiera.

Esa carita de nuevo, era mi perdición, haría cualquier cosa para hacer esa carita feliz.

-bien – bufé. Tomamos otro bus. El museo estaba un poco afuera de la cuidad, era un castillo antiguamente y ahora era un museo, al frente habían tiendas por lo que después pasaríamos allí. Darcy me fue contando sobre la historia del castillo y sus residentes, era interesante. Jamás fue muy amigo de la historia, pero saber un poco más no haría daño.

Llegamos y entramos enseguida. De verdad era un gran castillo, y toda la calle estaba tan cual las imágenes que había en una recámara del museo. Excepto por la calle del frente esa fue mortalmente modernizada dijo la guía del museo.

Fue un día exhaustivo pero la pasamos bien con Darcy, nos divertimos, ahora el único problema era que quedaban 30 minutos para volver y el estadio estaba a 45 minutos. Tendríamos que correr. Llegamos en tiempo record pero igualmente 8 minutos atrasados.

Estaba, como dijo la guía, estaba mortalmente cansado, pero debía disimularlo. Hoy teníamos concierto y si no daba todo de mi lo notarían, pero no me importo estar muerto de sueño cantando. Darcy estuvo feliz todo el día y eso era lo que importaba.