Differents ways. [KaiSoo]

Capítulo V

JongIn tomó sus cosas y salió de la empresa antes de que su jornada terminara, obviamente nadie le diría nada porque era el director general. La mancha de su camisa ya se había secado pero se sentía sucio, odiaba ensuciarse, en especial su ropa.

Cuando llegó a su departamento entró directamente a la ducha. Adentro del cuarto de baño se desvistió dejando el saco colgado y su demás ropa bien doblada en la orilla del inmenso lavamanos.

Se metió a la regadera y dejo que el agua se llevará los extraños pensamientos que tenía sobre Do KyungSoo. Quería odiarlo con todas sus fuerzas, quería imaginarlo siendo atropellado por una bicicleta o por un niño en patines pero no podía, no podía desearle tanto mal.

Miró el reloj de su habitación, dándose cuenta de que era sumamente temprano para ir a dormir, pero ahí estaba con su pijama puesta y muchas ganas de dormir. Si su madre lo viera, seguramente lo hubiera regañado, él no podía ser una persona floja. Se recostó y encendió el televisor, puso el canal histórico y comenzó a ver un reportaje de las antiguas civilizaciones.

El reportaje era muy interesante pero su mente lo seguía llevando hacia KyungSoo. Tenía tantas preguntas sobre él en su cabeza, sólo sabía su nombre y su apellido, nada más y se frustraba, se desesperaba. ¿Por qué no podía dejar de pensar en él?

Así que hizo algo que jamás creyó posible, algo que ni cuando era niño y vivía en el internado de Suiza hizo. Llamó a su madre.

— ¡JongIn! ¿Por qué llamas? —le contestó la fría voz de su madre. Siempre había sido así, nunca había recibido algún cariño de esa señora.

— Yo... quería preguntar algo.

— ¿Sin un "Buenas noches, madre"? ¿Dónde están tus modales? —le reprendió por el auricular y JongIn ya se estaba arrepintiendo de haberle llamado.

— Lo siento, no sucederá de nuevo.

— ¿Qué es lo que pasa? No tengo tiempo.

— Madre... Usted sabe ¿por qué Do KyungSoo no está viviendo con sus padres? —soltó la pregunta esperando que su madre no lo tachara de metiche, sino, otra regañina segura obtendría.

— ¿Lo has visto? ¿Cómo está mi niño? A MinHa se le pasó la mano ésta vez.

JongIn sintió como un dolor le albergaba el pecho, su madre lo había regañado sólo por no decir "buenas noches" pero ni siquiera había preguntado por él o por cómo estaba y si él no le hubiera llamado, de seguro ella no lo hubiera hecho, ni su padre y peor aún, se había preocupado por KyungSoo como si fuera su hijo. ¿Dónde quedaba él, él que era sangre de su sangre?

— No yo... yo no lo vi, simplemente me lo comentaron, era todo —mintió mientras sus ojos se llenaban de agua, un poco.

— ¡Por Dios, JongIn! En vez de estar queriendo enterarte de la vida de otros, deberías ponerte a trabajar o mejor aún, tratar de conseguir esposa, ¿acaso crees que serás joven toda la vida? Pues déjame decirte que...

Y JongIn prefirió apartar la bocina. No tenía ánimos de seguir escuchando a su madre. ¿En verdad era su hijo? Incluso a veces pensaba que era adoptado. Hacía mucho no le dolía alguna actitud fría de ella, había aprendido a ignorarlas, a no hacerle mucho caso y tratar de estar lo más alejado que pudiera de sus padres. Era mejor así.