Differents ways. [KaiSoo]

Capítulo VII

Cuando KyungSoo recibió su primer pago, que era quincenal (lo cual lo sorprendió porque él creía que a diario les daban dinero a los empleados y no quincenalmente) llevó finalmente a Madame Curie a un veterinario, dónde le quitaron las pulgas y la vacunaron, además le compró alimento, ropita y moñitos para que realmente se viera elegante.

En la siguiente quincena decidió hacer algo por Baek, para que volvieran a unirse y para que viera lo tan agradecido que estaba con él. Decidió comprarle algo, así que saliendo de su última clase en la Universidad, se dirigió al centro comercial.

— ¡Qué linda correa para Madame Curie! —exclamó cuando vio la correa llena de diamantes de fantasía— ¡Concéntrate! El regalo es para BaekHyun.

Recorrió los pasillos buscando alguna tienda que le gritara "¡Aquí está el regalo para Baek!" pero no, no hallaba nada. Entonces recordó cómo había hablado muy diva con la señora Park por teléfono, así que pensó que su amigo era una chica en el cuerpo de un chico, que tal vez por eso era como era, tan amargado. Así que entró a la tienda de cosméticos y le compró todo el maquillaje que sus ojos vieron.

— Esto se ve muy filoso —murmuró para sí mientras veía un delineador con la punta cincelada— ¡Bah! Igual no es para mi ojo.

Llegó al departamento con una bolsa gigante llena de sombras, labiales, delineadores, rubores y cualquier maquillaje que le había parecido que tenía mucho bling bling.

Unos minutos después Baek llegó con dolor de cabeza y quejándose de un día abrumador.

— ¿Por qué estudié contaduría? ¿Por que no pude estudiar Arte, como tú?

— Porque no eres tan genial como yo.

Baek se dejó caer en el sillón y cerró sus ojos, Madame Curie se subió a su regazo y le lambió un par de veces la mano.

— Hoy no Madame, estoy muerto.

— Yo mejoraré tu día —dijo cantarín KyungSoo con una enorme sonrisa.

— ¿Te irás?

— ¡Ja-Ja! Muy gracioso, pero no, te compré un regalo —y colocó la bolsa en el regazo de Baek, empujando a Madame Curie para que se quitara.

— ¿Qué es? —preguntó confundido y mirando a su amigo.

— Pues ábrelo.

Baek no quería mostrar la sonrisita que se le estaba formando en los labios, pero no podía evitar sentir cosquillas en su estómago porque su mejor amigo le estaba haciendo un regalo pero esta emoción se vino abajo cuando vio todo el maquillaje que le KyungSoo le había comprado.

— ¡Eres un idiota, Do KyungSoo! —le gritó furioso y con un ceño tremendamente fruncido, tiró la bolsa y se fue a su habitación.

KyungSoo se quedó en la sala de estar sin entender y con una mueca de tristeza en el rostro, su plan no había salido bien.

— ¿Y ahora qué, Madame Curie? Me gasté todo mi salario en el regalo para Baekkie y nada más me lo despreció.